En la última sesión del semestre del ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad, David Velasco, SJ reflexionó sobre los elementos que constituyen una investigación pertinente en cualquier universidad jesuita.

Con casi 60 años de vida, la Universidad Jesuita de Guadalajara ya no puede ser considerada solamente como una institución abocada a la docencia.

Investigación

La historia de la investigación en el ITESO sigue construyéndose. Nueve programas formales de investigación, 93 profesores con un encargo específico —27 de los cuales pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI)— y 116 proyectos de en proceso, son algunas de las cifras que dan una idea del panorama actual.

“La investigación en esta universidad privada no solo es pertinente, sino fundamental para el desarrollo de su vocación de la búsqueda de la verdad, de analizar la realidad lo que nos rodea y ofrecer alternativas”, afirmó David Velasco, SJ, profesor e investigador del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del ITESO.

“Tenemos que meter en criba cuánto de eso que tenemos instalado y producido es fruto de esa sensibilidad a los graves problemas que nos rodean”, instó el investigador del SNI.

Acompañado por Jorge Narro, profesor del Centro de Formación Humana, el jesuita fue el encargado de cerrar este semestre el ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad, con el tema “De la pertinencia de la investigación, a la investigación pertinente”, el jueves 19 de noviembre en la biblioteca.

En opinión de Velasco, el ITESO tiene una importante tarea pendiente: generar equipos de trabajo verdaderamente interdisciplinarios con la capacidad de desembocar, por ejemplo, en Proyectos de Aplicación Profesional.

“Es, en parte, responsabilidad de los investigadores el que podamos socializar lo que investigamos, y no solo eso, sino también identificar inquietudes de los compañeros de las Unidades Académicas Básicas, de departamentos o centros”, dijo.

Recordó que un investigador, en palabras de Peter Hans Kolvenbach, SJ —quien fuera Superior General jesuita—, debe preguntarse en dónde tiene puesto el corazón.

Velasco también citó al actual superior de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, quien les ha pedido a los académicos preguntarse para qué y para quiénes investigan, cómo compartir dicho trabajo y quiénes resultan beneficiados.

Las problemáticas van primero, no los investigadores

Para dar luz a la investigación pertinente en el ITESO, Velasco enunció dos textos que pueden servir como referencia: el documento de la Promoción de la justicia en las universidades de la Compañía de Jesús, en el cual se establecen seis características de la investigación: se realiza desde los pobres y para los pobres; es interdisciplinaria; tiene contacto con obra social dentro y fuera de la Compañía; colabora en redes internacionales y tiene propuestas de incidencia política.

La segunda fue la propuesta de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina, que establece cuatro áreas preponderantes a la hora de investigar: marginalidad, discriminación y derechos humanos; salud pública; medio ambiente y desarrollo sustentable, y prácticas institucionales y políticas públicas.

“Para avanzar y caminar a esa investigación pertinente en el ITESO, lo primero no son las investigaciones y los investigadores; lo primero son las problemáticas. Hay que establecer qué problemáticas en nuestra región tienen mayor relevancia”. Foto Roberto Ornelas