Dana Valle Galindo desarrolla un proyecto de investigación sobre el estigma de gordura en la vida diaria de las mujeres, que es parte de su trabajo terminal del Doctorado en Investigación Psicológica del ITESO
¿Cómo son las mujeres gordas en la sociedad contemporánea? Los estereotipos no perdonan y según ellos son desagradables, flojas, lentas y descuidadas. Estas concepciones pueden afectar enormemente la vida de estas personas, limitando sus oportunidades de trabajo y de entablar relaciones afectivas, así como otras situaciones cotidianas en las que resultan discriminadas.
Estos son tan sólo algunos hallazgos de Dana Valle Galindo, estudiante del Doctorado en Investigación Psicológica del ITESO, como parte de su Trabajo de Obtención de Grado (TOG) titulado Impacto del estigma de gordura en la vida cotidiana y la construcción de estilos de vida de las mujeres gordas.
Esta investigación fue su pase para participar la edición 2024 de la competencia académica Three Minute Thesis (3MT), organizada por el Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado (Comepo) y llevada a cabo el 27 de septiembre en el marco del Congreso Nacional de Posgrado, en la Universidad Veracruzana (UV). Además de fortalecer las habilidades comunicativas de los participantes, este certamen propone que la modalidad en la que se presentan las investigaciones —en menos de tres minutos y con un lenguaje accesible— sea un medio idóneo para la divulgación científica.
Cuando estudiaba Psicología en la Universidad de Guadalajara (UdeG), Valle Galindo se acercó al ITESO para tomar el Diplomado en Psicoterapia de Parejas, en 2014. El ambiente y la propuesta educativa le gustaron a tal grado que regresó a esta universidad para cursar la Maestría en Psicoterapia y, más adelante, el Doctorado en Investigación Psicológica.
Aunque comenzó sus estudios de posgrado con un enfoque profesionalizante, al final le interesó más la investigación. El modelo educativo del ITESO reforzó esta inclinación gracias a la cercanía de los docentes con los alumnos, y a la perspectiva social y colaborativa presente en todas las clases.
“Ya había trabajado [desde la psicología] alrededor de ciertas enfermedades como las cardiovasculares y la insuficiencia renal, así como la cirugía bariátrica. Siempre había trabajado en la construcción de estilos de vida saludable, el manejo de hábitos y la obesidad, pero llegué aquí y comencé a empaparme del enfoque de psicología social, notando la diferencia entre obesidad y gordura y dónde está la discriminación”, explica la también profesora de asignatura del ITESO.
Para Valle Galindo, el estigma corporal en torno a la gordura toma un enfoque muy psicológico porque todos los procesos sociales que lo atraviesan tienen que ver con los prejuicios, los estereotipos y la discriminación, que poseen una base y una construcción social y cultural de lo que es la figura ideal, más allá de hablar de un tema de salud.
“Muchas veces no hay mobiliario o ropa para las personas gordas. Algo muy importante que hay que resaltar es que muchas personas se oponen a aceptar cuerpos gordos porque piensan que es una manera de promover la obesidad. Pero son dos cosas diferentes: pareciera que mucha gente espera que hasta que sean delgados van a tener espacio en el mundo y no va por ahí. El cuerpo es de muchas formas y todos deben tener un espacio en el mundo”, considera.
Con la dirección de Christian Omar Grimaldo Rodríguez y Laura Patricia Arellano Gómez, académicos del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), apoyando desde la psicología y la nutrición, respectivamente, la investigación de la doctoranda se centra en la vida cotidiana: aspectos tan básicos como la ropa que eligen las mujeres gordas (si es apta, si las representa, si se sienten cómodas), lo que enfrentan en el trabajo, los comentarios en la calle e incluso las emociones que sienten.
“Los estereotipos los aprendemos desde las socializaciones en la escuela, con nuestros papás, etcétera. Se vuelve algo muy internalizado, acompañado incluso de culpa. Entonces la responsabilidad se percibe como propia: me empiezo a avergonzar y a limitar. Hay mujeres que me han contado que sí se han podido desarrollar, pero enfrentan retos todos los días. Pareciera que, más que cargar el peso, cargan los miedos”, explica.
Valle Galindo descubrió que existe una sobre observación de las conductas de las mujeres gordas asociadas a la comida. De lo que hacen o no hacen, de aislarse para comer o hacerlo antes de salir de casa para que no las vean comer. Otro asunto es asociar la obesidad con la falta de ejercicio y de disciplina alimenticia, sin considerar que hay otros factores que determinan esta condición en una persona, como cuestiones de salud, hormonales, mentales o embarazo, entre otras.
“Muchas veces pensamos en la dupla ‘come bien y haz ejercicio’, pero me he encontrado a muchas mujeres con sobrepeso que hacen ejercicio y comen bien. Hay un sinfín de razones. Por ejemplo hay ciertos medicamentos que suben el peso. Es el caso de [la cantante] Selena Gómez, que tuvo un cambio muy trascendental y mucha gente la atacó, pero estaba tomando un medicamento por un tema de riñón y eso periódicamente hace subir [de peso]”, añade.
Más allá del grado académico, de la competencia y de la vinculación con otras instituciones —el doctorado que cursa es interinstitucional— lo que Dana Valle espera lograr con este proyecto es visibilizar el problema y generar una comprensión, contribuir a modificar estigmas e incidir en que se empiecen a tomar los cuerpos gordos como parte de la vida cotidiana.
“Es tan cultural que decimos que no discriminamos, pero si vamos en el avión y se sube una mujer gorda, lo primero que pensamos es: ‘Ojalá no se siente al lado mío’. No están integradas en fotografías, en marcas, inclusive hay empresas que no las integran a su personal. Hay que visibilizar que esos estereotipos son dados y son parte de una serie de prácticas sociales que no están bien estructuradas y que no son justas ni correctas”, señala.
Felicidades !!!