El ITESO premió tres proyectos: uno de apoyo psicológico a personas con bajos recursos, otro de asesoría a empresas y otro dedicado a la regeneración de barrios.

“El ITESO, a través de su trabajo [en los Proyectos de Aplicación Profesional], puede cumplir con su misión”, dijo Juan Luis Orozco, SJ, Rector del ITESO, a los alumnos y profesores ganadores del Premio Pedro Arrupe, SJ 2013.

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Los ganadores del Premio Arrupe 2013 posaron junto a algunos de los ciudadanos beneficiados por los proyectos emprendidos desde el ITESO

“Sin ustedes, nuestro compromiso sería solo palabras al viento”.

Este premio se ha otorgado desde 1994 a los PAP y voluntariados que sobresalen por su calidad académica y aporte social, por el desarrollo de competencias socio-profesionales y por la innovación, investigación o intervención social que conllevan, así como su apego a las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI) y al sentido ignaciano de la solidaridad y la justicia.

En su edición 19, cuya ceremonia de premiación fue el martes 29 de abril en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, el galardón del mismo nombre se entregó a los PAP “Haciendo barrio, construyamos junto con la gente”; “Psicología de la salud para pacientes psiquiátricos con bajos recursos”, y “Consultoría en MYPE: consultoría a la empresa Tecnocampo”, con una mención honorífica para el “Proyecto para el desarrollo infantil de literacidad”.

El Rector recordó el espíritu de quien fuera el Prepósito General número 28 de la Compañía de Jesús. “El padre Arrupe, incansable en el trabajo de difundir el mensaje evangélico de justicia, nos contagia del espíritu al que hacemos homenaje hoy”.

En el presídium estuvieron presentes Juan Carlos Núñez, titular de la Dirección de Integración Comunitaria; Carlos Ruiz, coordinador de los Proyectos de Aplicación Profesional, y Aracely García, del Comité del premio.

Construir ciudadanía

Los vecinos de la colonia Nueva Santa María, en el Cerro del Cuatro, no solo ganaron una calle pavimentada: aprendieron a empoderarse. Los alumnos de las carreras de Ingeniería Civil, Arquitectura, Ciencias de la Educación y Psicología les ayudaron a obtener recursos para pavimentar la calle Santa Rosa de Lima, en el PAP “Haciendo barrio”.

“Fue trabajar y aprender junto con la gente, no tanto hacer planos y proyectos arquitectónicos”, dijo Natalia Orozco, de Arquitectura. “Fue un trabajo social, y el pretexto fue la calle”.

De persona a persona

Hacer teatro para ver sus vidas desde otra perspectiva; pintar como medio para recuperar las capacidades de comunicación y socialización aun cuando la mente y cuatros paredes las aíslan del mundo.

En el PAP “Psicología de la salud para pacientes psiquiátricos con bajos recursos”, Beatriz Hermosillo, ahora egresada de Psicología, trabajó con mujeres pacientes del Centro de Atención Integral de Salud Mental Estancia Prolongada (Caisame), con cuyas pinturas incluso se montó una exposición en el ITESO.

“El taller fue dando forma a partir de buscar una comprensión de la enfermedad mental no como la define el discurso médico, no como enfermedad, sino con trato de persona a persona”, explicó Hermosillo.

Economía y tecnología con sentido humano

Cuando Jacinto Jiménez, socio de la empresa pecuaria Tecnocampo, recibió a los alumnos de Psicología, Administración de Empresas y Emprendimiento, Comercio y Negocios Globales e Ingeniería Industrial, les dijo que su trabajo era un 80% transpiración y un 20% inspiración.

Para los integrantes del PAP “Consultoría en MYPE”, fueron meses de transpirar análisis, diagnósticos y verdades duras a la hora de exponerle a la empresa los problemas que presentaba.

“Poco a poco los empresarios se han ido adueñando de las herramientas que les otorgamos, y a largo plazo se reflejará lo que propusimos”, dijo Maribel Chanabá, estudiante de Comercio y Negocios Globales.

Mención honorífica: lectura para todos

El PAP “Proyecto para el desarrollo infantil de literacidad” se llevó una mención honorífica entre los 27 proyectos que participaron, otorgada por el modelo de competencias de compresión lectora que desarrolló y aplicó entre niños de una escuela primaria pública en la Colonia La Mora, en Zapopan.

“No enseñamos a los niños a leer y escribir, sino que los enseñamos a entender para qué sirven las herramientas de la lectura y escritura”, dijo Itzel Aceves, de Psicología.

Foto Luis Ponciano