En la tercera charla del ciclo Pensamiento jesuita, Ricardo Jiménez, SJ hablará sobre su experiencia como misionero en regiones árabe-bereberes y musulmanes.
POR COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL

Como parte de las charlas del ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad, el sacerdote Ricardo Jiménez, SJ conversará sobre su experiencia como misionero de la Compañía de Jesús en países árabe-bereberes y musulmanes.

Él es actualmente miembro de la Provincia del Próximo Oriente y del Magreb y conversará el jueves 19 de abril a las 18:00 en el Auditorio D1 con la comunidad universitaria. Tiene vasta experiencia en los países islámicos, y la convivencia con una población mayoritariamente musulmana.

En sus últimos años de trabajo ha vivido en países que pertenecen al mundo árabe-bereber (amazigha) del Norte de África. De 2000 a 2002, estuvo en el magisterio en Constantina, en Argelia; de 2002 a 2004, realizó sus estudios especiales de Árabe Clásico e Islamología, en el Cairo; de 2004 a 2009, dejó África para sus estudios de Teología y de Sociología de Religiones, en París, Francia; y de 2009 a la fecha, radica en Argel, capital de Argelia, trabajando con jóvenes universitarios y profesionistas.

El jesuita afirma que, aunque haya estudiado el Islam, no se considera islamólogo; y aunque haya estudiado las tres religiones monoteístas, tampoco se considera experto en el diálogo interreligioso. “En donde vivo, no tengo la costumbre de hablar de religión, ni del cristianismo, ni del Evangelio, ni de mi vocación sacerdotal y religiosa. Yo soy un jesuita de ‘terreno’. Anclado en la vida cotidiana del mundo universitario argelino”, afirma

Desde hace nueve años, su misión principal es la conversación humana e ignaciana, y de vez en cuando religiosa y espiritual, con jóvenes de entre 18 y 27 años, argelinos y argelinas, todos musulmanes. “Es en la ‘conversación’donde he descubierto que los otros son los que me han humanizado. Son los ‘otros’ –no cristianos- los que me han cristianizado”, confiesa. “Con los otros, sólo con los otros, podemos aspirar a más humanidad”.

El movimiento de humanización personal, dice, puede hacerse solo con la existencia del otro, por medio de la amistad, la convivencia, la reciprocidad, el encuentro, la hospitalidad. De hecho, la Iglesia Argelina, comparte, se autoproclama como la “Iglesia del encuentro”, la “Iglesia de la amistad”, la “Iglesia de la convivencia”.

Actualmente, el mundo islámico y árabe figura en los medios y redes sociales principalmente por cuestiones de su geopolítica regional e internacional; las confrontaciones entre lo religioso y la libertad individual y colectiva; la democracia; la situación de la mujer en derechos humanos; el extremismo religioso y su nexo con el terrorismo, entre otros conflictos, que crea antagonismo con la sociedad occidental.

Sin embargo, el jesuita mexicano compartirá en su charla también sobre ese mundo rico en arte, ciencia, arquitectura, sabiduría y espiritualidad.

“Nosotros solemos decir que con la experiencia de Iglesia en el Magreb surge un octavo sacramento: el sacramento del hermano”, comparte. “Esto quiere decir, que nuestra manera de hacer signo en Iglesia, en las sociedades musulmanes como las magrebíes, es haciéndolo precisamente con el sacramento de la convivencia, de la fraternidad, de la paz con justicia compartida”.