El Café Scientifique y la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura celebraron sus aniversarios 14 y 20, respectivamente, con la presencia del neurocientífico Diego Golombek quien compartió con los asistentes algunos de los secretos que guarda el cerebro.

“La neurociencia es una de las formas de acercarnos a lo que somos. Y mucho de lo que hacemos o lo que somos tiene que ver con el cerebro”. Con estas palabras, Diego Golombek, biólogo e investigador de la Universidad de Quilmes, Argentina, abrió la charla “De cavernas y palacios: ¿Dónde está la conciencia en el cerebro?” en lo que fue la primera sesión de Café Scientifique de Otoño 2018.

La ponencia del neurocientífico engalanó la edición celebratoria de 14 años del Café Scientifique y del vigésimo aniversario de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO, registrada en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), como programa de competencia internacional.

“En los últimos 20 o 30 años aprendimos más sobre el cerebro que en toda la historia de la ciencia”, afirmó el investigador sin minimizar que desde hace más de 20 siglos los griegos ya estudiaban este órgano, considerado secundario durante una gran parte de la historia de la humanidad.

Después de la exposición Golombek los asistentes dialogaron con él. Preguntas como ¿cuál es la diferencia entre memoria y olvido? ¿cómo actúan los medicamentos sobre los neurotransmisores para solucionar enfermedades? y ¿cómo funciona sobre el cerebro el estado de meditación? dieron pie a que el argentino compartiera sus conocimientos y desmitificara algunas creencias respecto al cerebro, como aquella que dicta que sólo usamos el diez por ciento de nuestro cerebro o que los bebés que escuchan Mozart son más inteligentes.

Respecto a la teoría que indica que las personas utilizamos más uno de los hemisferios que el otro, señaló que “lo que sabemos seguro es que cada hemisferio cerebral controla el lado contrario del cuerpo, pero están en conversación constante.

“El ‘neuromito’ es que no tenemos un cerebro, sino dos: uno izquierdo y uno derecho. Y hay un montón de libros al respecto, sobre el hemisferio derecho siendo el emotivo, sensible, creativo y el izquierdo como el racional. Son exageraciones. Tenemos un solo cerebro que permanentemente funciona en conjunto. De hecho, hay un área a la mitad de los dos cerebros que se llama cuerpo calloso, que comunica permanentemente a los dos hemisferios”, compartió Golombek.

El científico aclaró que en la década de 1960 se probó una terapia para ciertos tipos de epilepsia, donde se separaban los dos hemisferios mediante un corte al cuerpo calloso. Esto facilitó que se pudieran hacer algunos experimentos con los pacientes que habían tenido dicha intervención, pudiendo identificar funciones diferenciadas entre hemisferios.

Una gran parte del trabajo de Golombek es la divulgación científica, campo en el cual ha destacado a nivel internacional al frente de actividades, programas y estrategias en televisión y medios impresos, además de ser autor de ensayos y textos científicos y dirigir la colección de libros de divulgación científica Ciencia que ladra…, reconocida como un hito a nivel latinoamericano en la materia.

Silvia Torres Peinbert, la primera mexicana en presidir la Unión Astronómica Internacional, es la invitada a la próxima sesión de Café Scientifique, el miércoles 3 de octubre a las 19:30 horas en Casa ITESO Clavigero.