El Proyecto Saguaro de Gas Natural Licuado (GNL) amenaza la biodiversidad del Golfo de Baja California, donde se convertiría en la principal causa de muerte de las siete especies de ballenas que habitan en México

Por Diana Alonso

El proyecto mata ballenas. Así se le conoce al Proyecto Saguaro, una infraestructura con la que la empresa texana, Quantum Capital Group busca atravesar el norte de México para exportar gas fósil a Asia, después de que las normas en su propio país negaran su construcción.  

“El gas no es limpio. Desde que lo extraen, están contaminando. Cuando lo trasladan, cuando lo procesan, cuando se consume, se vuelve a contaminar. No hay cómo hacer un proyecto de gas que no sea contaminante”, dijo Pablo Montaño, egresado del ITESO y coordinador de la organización ambientalista Conexiones Climáticas el pasado jueves 6 de febrero en la conferencia “Campaña Ballenas o gas”, en el auditorio D2. 

Esta empresa tiene la intención de extraer gas metano por medio del fracking (una práctica con severos impactos ambientales), para después transportarlo por un gasoducto de más de 800 kilómetros, hasta el Puerto Libertad, donde buques de 300 metros de largo (12 ballenas azules adultas), lo trasladarían a Asia, cruzando a lo largo del Golfo de California.  

“El acuario del mundo”, es el nombre que el oceanógrafo Jean Cousteau le dio a este golfo después de verse deslumbrado por su gran diversidad biológica. Hogar de la vaquita marina y declarado Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO, posee el 38% de las especies de mamíferos marinos del mundo y el 85% de los mamíferos marinos de México. 

Según Montaño, en la actualidad no existe infraestructura en este golfo que permita el tráfico marítimo pesado, lo que ha permitido que las 14 especies de cetáceos que hay en esta región sigan disfrutando de la calidez de estas aguas, un espacio crucial para su reproducción. 

Según estudios, los choques con embarcaciones son la principal causa de muerte de las ballenas a nivel mundial. “No es lo mismo circular una camioneta pick up gigantesca afuera de una escuela primaria, lo cual ya es una imprudencia, a subirla en el patio del recreo”, comparó.  

Además, estos barcos son sumamente ruidosos, lo cual afecta directamente a la forma en la que algunos cetáceos interactúan. “Lo usan para reproducirse, para cantarle a sus crías, para encontrar alimento, para advertirse de riesgos. Una ballena requiere del sonido para poder comunicarse, para poder existir básicamente” 

Su implementación también perjudicará a los pescadores, ya que sus zonas de trabajo se verían reducidas, y al turismo, por la modificación del paisaje y la desaparición progresiva de las especies que atraen a los visitantes. 

“Hemos hecho una campaña digital fuerte, hemos hecho activaciones”, añadió mientras compartía en la pantalla del auditorio fotografías del Ballena Fest, manifestación que sucedió el pasado 29 de enero, donde entre pancartas, personas vestidas de ballenas y dibujos hechos por las infancias, representantes de 30 organizaciones entregaron a Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente, una carta con la petición de la cancelación del proyecto.  

“Hay que llamar a la movilización porque estamos en un buen momento para frenarlo. El proyecto Saguaro no existe”. 

Invitó a la comunidad estudiantil a movilizarse y a generar propuestas dentro y fuera de la universidad. Señaló que las grandes problemáticas sociales pueden ser abrumadoras, pueden hacernos sentir pequeños e impotentes, como sucede con la crisis climática. Sin embargo, si enfocamos la indignación en confrontar aquello que nos parece injusto, juntos podemos hacer grandes cambios. 

Apoya a las ballenas y firma la petición. También puedes consultar con qué acciones puedes contribuir en Ballenas o Gas. 

 

FOTO: Zyan André