El país reúne las condiciones ideales para aprovechar la tendencia reciente de las empresas, que buscan relocalizar sus operaciones e invertir en países cercanos a sus sedes principales para abaratar costos. Sergio Ríos, exfuncionario estatal y experto en comercio exterior, explicó en el ITESO las claves para comprender y aprovechar este “tsunami”

El nearshoring, que es como se conoce a la tendencia de las industrias trasnacionales a instalar sus líneas de producción en países cercanos a sus sedes principales para reducir costos, es una gran oportunidad para el crecimiento de la economía mexicana, al menos durante la próxima década. 

Así lo expuso Sergio Ríos Martínez, ejecutivo especializado en comercio exterior y quien fuera director general de Atracción de Inversión de la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno de Jalisco, durante la conferencia “México nearshoring, de ‘Made in China’ a ‘Made in México’”, convocada por la Maestría en Administración del ITESO (MBA) como parte de su formación continua para estudiantes y aspirantes denominada Lifelong Learning (LLL).  

Según Ríos, México tiene las condiciones óptimas para aprovechar esta relocalización industrial. “Tenemos mayor apertura comercial, una estructura económica mucho más diversificada y gente mucho más preparada”, afirmó. “Esto que se viene es un tsunami y ésta es la década de México”.  

Sin embargo, consideró que la inseguridad pública, el abastecimiento de energía y la corrupción en los trámites gubernamentales son algunos de los principales obstáculos que pueden hacer que México desaproveche la oportunidad que representa el nearshoring. 

Diez ventajas competitivas

El potencial económico de México es el principal factor que consideran las industrias para instalarse aquí. “El inversionista minimiza la parte política, que posiblemente tenga un costo, pero es la parte económica la que ve con mucho entusiasmo”, apuntó Sergio Ríos.  

En su conferencia, el exfuncionario estatal mencionó al menos 10 virtudes que tiene México para sacarle provecho al nearshoring 

  1. Crecimiento a futuro: según proyecciones, México será la octava mayor economía del mundo en 2050. Actualmente el país ocupa el puesto 15. 
  2. Tratados comerciales: México tiene acuerdos de libre comercio con 51 países, entre ellos el T-MEC o tratado con Estados Unidos y Canadá. 
  3. Liderazgo global en manufactura avanzada: por ejemplo, México es el cuarto exportador mundial de vehículos ligeros, el principal fabricante de pantallas planas en el mundo y el sexto proveedor de la industria aeroespacial de Estados Unidos.
  4. Logística: la cercanía con Estados Unidos permite que México pueda enviar manufactura a ese país en 24 horas.
  5. Parques industriales: nuestro país cuenta con más de 750 espacios de este tipo para albergar empresas de diferentes sectores. 
  6. Centros de investigación y desarrollo: compañías como Nissan, Mabe, Bosch o Intel tienen estos espacios en México, en los que trabajan miles de ingenieros locales. “Las empresas no ven a México como un lugar de mano de obra barata”, señaló Ríos. 
  7. Afinidad comercial y cultural con Estados Unidos: 60 por ciento de la producción industrial del país vecino depende de proveedores mexicanos. 
  8. Aumento de la inversión extranjera directa: en promedio, han crecido 12 por ciento anual las inversiones de empresas foráneas en México. Empresas como Tesla, BMW o Nissan ya anunciaron expansiones o nuevas inversiones en el país. 
  9. Demografía y territorio: México tiene una población con edad promedio de 26 años y su territorio es el décimo cuarto más grande del mundo, equivalente a la extensión de Alemania, Francia, España y Suiza juntos.
  10. Menores costos: según cálculos, el nearshoring reduce 20 por ciento los costos de producción y fabricación a las empresas. 

 

Inseguridad, el principal obstáculo  

En su conferencia, Ríos mencionó al menos cuatro desafíos que hace falta enfrentar para evitar que México desaproveche los beneficios económicos del nearshoring 

El exfuncionario del extinto fideicomiso ProMéxico afirmó que la seguridad pública es un foco rojo en varios estados de la República, lo que podría detener el desarrollo económico prometido por esta oportunidad.  

Otro punto en el que se debe trabajar es que las universidades capaciten mejor a sus estudiantes con contenidos que se actualicen permanentemente. “Muchas veces, el problema es que una universidad tiene programas de 5 años, pero de lo que no se dan cuenta es de que, en ese tiempo, el mundo cambió”, dijo. 

Un tercer reto es la política energética del actual gobierno federal, que ha limitado el autoabastecimiento y ha dejado sin energía a zonas como los parques eólicos de Querétaro. También falta agua en algunos sectores del país.  

Como cuarto y último obstáculo destacado, Ríos afirmó que existe corrupción en los trámites y permisos. Sin dar nombres, aseguró que hay municipios que piden millones de pesos en sobornos a las empresas interesadas en instalarse en parques industriales, motivo por el cual se pierden inversiones.  

El papel que juega Jalisco

De acuerdo con Sergio Ríos, Jalisco tiene varias ventajas para aprovechar el nearshoring: sus industrias exportan a 181 países, tiene un sector electrónico consolidado con más de 60 años de experiencia, se gradúan 9 mil ingenieros al semestre y las operaciones del Aeropuerto de Guadalajara han crecido al punto en que es el aeropuerto con más vuelos de carga del país. 

Sin embargo, el estado tiene dos problemas: carece de suficientes parques industriales para atraer a las empresas y también es afectado por la inseguridad pública.  

En el primer caso, Ríos afirmó que Quanta Computer, empresa proveedora de componentes electrónicos para Tesla, contempló invertir en Jalisco. Sin embargo, decidió instalarse en Nuevo León ante la falta de terreno para poner su producción.  

En el tema de la inseguridad, Ríos mencionó el caso de un empresario de origen europeo que conoció en su paso por Sedeco. Esta persona sufrió un asalto al visitar Guadalajara, lo que echó para abajo cualquier plan de inversión en el Estado.  

El programa Lifelong Learning es una iniciativa de la Escuela de Negocios del ITESO, dirigida a sus egresadas y egresados y orientada a brindarles oportunidades para profundizar en su campo profesional y compartir sus experiencias.

FOTO: Luis Macías