Un producto que idearon en la cocina de su casa, podría transformar la industria de los empaques o limpiar las costas del sargazo. Por este invento Rodrigo Martín Barrientos, Daniel Díaz Tazzer Herrerías, Amador Duarte González y Ricardo Muttio Limas, obtuvieron el Premio Nacional FedEx Crece tu Pyme 2019 por el desarrollo de Biocel, una alternativa biodegradable del unicel.

En una cocina y con una olla exprés cuatro egresados del ITESO de distintas carreras comenzaron a preparar lo que hoy es Biocel, una mezcla de residuos agroindustriales y filamentos de hongo que dio como resultado un embalaje sustentable, asequible y funcional.

Por esta alternativa biodegradable de empaque, la empresa Radial Biomateriales, integrada por los egresados Daniel Díaz Tazzer Herrerías, de Ingeniería Ambiental, Rodrigo Martín Barrientos, de Ingeniería Financiera; Amador Duarte González y Ricardo Muttio Limas, de Arquitectura, recibió en mayo de este año el Premio Nacional FedEx Crece tu Pyme 2019. Hecho a partir de residuos agroindustriales y hongos, Biocel comparte las cualidades del unicel tradicional, absorbe impactos para proteger productos, es ligero y aislante; la enorme diferencia es que es un producto 100 por ciento vegetal.

Amador Duarte, egresado de Arquitectura, explica que la idea es que si recibes una computadora en tu domicilio “puedas sacarla del empaque, romperlo, tirarlo a tu jardín y en menos de 30 días, el embalaje se integra al suelo y se convierte en abono. El consumo responsable ya no es una moda, es el reflejo de una realidad”.

Radial Biomateriales es una empresa constituida en 2018, pero su empeño en el desarrollo de productos que cuiden el ambiente data de al menos cinco años atrás, cuando los itesianos ya experimentaban con diversos diseños de bioproductos.

En 2017 un kit de cultivo de setas que ofrecieron para uso doméstico, fue el producto que germinó la idea de Biocel. Los jóvenes se dieron cuenta que, al finalizar su vida útil, el sustrato de hongos se solidificaba y con esa propiedad en mente, se fueron a la cocina a experimentar.

El hallazgo más importante que observaron “fue el micelio del hongo, una red de microfilamentos muy densa y que sirve como aglutinante”, recordó Ricardo Muttio.

El equipo multidisciplinar de ingenieros y arquitectos complementó sus conocimientos con asesorías y cursos presenciales y en línea en biotecnología, micología, mecánica, administración, gobierno corporativo y obtención de fondos gubernamentales. Contaron con el apoyo de la Materioteca ITESO y trabajaron en el Laboratorio de Ingeniería Civil, bajo la tutoría del profesor Nayar Gutiérrez Astudillo. También recibieron capacitación en temas legales, de propiedad intelectual, marca y prototipos, por el Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (Cegint) del ITESO.

Hoy, Radial Biomateriales, cuenta con un laboratorio de microbiología, una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y premios locales y nacionales. El más reciente, el Premio Nacional FedEx Crece tu Pyme 2019 por que recibieron 475 mil pesos, en mayo pasado, para continuar con su emprendimiento.

Una opción de economía circular

La producción de este biomaterial se puede adaptar a cualquier región para incidir en la economía local. Los itesianos usan el bagazo del agave como materia prima, porque es uno de los residuos agroindustriales más abundantes en Jalisco.

En Veracruz podrían utilizar la caña de azúcar y en Chiapas los residuos del café. Si este proyecto emigrara a China, la paja de arroz sería la materia prima, por ejemplo. Ricardo Muttio explica que otra ventaja de Biocel es que puede producirse de materiales biológicos contaminantes, como el caso del sargazo, ya que es una excelente fuente de celulosa para el hongo. “Definitivamente podríamos generar una solución para las costas de nuestro país, que es una problemática económica y de turismo muy fuerte”.

“Ya no necesitamos grandes fábricas y grandes cantidades de petróleo para hacer materiales o productos. En lugar de minar y explotar los recursos, los cultivamos. Son organismos vivos los que generan los nuevos materiales”, afirmó el arquitecto.

“La idea de nuestra empresa no es cambiar al mundo. El mundo está bien, lo que está mal son nuestros hábitos. Queremos dar opciones sustentables a las personas para que a través de sus hábitos de consumo puedan entrar a una economía circular”, continuó Muttio.

La sustentabilidad desde su formación académica

La sustentabilidad es el común denominador de las ideas y proyectos de Radial Biomateriales. Este enfoque es una de las mayores enseñanzas que les dejó el ITESO.

“Las clases tienen un enfoque humano y de responsabilidad socioambiental, entonces, todas las soluciones que pensábamos tenían ese toque. Nos resultaba algo muy natural. Ya no puedes pensar en arquitectura o economía o en cualquier otra cosa si no piensas también en el ambiente”, dijo Ricardo.

Próximamente, la empresa escalará la producción del unicel biodegradable a nivel industrial para satisfacer la demanda de este sector.

Buscan adaptar este mismo material para aplicaciones en la construcción y en otros desechables.  Los egresados también trabajan en la investigación y el desarrollo de un sustituto de maderas aglomeradas y un cuero vegetal hecho a partir de hongos para la fabricación de cinturones, carteras o mochilas.

Aunque sus principales desarrollos son basados en hongos, los jóvenes no descartan empezar a experimentar con otros organismos vivos, como algas, levaduras o bacterias. Al momento, la empresa busca vincularse con centros de investigación, instituciones y laboratorios que sumen herramientas para continuar con el desarrollo de biomateriales.