Ven en la investigación y la disminución de la pobreza la clave para que México se beneficie de la globalización.

La globalización plantea retos y oportunidades para todos los países del mundo. En el continente asiático, por ejemplo, Japón ha sabido explotar su desarrollo con una economía altamente tecnificada. Para Irlanda, invertir en la educación fue clave para mejorar sus indicadores de crecimiento, al igual que Chile, que desde hace años le apostó a la economía del conocimiento. Sin embargo, en el caso de México el desarrollo ha sido desigual, ya que no se ha logrado un crecimiento sostenido del PIB. “Si no hay crecimiento económico, no puede haber desarrollo”, afirmó Eduardo Antonio Revilla, coordinador de la Maestría en Mercadotecnia Global del ITESO, durante su participación en la sesión de la Cátedra Konrad Adenauer, que tuvo como eje central analizar el papel de México en el contexto de la globalización.

Antonio Revilla agregó que disminuir la pobreza e invertir en investigación son elementos clave para obtener los beneficios de la globalización.

Aunque se considera que la política exterior es una herramienta para el desarrollo, lamentó que, en el caso de México, esta política no esté vinculada al desarrollo y al crecimiento. “Nuestra política exterior ha perdido el rumbo. El reto más grande es la relación con Estados Unidos, y lo va a seguir siendo, pero con América Latina y el Caribe también tenemos un reto importante. No tenemos presencia firme en Asia, cuando Brasil y Chile han triplicado sus relaciones comerciales con aquel continente”, afirmó.

Guillermo Cambero, profesor del Departamento de Economía, Administración y Mercadología, advirtió que México debe trabajar en erradicar la corrupción, lograr una administración pública eficiente y profesional y elevar los estándares de la educación, a fin de aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización.

Señaló que indicadores del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y del World Factbook de la CIA, establecen que México se encuentra en onceavo primer lugar en producción de riqueza. “Las cifras nos dicen que México es un país rico, estamos en las grandes ligas. Somos también miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es decir, estamos dentro de ese club selecto de las grandes economías, como parte del efecto globalizador”, y añadió que a pesar de este panorama de bonanza “la repartición de la riqueza es catastrófica en nuestro país en repartición tal vez estamos en los peores lugares del mundo”.

Señaló que la ubicación geográfica del país hace de México un cruce de caminos natural entre continentes, por lo que “debemos adoptar una posición central en el mundo, dentro de los efectos globalizadores que vamos teniendo”.

Mientras que otros países crean muros, México está obligado a crear puentes con todas las naciones, [para] ser los actores principales de esta globalización”.