¿Qué hace el ITESO para que la tecnología y la ciencia respondan a las necesidades de la sociedad?

Un día presumí que, tras casi 28 años de andar por el ITESO, podría caminar por el campus con las luces apagadas. La realidad es que ni con la luz de día supe llegar a los edificios de la universidad donde se enseñan las llamadas ciencias duras o exactas. Hasta hace apenas unos días veía a estas licenciaturas ajenas al mundo de las ciencias sociales, aunque este texto, sobre la responsabilidad de la ciencia en el bienestar social, lo escribo en el teclado de una computadora mientras me engullo una ensalada de atún de lata, con fórmulas de conservación que un conocedor creó en un laboratorio.

También es verdad que las computadoras no resuelven todo; hasta hoy no han resuelto el acceso de todas las personas a una lata de atún.

El doctor en Agroecología y profesor investigador del Centro Interdisciplinario para la Formación y la Vinculación Social (CIFOVIS) del ITESO, Jaime Morales Hernández, resume el problema de la siguiente forma: “El mejor software no existe para quien no puede acceder a él”.

Más que la inclusión de más materias de ciencias sociales en las licenciaturas de ciencias duras, continúa el académico, falta que el pensamiento complejo –el que mira la realidad desde varias disciplinas—, sea un asunto transversal.

En opinión de Morales es un error pensar que la ciencia y la tecnología son buenas en sí mismas —una prueba es la bomba atómica—. La universidad es el mejor espacio para discutir cómo se generan, quién las financia, cuáles son útiles para cada contexto y cómo pueden ponerse al servicio de quienes las necesitan.

Varios especialistas afirman que los conocimientos científicos pueden hacer la diferencia entre un país maquilador, como México, y otro más independiente, que genera sus propios avances con mayor justicia.

En el ITESO existen algunas muestras sobre cómo las fórmulas y la ciencia generan bienestar social.

Una es el involucramiento que tuvieron varias carreras en la recolección y el análisis de datos en las comunidades de Mezcala de Asunción y San Pedro Itzicán, en la ribera del lago de Chapala. Ahí, la contaminación del agua habría provocado un ascenso importante de casos de insuficiencia renal y muertes.

El trabajo fue multidisciplinar, participaron integrantes de los departamentos de Matemáticas y Física (Maf), de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Desoj) y Estudios Socioculturales (Deso), de una egresada de Ingeniería Ambiental y estudiantes de la maestría en Derechos Humanos y Paz trabajaron en la recolección y análisis de datos, para la presentación del caso en la XII Audiencia del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), del 22 al 26 de octubre de 2018.

Liderada por el profesor investigador Carlos Peralta, del Desoj, la investigación, concluyó que en la información sobre las condiciones del lago de Chapala que tiene la Comisión Nacional del Agua —nada menos— existen inconsistencias y cifras duplicadas y que el acuífero alberga niveles de contaminación “muy por arriba” de los que permiten las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) e internacionales.

La universidad ofrece otros varios proyectos de aplicación profesional donde las ciencias duras y las no tan duras conviven en armonía.

 

No hay ingenieros no humanos

DAVID OCHOA GONZÁLEZ
Coordinador de Ingeniería Mecánica

“Las exactas también son humanas”. Así decía una pinta en la Universidad Federal de Santa Catarina, en Florianópolis, Brasil, donde David Ochoa hizo su doctorado, y así resume este académico la falsa separación que, se cree, existe entre las ciencias exactas y las humanas. “No conocemos a nadie que haga ingeniería que no sea humano”.

En cambio, la idea de que hay un divorcio disciplinar sí puede hacer parecer a la ciencia inalcanzable y eximirla de la realidad humana.

“Todas nuestras acciones contribuyen o entorpecen la justicia social ¿Cómo hacemos para tomar las riendas de estas tecnologías para que respondan a las necesidades de una sociedad más justa?”, se pregunta y concluye: “Quizás cuando la sociedad, con una diversidad de cosmovisiones, se apropie de la tecnología”.

Recuerda que, a través del Fablab, un laboratorio de fabricación digital, el ITESO intenta “sacar a la ingeniería de las universidades”.

Hoy, el proyecto tiene un espacio en el Cerro del Cuatro; un local con máquinas de plotter, impresora y cortadora láser, accesibles a las personas del barrio. El sueño, es la reconstrucción del tejido  social y la generación de empleos a través de la transferencia del conocimiento.

“Inges” con identidad humanista

GABRIELA GALLEGOS ROMERO
Profesora del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU)

Las personas creen que los ingenieros y arquitectos son cuadrados y aportan poco a la justicia social. No es así, afirma la profesora Gabriela Gallegos.

En el PAP Laboratorio de innovación y diseño sustentable para la vivienda, “hacemos una reflexión continua de nuestra aportación a la calidad de vida de las personas”. Ahí, tras el 2º Congreso Internacional Sobre Sustentabilidad en los Hábitats, que se realizó en septiembre de 2018, en el ITESO, surgió el prototipo para la construcción de una vivienda sustentable que se adapta al territorio, contexto y necesidades de una familia de Tequila, Jalisco.

Financiada por la Fundación Beckmann y hecha a partir de materiales como el bagazo del agave, los 14 estudiantes del PAP le pondrán números y mezcla a la Casa Celosía, del despacho Savage y Bárcenas, que resultó el ganador tras una convocatoria.

En este PAP participan estudiantes de Diseño, Ingeniería Financiera, Mercadotecnia, Arquitectura e Ingeniería Civil. A decir de la coordinadora, el trabajo en el campo cambia su mirada de la realidad: “Desde que se integran, podemos ver cómo se va formando su identidad humanista”.

 

Cuando la tecnología funciona no lo notas

VÍCTOR HUGO ZALDÍVAR CARRILLO
Director del Departamento de Electrónica Sistemas e Informática

La principal característica de la tecnología es que cuando funciona bien no lo notas, afirma el director del Departamento de Electrónica Sistemas e Informática del ITESO (Desi), que acuerpa las ingenierías en Sistemas Computacionales, Electrónica, en Empresas de Servicio y en Seguridad Informática y Redes. Recuerda que algunos avances que mejoran la calidad de vida que se le vienen a la mente son la automatización de procesos para la reducción de los trámites administrativos, la salud pública y el acceso a la información por los ciudadanos comunes.

En estos momentos, en conjunto con una empresa, el ITESO desarrolla un dispositivo móvil para una prueba de tuberculosis en la saliva y sangre, para detectar infecciones en personas que puedan estar en cualquier lugar del mundo.

El doctor Zaldívar enumera que el DESI diseñó los sensores que miden los niveles de oxígeno, dióxido de carbono, ozono, temperatura y partículas suspendidas del proyecto Anillo Primavera, del DHDU.

“Buscamos que la investigación sea vinculada. Eso nos obliga a pensar siempre en un beneficiario social”. En su opinión, la mayor parte del estudiantado es sensible a las necesidades sociales. Durante 2018, el hackatón giró sobre la seguridad alimentaria, por sugerencia de la comunidad del DESI. El Hackatón es una actividad de 24 horas, con la colaboración de la Sociedad de Alumnas y Alumnos, cuyo reto consiste en desarrollar una aplicación que resuelva un problema social.

El nutriente social se llama conciencia

RAQUEL ZÚÑIGA ROJAS
Coordinadora de Ingeniería de Alimentos

Varios estudiantes de Ingeniería en Alimentos y uno de Ingeniería Mecánica trabajan juntos con un propósito de interés superior, el acceso de niños en pobreza al más básico de los derechos humanos: los alimentos con nutrientes. Sin estos, el cerebro no se desarrolla.

La coordinadora de Ingeniería en Alimentos, Raquel Zúñiga Rojas, narra que el proyecto comenzó en 2017 y, por su importancia, obtuvo el Reconocimiento Pedro Arrupe, SJ el equipo enriqueció dos productos que ya ofrecía el Organismo de Nutrición Infantil (ONI).

También creó algunas fórmulas que, literalmente, se hacen puré en la planta procesadora del Banco Diocesano de Alimentos de Tepatitlán, que es parte de la iniciativa Jalisco Sin Hambre. La institución recibía un excedente de fruta y hortalizas que se echaban a perder, algunas se hará papilla; otras, se deshidratarán con energía solar y al mismo tiempo, muchas familias que necesitaban frutas y hortalizas las incorporarán en su dieta diaria (Lee más en la página 2).

Desde que comenzó, en agosto de 2005, la licenciatura ha trabajado en esa línea, afirma la doctora Zúñiga, testigo del trabajo de quienes estudian o egresan de Ingeniería de Alimentos existe un proceso de transformación que va más allá de la formulación de comida, incluye un nutriente vital: se llama conciencia social.

 

PAP PARA LA JUSTICIA SOCIAL

Anillo Primavera. Este Proyecto de Aplicación Profesional ha generado algunas alternativas de consolidación del área de amortiguamiento y transición del bosque La Primavera. Hoy se trabaja en el funcionamiento de la red de monitoreo para la calidad del aire y la prevención temprana de incendios; el monitoreo de la fauna, y el diseño y construcción de senderos interpretativos, entre otras acciones.

Nuevas formas de movilidad para la vida. Desarrolla tecnologías que propicien mejores relaciones sociales y ambientales. En estos días se trabaja en la generación de una patente de movilidad tribológica (fricción, desgaste y lubricación), mediante un prototipo a escala.

Tecnología apropiada para la generación de sistemas constructivos. Desarrolla procedimientos constructivos desde el sistema estructural de las viviendas con un enfoque de sustentabilidad que beneficiará a personas en condición de pobreza.

Desarrollo tecnológico para la sustentabilidad ambiental, energética y alimentaria. Genera estrategias para solucionar algunos de los problemas asociados al Cambio Climático. Investiga humedales, tratamiento de aguas residuales y el progreso de las políticas al respecto.

Apoyo al desarrollo tecnológico de la industria. Trabaja con el Organismo de Nutrición Infantil (ONI) en el análisis y la mejora de fórmulas lácteas para infantes con desnutrición.
Proyecto de ingeniería financiera para la creación de modelos de negocio y análisis de viabilidad en áreas tecnológicas, agroforestales, agropecuarias y de agricultura.