Juan Manuel Orozco, egresado de Filosofía y Ciencias Sociales de ITESO, afirma que pensar en preguntas y vías de acción posibles ante la crisis medioambiental es el primer paso a la transformación

Por Grecia Aldrete

¿Qué podemos hacer ante la crisis medio ambiental? es la pregunta que ha estado en la cabeza de muchos de nosotros.

En este punto de la historia es innegable que el cambio climático y la contaminación del medio ambiente representan una amenaza tanto para el mundo como para la supervivencia del ser humano. En México, según el Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales (SNIARN), se emitieron alrededor de 23.3 millones de toneladas de contaminantes de las cuales el 48,5% fueron causadas por la actividad humana.

«Es necesario nombrar el momento en el que estamos, las crisis y las carencias para encontrar las riquezas y capacidades que tenemos para que el mundo sea de forma distinta», apunta Juan Manuel Orozco, egresado de la licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales del ITESO, y quien a lo largo de su trayectoria profesional se ha dedicado a impulsar proyectos relacionados con la innovación social de la ecología y la cultura.

Para Juan Manuel, su formación en filosofía le dado un manera de existir en el mundo. Plantearse preguntas centrales para pensar qué nos toca como seres humanos, las aspiraciones y las respuestas, así como darle sentido a lo que sí se puede hacer. «Dejar de asumir la realidad como es, y pensar en la realidad como la podemos hacer es un paso muy grande en la transformación de la humanidad», afirma.

Diagnóstico participativo con jóvenes de la comunidad Arenas, en Comalcalco, Tabasco.

Para Juan Manuel, existen dos retos fundamentales para lograr esta transformación. El primero es cuestionar aquello que parecía garantizado y dejar de pensar que el planeta está «dado». El segundo es encontrar respuestas de lo posible, que fomenten la concientización y el consumo responsable, así como la búsqueda de alternativas factibles para el medio ambiente.

Desde su interés por la cultura medio ambiental, ha colaborado en diversos proyectos vinculados a la concientización social. Uno de ellos fue su participación en la serie web documental «El Tema», una idea original de Gael García Bernal y Pablo Montaño —también egresado del ITESO — y cuyo interés se centra en la crisis climática en México a través de las historias y experiencias de activistas medioambientales, defensores de derechos humanos, comunidades indígenas, académicos y organizaciones de la sociedad civil.

Juan Manuel fue entrevistado en «El Tema» sobre la construcción de la Nueva Refinería en Dos Bocas, Tabasco.

Actualmente es colaborador de Horizontes Creativos, organización social enfocada en experiencias de innovación social que acompaña grupos y personas de la región de la Chontalpa, Tabasco. Su trabajo de innovación política se enfoca en temas de calidad de la democracia, políticas públicas, construcción de paz y organización comunitaria.

Para el egresado, otro de los grandes retos a reflexión es considerar los asuntos de poder y violencia ejercidos sobre el medio ambiente y la comunidad. «La preocupación por intervenir y actuar sobre estas violencias, son un impulso que nos hace replantearnos la forma actual de existir. Esto nos ayuda a impulsar alternativas para cambiar nuestro modo de estar en el mundo y así cambiar esa violencia por libertad», señala.

Jóvenes campesinos extraen barro para la bioconstrucción con adobde en la Reserva Río Playa, Comalcalco.

La crisis pide resignificar nuestra postura como especie frente a otras especies. Se trata de desconocernos para conocernos de nuevo frente a un mundo que no solo es nuestro, pero que sí es nuestro hogar. El consumo insostenible de los recursos naturales representa la realidad que debemos ver desde una perspectiva de pérdida.

La crisis climática y ambiental es un problema que debería unir la humanidad. Enfrentarnos a esta crisis será otro de los desafíos importantes que debemos tomar como comunidad. Seguir en conjunto para poder seguir viviendo en el mundo en el que estamos, es no solo una responsabilidad individual, sino colectiva. En nuestras manos está transformar todas las grandes instituciones sociales para darles un sentido de responsabilidad frente al ecosistema y el medio ambiente.