El campus ITESO vivió dos días de intensa actividad relacionada con la prevención, las consecuencias y los nuevos hallazgos en torno al VIH, a través de la campaña PostVIH+ Soy parte de la respuesta.

“¿Cómo voy a ser yo un foco de infección o una bomba biológica?”, se preguntó Rubén cuando a sus 16 años fue diagnosticado como VIH positivo.

Un voluntario muestra en la cafetería central de ITESO cómo debe colocarse correctamente un condón

Un voluntario muestra en la cafetería central de ITESO cómo debe colocarse correctamente un condón

“Ahí me di cuenta de que en realidad cada uno somos responsables de nuestra sexualidad; nadie más va a cuidar de nuestra sexualidad más que nosotros. Yo no puedo decir que me infectaron, porque yo también tuve parte, no de la culpa, sino de la responsabilidad de utilizar o no un condón”, comentó el joven de ahora 19 años, durante la conversación “Diferencias, retos, aprendizajes y experiencias de personas diagnosticadas con VIH, entre 1985 y 2012”, celebrada el martes 22 de septiembre en la Plaza de los 50 años del ITESO.

El asunto de la “responsabilidad compartida” fue acuñado durante la Cumbre Mundial de Líderes que Viven con VIH/SIDA, celebrada en 2008 en la Ciudad de México.

“Este concepto se refiere a que yo como persona que vivo con VIH tengo el derecho a mantener mi diagnóstico confidencial…, pero la otra persona [con la que tendré relaciones] tiene su derecho de exigirlo, y ahí es donde se da la responsabilidad compartida”, explicó Luis Fernando, otro de los participantes en la charla.

Guillermo, el tercer participante de esta actividad, recordó que cuando fue diagnosticado, a mediados de los 80, poco se sabía acerca de esta enfermedad.

“Se sabía que estaba en África, que había en Estados Unidos algunos casos esporádicos y se consideraba como sinónimo de muerte. No había esperanza, ni medicamentos, solo era SIDA y te vas a morir. Supuestamente en México estaba muy lejos de que llegara el VIH”.

A 30 años de aquel diagnóstico y de haber superado los pronósticos, Guillermo les contó a los asistentes de la existencia de lugares clandestinos para mantener relaciones sexuales sin protección, en los cuales se llegó a topar con muchos hombres casados, por lo cual les insistió, principalmente a ellas, que exigieran sus derechos.

“Mujeres, exijan el condón, no lo pidan, no lo rueguen, exíjanlo”.

Cuidarse e informarse, siempre una prioridad

Quienes pasaron por alguno de los stands que se montaron en el pasillo principal del ITESO los días 22 y 23 de septiembre, probablemente se toparon con alguna de las cinco actividades que ahí se montaron para brindarle todo tipo de información a los universitarios e, incluso, realizar una prueba rápida de detección de VIH, cuyas aplicaciones se agotaron desde el primer día.

También hubo una exposición de carteles que contenían información relacionada con los importantes avances que hay en la actualidad para tratar a las personas que viven con VIH, ampliando por décadas su esperanza de una vida plena.

En dichos carteles también se podía leer acerca de los avances científicos relacionados con la búsqueda de una vacuna, la prevención a través de métodos como la Profilaxis post exposición [aplicación de medicamentos durante las primeras 72 horas después de un posible contacto con el virus], la erradicación del contagio de una madre a su bebé o los factores médicos y personales que se deben considerar para empezar una TAR (Terapia AntirRetroviral).

Los universitarios se toparon además con voluntarios que recorrieron el campus para mostrar el uso correcto de un condón, un juego de preguntas, paquetes con accesorios e información preventiva, un juego de serpientes y escaleras y una mesa con preservativos y lubricantes.
Todas estas acciones formaron parte de la actividad Post VIH+. Soy parte de la respuesta, la cual organizaron la asociación VIHas de Vida y el Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles del ITESO. Texto Dayanara Piña Foto Roberto Ornelas