Inauguran planta procesadora de alimentos como parte de la iniciativa Jalisco Sin Hambre. El proyecto prolongará la vida útil de frutas y verduras y contribuirá a una mejor alimentación de personas en condición de pobreza.

Andrea cursa el quinto año de primaria y, dice, que de grande le gustaría “ser doctora de viejitos”, tiene otras dos hermanas y un hermano, todos dependen de Verónica Alonso quien trabaja limpiando plástico para ser reciclado, su sueldo sólo les alcanzaba para tener dos comidas al día principalmente frijoles, huevos y papa, en su casa no había frutas y, verduras. Esto cambió hace un mes, ahora es una de las beneficiarias del Banco Diocesano de Alimentos de Tepatitlán.

Los integrantes de esta familia pertenecen a las más de dos millones de personas que viven en pobreza en Jalisco y carecen de ingresos suficientes para adquirir la canasta alimentaria.

Este dato fue citado por María Alicia Peredo, directora general de la región occidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) durante la inauguración de la planta procesadora de frutas y verduras del Banco Diocesano de Alimentos de Tepatitlán, proyecto que es parte de la iniciativa Jalisco sin Hambre, en la que participa el ITESO.

La planta permitirá prolongar la vida útil de frutas y verduras, reduciendo hasta en un 60% la merma de los alimentos que reciben los bancos de alimentos ya que serán transformados en purés y concentrados sin conservadores, esto les dará más tiempo de vida sin necesidad de refrigeración.

“Nuestro proyecto transforma el modelo de operación de los bancos de alimentos de Jalisco para pasar de instituciones de asistencia y promoción humana a bancos orientados a la superación activa de la pobreza por parte de sus beneficiarios”, dijo Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO en la inauguración que se celebró el miércoles 20 de febrero.

La transformación de la que habló el Rector de la Universidad Jesuita de Guadalajara incluye –además de la planta experimental procesadora de fruta y verdura– una plataforma informática que optimiza la toma de decisiones en procesos como el transporte y la calificación de donaciones; una iniciativa de ley que diseñó el Observatorio Legislativo del ITESO, y que aprobó el Congreso de Jalisco, que ofrece estímulos fiscales a los Bancos y destina una proporción del presupuesto a apoyar el trabajo de jornaleros agrícolas en un esfuerzo para que la cantidad y calidad de las donaciones a los bancos de alimentos aumenten.

Además de un modelo de superación de pobreza para que 64 mujeres emprendan proyectos productivos con el apoyo de Jalisco sin Hambre y la Fundación CEMEX.

Luis Arriaga, SJ, destacó la participación de la sociedad civil, los empresarios, el gobierno e instituciones académicas para diseñar y desarrollar soluciones a uno de los retos de la entidad.

“Para el ITESO, como universidad jesuita, participar en este tipo de proyectos es una prioridad pues como decía el padre Kolvenbach, quien fuera superior de la Compañía de Jesús, nuestras instituciones de educación superior están llamadas a ’vivir dentro de una realidad social… y a vivir para la realidad social, a iluminarla con la inteligencia universitaria, a emplear todo el peso de la universidad para transformarla’.

“La inauguración de esta planta es una confirmación de que avanzamos en ese sentido y un aliento para seguir adelante. Por eso es motivo de agradecimiento, alegría y orgullo”.

En la inauguración de la planta estuvieron presentes también Arturo González, del Centro de Diseño Electrónico del Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara; María Elena de Anda Gutiérrez, presidenta municipal de Tepatitlán; y Alfonso Pompa, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología del gobierno del estado de Jalisco.

Del ITESO asistieron también Catalina Morfín López, titular de la Dirección General Académica, y Francisco Urrutia de la Torre, coordinador de la Comisión de Investigación y Posgrado.