En una charla coordinada por la Licenciatura en Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje, Kassandra Soto compartió el trabajo que se está realizando en Hermosillo para mejorar el equipamiento verde de la ciudad, específicamente en el cerro De la Campana.

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Con la llegada de marzo llega también la primavera, y con ella comienza a subir la temperatura. Y si se está en una ciudad, con mayor razón. Y si esa ciudad está en medio de un desierto, ni se diga. Y si además hay poca infraestructura verde —parques, por ejemplo— la cosa puede ponerse ardiente de verdad. Por eso, en Hermosillo, Sonora —una ciudad en medio del desierto a la que ya llega la primavera— las autoridades han venido trabajando en mejorar el equipamiento de la ciudad en esta materia, y actualmente tienen un proyecto que quiere convertir el cerro De la Campana, uno de sus sitios emblemáticos, en la bandera de su verdificación. Este fue el tema central de la charla “Instrumentos de Gestión Urbana para el Financiamiento de Proyectos de Infraestructura Verde en Hermosillo, Sonora”, convocada por la Licenciatura en Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje del ITESO. 

La encargada de impartir la conferencia fue Kassandra Soto, directora de Proyectos del Instituto Municipal de Planeación de Hermosillo. La funcionaria comenzó haciendo un repaso de los distintos manuales, regulaciones, normas y legislaciones que se han instrumentado en la capital sonorense en materia de infraestructura verde, un tema en el que, dijo, “se ha tenido éxito, aunque falta mucha supervisión”. Además de los documentos legales y normativos, la funcionaria puso como ejemplo el documento Paleta vegetal de Hermosillo, una guía con más de 150 fichas que documentan las diferentes especies endémicas de la región, resistentes a la sequía, que pueden ser usadas por aquellos que quieran poner un espacio verde. 

También compartió con los asistentes el trabajo que han venido realizando con el Banco Interamericano de Desarrollo cuyo objetivo es recuperar elementos naturales y paisajísticos de la ciudad, además de convertir a Hermosillo en una “ciudad esponja”, es decir, que logre absorber el agua de lluvia. Y en este proyecto un elemento primordial es el cerro De la Campana, ubicado en pleno centro de la ciudad.  

“Queremos convertir el cerro en un parque urbano. Actualmente está deteriorado y subutilizado, al grado que se ha convertido en una isla de calor. El proyecto busca reforestar el espacio, de modo que se convierta en un foco de difusión cultural donde pueda practicarse ecoturismo, al tiempo que se captarían aproximadamente 470 m3 de escorrentía [esto es, el agua que corre durante una precipitación pluvial]”, detalló la funcionaria, para luego decir que se estima una inversión de 124 millones de pesos para el proyecto, 85 de los cuales correría por cuenta de la Federación a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). 

¿Y el resto de los recursos? Esos habrá que buscarlos y gestionarlos, lo que ha llevado a explorar diferentes esquemas de financiación a partir de la revaluación de los costos de suelo y con la creación de polígonos de actuación concentrada, así como ajustes en las cuotas catastrales y el impuesto predial. “Es un tema espinoso, difícil de conciliar con los propietarios de predios. Buscamos generar un círculo virtuoso y que los ciudadanos vean que ese aumento en las cuotas se etiqueta y se usa en los trabajos para mejorar la infraestructura verde. Hay que etiquetar los recursos, aplicarlos con claridad, con transparencia”, dijo. 

Al final, Soto expresó que lo más importante es crear un cambio de mentalidad entre los habitantes para mejorar las condiciones de la ciudad, ya que hay una realidad innegable: “Lo vivimos todos los años: es necesario contar con más árboles”, concluyó. 

FOTO: Gildardo Quijada Flores

Las charlas de la Licenciatura en Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje continuarán el próximo 22 de marzo con un debate que tendrá como tema la participación de la mujer en el espacio público.