El ITESO fue sede del Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector para reflexionar desde la academia los aportes de la sociedad civil a la realidad de México
A estas alturas decirlo puede parecer una verdad de Perogrullo: el 2 de octubre de 1968 marcó un parteaguas en la vida política de México y es un hito en lo que se refiere a movilizaciones sociales del país. Sin embargo, 51 años después de aquella trágica fecha, en la que el ejército reprimió violentamente a los estudiantes en Tlatelolco, es indispensable reflexionar sobre el papel actual de la sociedad civil. Y eso es lo que viene haciendo el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) a través del Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector, que este año tiene como sede el ITESO y que abrió sus actividades, precisamente, el 2 de octubre en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ.
“La relevancia y los aportes de la sociedad civil en México” fue el tema de la edición número 19 del Congreso, y tiene particular importancia en estas fechas porque, en palabras de Jorge Villalobos Grzybowics “nos hablamos mucho entre nosotros, pero en realidad pocas personas saben lo que hacemos y no dan el valor al trabajo voluntario y comprometido con el bien público”.
El presidente ejecutivo del Cemefi detalló que el objetivo del congreso ha sido contactar investigadores con gobiernos y organizaciones para enriquecer el acervo de conocimiento sobre la sociedad civil.
Jorge Familiar Haro, presidente del Consejo Directivo de Cemefi, señaló que México está pasando por una etapa de redefinición de las relaciones entre el gobierno y la sociedad civil, pero fue claro en afirmar que “México es más grande que cualquiera de los grupos que lo integran. El país nos pertenece a todos y debe ser un buen lugar donde todos podamos vivir”. En ese sentido, y a nombre del gobierno estatal, Margarita Sierra, titular de la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana de Jalisco, señaló que, si bien en el pasado las relaciones entre el Estado y la sociedad civil solían ser “inexistentes, tensas o desestimadas”, actualmente hay más espacios para que los ciudadanos “incidan en el diseño y puesta en marcha de políticas públicas”.
El encargado de inaugurar las actividades del congreso fue Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO y señaló que desde la universidad se reconoce la importancia de fortalecer las iniciativas empujadas por las organizaciones de la sociedad civil y favorecer su articulación. “En el Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector 2019 buscamos analizar los procesos de organización y generación de alternativas desde la sociedad civil, aspecto estratégico para resolver los problemas que enfrentamos como país”, dijo.
Una sociedad civil diversa y autónoma
Alberto Olvera Rivera, del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana, estuvo a cargo de la conferencia inaugural. El investigador señaló que los de ahora son tiempos particulares para hablar de la sociedad civil porque por primera vez “hay un gobierno federal que abierta y explícitamente desconfía de la sociedad civil y de cualquier otro tipo de mediación”. Esto ante las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho que detrás de las organizaciones de la sociedad civil hay intereses ocultos y grupos conservadores y opositores de su gobierno. Así, añadió Olvera, “hoy se reproduce la situación que pasábamos en los [años] noventa, por lo que debemos revalorar el papel de la sociedad civil y el rol que ésta debe jugar en el proceso de democratización”.
El investigador de la Universidad Veracruzana basó su reflexión en un recuento histórico del papel de la sociedad civil en el avance democrático del país. Destacó la creación, desde la sociedad, del IFE, el IFAI, los institutos de la mujer, diferentes organismos reguladores y diversas instituciones para garantizar derechos. Todo esto, detalló, derivó en alternancia del poder en 2000, con la llegada del panista Vicente Fox a la presidencia. Sin embargo, “pensamos que la democracia electoral resolvería los problemas del país, pero los años demostrarían que era una expectativa infundada”. Y es que, “la democracia es importante, pero no resuelve los problemas estructurales ni garantiza el ataque la desigualdad”, apuntó.
Olvera Rivera mencionó como una característica de la sociedad civil es que suele articularse para enfrentar a un enemigo común, pero también “una vez que se logra vencer el autoritarismo, surgen la diversidad de la sociedad civil y fracasa la unidad, porque la sociedad civil nunca es unitaria”.
El investigador describió dos características de la sociedad civil: la autonomía y la autolimitación y subrayó la importancia de luchar contra la desigualdad, para lo cual, es necesario democratizar a la sociedad, los sindicatos, las asociaciones de profesionales. Explicó que es necesario trascender de la visión particular e incidir en las políticas públicas. Y remató diciendo: “Un solo hombre no salva un país. Los países se salvan por sus colectividades”.