La gestión integral del agua para Jalisco, y en particular para la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y Los Altos, debe dejar de ser un discurso para convertirse en un modelo efectivo que atienda la urgente necesidad de realizar una verdadera gestión sustentable del vital líquido.

Se pueden distinguir dos visiones o modelos que buscan atender los problemas relacionados con el agua: el modelo predominante, que se orienta principalmente a la construcción de grandes obras de infraestructura hidráulica para el abastecimiento y el saneamiento del agua, y el alternativo, que se dirige a una gestión sustentable que contempla el ciclo social y natural de las aguas en su diversidad de contextos locales y regionales.

agua

La comunidad académica del ITESO, desde hace más de una década, ha difundido en diversos medios y espacios públicos las investigaciones, hallazgos, artículos y libros de sus académicos, con su postura y propuesta por una gestión integral sustentable del agua, que incorpora necesariamente una relación de respeto a los ciclos naturales y que se implementaría favoreciendo la justicia y la paz social, así como la participación democrática.

En este proceso, la universidad también ha estado cerca de organizaciones sociales, comunidades afectadas y, asimismo, ha participado en espacios oficiales, institucionales y académicos que tienen como tema de trabajo y análisis el agua en los diferentes usos y servicios que provee a la sociedad y al medio ambiente.

El metabolismo de las ciudades y su crecimiento han aumentado su necesidad de agua, pero antes de construir presas y acueductos, los expertos del ITESO han insistido en mejorar al máximo la eficiencia y el cuidado de las fuentes empleadas, es decir, recuperar el agua potencialmente disponible a través de la restauración ambiental, la reducción de su consumo en todos los sectores, el mejoramiento de la calidad del agua potable y el mantenimiento óptimo de las redes de conducción.

Esto incluye sanear el 100% de las descargas, evitar la contaminación de cuerpos de agua y acuíferos, cuidar las áreas de recarga, controlar las concesiones de extracción de agua, reusar aguas tratadas e instalar dispositivos ahorradores, entre otras acciones que aumentarían el volumen de agua disponible mientras se administra la demanda.

A partir de estos argumentos y ante la coyuntura actual, se presentan las siguientes consideraciones:

El conflicto por el agua de la cuenca del río Verde, donde la presa El Zapotillo y el acueducto El Zapotillo-León son considerados piezas centrales para las necesidades de abastecimiento de la ciudades de Guadalajara y León, pero dejan en segundo lugar de importancia los municipios de la región alteña y sus implicaciones sociales, por un lado conlleva la inundación de tres poblaciones, y por el otro pone punto final a las necesidades de acceso y disponibilidad de agua superficial para los distintos usos en Los Altos, mientras se acentúa la sobreexplotación de sus aguas subterráneas.

Es importante que el Gobernador Aristóteles Sandoval y las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acudan con los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, para explicarles directamente la situación actual y futura de la presa El Zapotillo

La construcción y operación de esta infraestructura hidráulica –articulada a las presas de El Salto y El Purgatorio y quizás algunas más en el futuro– se limita a la captación y conducción de aguas superficiales para uso exclusivo público urbano, lo cual dista de ser un manejo integral y sustentable con perspectiva regional de ciclo e interdependencia campo-ciudades. Ante escenarios de estrés climático y disminución de lluvias, las ciudades de Guadalajara y León buscan aumentar sus reservas de agua disponible, mientras que en esta relación con las dos urbes, Los Altos (sus municipios, habitantes y productores) merman sus aguas, pagan el costo socioambiental de este modelo y comprometen su patrimonio.

En este contexto, el proyecto del Gobierno de Jalisco para constituir un Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua con carácter vinculatorio, tiene como desafío transitar del modelo de construcción de obras hidráulicas hacia un modelo de gestión integral sustentable. El reto no es menor.

Es importante que el gobernador Aristóteles Sandoval y las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), acudan con los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo a explicarles directamente la situación actual y futura de la presa El Zapotillo y las implicaciones de las decisiones técnicas para los habitantes, así como invitar a sus representantes e incluir los intereses de esas comunidades en la conformación del Observatorio.

Además de las proposiciones del Gobierno del Estado, algunas de las propuestas que los expertos del ITESO hacen para este Observatorio son:

  • Construir un nuevo modelo de gestión del agua que integre los ciclos ambientales del líquido, los recursos forestales y agrarios, fundado en las mejores prácticas internacionales y sin perder de vista las circunstancias regionales. Impulsar la creación una cultura de la responsabilidad del uso de este recurso.
  • Requerir que la Conagua y la Comisión Estatal del Agua expliquen detalladamente a la sociedad y a las autoridades municipales de Los Altos y todo el estado los planes, proyectos y políticas del agua que están previstos para la región alteña, haciéndoles partícipes en una toma de decisiones informada.
  • Garantizar el abasto de agua donde no la reciben en ZMG y otras zonas de Jalisco, particularmente en la región de Los Altos que debe ser claramente favorecida con la presa.
  • Detener el deterioro y la sobreexplotación de las aguas superficiales y subterráneas de Los Altos y de la ZMG, exhortando a los otros estados a que hagan lo propio para recuperar la sustentabilidad regional en el uso del recurso.
  • Desarrollar un plan de gestión para el tratamiento del lago de Chapala como un lago vivo, que garantice el caudal ecológico del vaso lacustre.
  • Revisar el funcionamiento integral de la infraestructura hidráulica de la ZMG y de proyectos inconclusos, previamente a la construcción de nueva infraestructura.
  • Extender a los productores agropecuarios la implementación de infraestructura y modelos de producción eficiente en el uso del agua, así como los ajustes a los convenios de distribución de aguas para que sean más equitativos entre los distintos usos.
  • Desarrollar políticas públicas para que los organismos responsables de la administración constituyan programas de ahorro, mejor distribución y mayor eficiencia de las fuentes de agua ya existentes, así como programas de recuperación de los acuíferos de Los Altos y de gestión del agua subterránea de la región de la zona metropolitana de Guadalajara.
  • Aplicar los lineamientos de las mejores prácticas internacionales en lo referente al asesoramiento autónomo de organizaciones expertas en procesos de gestión del agua, que favorezcan el suministro de agua potable para todos, la gestión económica y ambiental sustentable, la generación oportuna de consensos sociales, la difusión de información, el establecimiento de procedimientos eficientes y efectivos, la integración de las diversas visiones técnicas y la evaluación de los procesos.
  • Proponer y cooperar con los organismos responsables para que cuenten con un plan de contingencia ante sequías.
  • Dar seguimiento puntual a las acciones que protejan los derechos humanos y la búsqueda del bienestar presente y futuro de los pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, y a los posibles impactos socio-económicos y conflictos sociales que se deriven de las decisiones técnicas y políticas de la Conagua de construir la presa El Zapotillo.
  • Cuidar la transparencia en las decisiones, en las inversiones y en el uso de los recursos para la gestión del agua.
  • Incorporar al Observatorio la figura de un Auditor, con prestigio  internacional y alta solvencia moral, el cual trabaje de manera autónoma dando seguimiento, evaluando y comunicando  los resultados del avance de la gestión, los proyectos, las obras y los contratos que puedan derivarse de la gestión integral sustentable del agua.
  • Realizar una convocatoria ciudadana amplia y plural, que garantice la participación de todos los sectores ciudadanos involucrados en la gestión del agua, incluyendo poblaciones afectadas, organismos sociales de la región conocedores del tema, centros de investigación, universidades y grupos internacionales de expertos.

Al darle transparencia a los objetivos del Observatorio y agilidad a los acuerdos públicos, se favorecerá la participación ciudadana y se fortalecerá la confianza social en las instituciones. Con lo aquí expresado, el ITESO se mantiene en el espíritu de colaboración, bajo la sanción ciudadana, con la esperanza de construir juntos el modelo de gestión integral sustentable del agua que se merecen los jaliscienses y que es imprescindible para las generaciones venideras.