Covid-19 nos diagnostica una lección que no hemos aprendido: debido a la acción humana, la tierra se manifiesta en brotes de resistencia. Las comunidades tribales, conscientes de la relación intrínseca que tenemos con la naturaleza, lo han expresado desde hace mucho tiempo, aunque las sociedades capitalistas no prestan oídos para escucharles. 

Por Fátima Carolina Rodríguez Hernández, alumna de Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje. 

El COVID-19 se ha caracterizado principalmente por la rapidez con la que ha crecido el número de contagios. Mucho han tenido que ver patrones de crecimiento exponencial que siguen después de haber sido declarada la pandemia tres meses después de los primeros reportes del brote en China, el 31 de diciembre del 2019. Esta cepa puede ser clasificada como una enfermedad zoonótica. Pero, ¿qué significa ese término? 

En palabras de la OMS, es el grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales hacia los seres humanos. Esta idea nos puede llevar a creer que hay cierto tipo de animales nocivos que es necesario “eliminar” para evitar contagio. Pero el asunto no es así de simple.  

A pesar de lo que dice la definición, los animales no son los responsables de la pandemia. Aunque sí es un hecho que las enfermedades zoonóticas son originarias de otras especies no humanas; es nuestra acción humana la causa del contagio. El contacto directo con animales o con productos derivados de ellos, supone una exposición que aumenta el riesgo de infección. Interacción que claramente ocurre en los Wet Markets de Wuhan, en las grandes granjas de producción animal masivas o en las cacerías furtivas de especies exóticas.   

La actividad humana está transformando casi todos los sistemas naturales de la Tierra. Con la población excediendo siete billones de personas, el incremento del consumo de bienes y servicios, la creciente huella ecológica está alterando los ciclos biogeoquímicos, los ríos, océanos, y las funciones de los ecosistemas (Myersa, S. et. al 2013). 

La misma acción humana la que nos orilla a la propagación de enfermedades.
«Parada» by Toni Blay is licensed under CC BY-NC-ND 2.0 Foto CC.

 

La alteración de los ecosistemas también puede favorecer la propagación de enfermedades. Nuestras acciones están creando hábitats donde los virus se propagan con mayor facilidad y el cambio climático contribuye al desarrollo de estas enfermedades al obligar a algunos animales a migrar en busca de condiciones aptas para ellos. El descongelamiento de los polos, también descongela los patógenos encapsulados en ellos, como es el caso del brote de ántrax en Siberia el pasado año 2016. 

La mayoría de las epidemias y pandemias recientes tienen una clara base ambiental y de alteración de procesos naturales.  Cuando perturbamos y estresamos estos ecosistemas y especies, corremos el riesgo de liberar virus de sus hospederos naturales, para ser nosotros los nuevos hospederos de enfermedades para las que nuestro sistema inmune no está preparado.  

El descongelamiento de los polos también descongela patógenos que no conocemos. «polar bear» by Зелёный_hornet is licensed under CC BY-NC-ND 2.0

Hemos entrado más en los terrenos de la naturaleza y las enfermedades están cruzado la barrera de especies develándonos lo mucho que desconocemos sobre de la biodiversidad de virus que existen en la naturaleza 

La ecología de enfermedades es una rama que explora cómo los cambios en una multitud de factores como las dinámicas poblacionales, la riqueza de especies y la abundancia de ellas en una comunidad, pueden alterar los riesgos de exposición a las enfermedades infecciosas. Aquí entra el llamado “efecto de dilución”, que se refiere a que, mientras que en un ecosistema intacto y sin perturbar los patógenos están diluidos en a la gran diversidad de especies presentes, en un ecosistema perturbado, unas pocas especies se vuelven abundantes y eso desequilibra la cadena trófica, el exceso de alimento genera que los patógenos que los amenazan también se vuelvan abundantes y eso facilita la aparición de brotes de enfermedades.  

Es decir que hay una relación compleja, pero directa, entre condiciones ambientales perturbadas y la la salud de las poblaciones, incluyendo a la especie humana.  

Bajo este panorama, es fácil inferir que este virus es principalmente un efecto secundario del desarrollo económico y que su propagación a varios países ajenos a China se debe a la globalización, a las extendidas vías comerciales que también propician numerosos viajes comerciales por parte de inversionistas que buscan ampliar sus mercados en otras latitudes y terminan siendo posibles transmisores de infección. 

Hace unas cuantas décadas teníamos otro tipo de relación con la naturaleza, que más que ser invasión era una conexión en la que tanto animales como humanos cohabitábamos el mismo espacio. ¿Cómo lo habíamos logrado? ¿Qué era diferente?  

El conocimiento ancestral acerca de la naturaleza ha sido y es construido socialmente. Dicho conocimiento refleja ideas, valores, e intereses de las personas y esta visión la vemos expresada de manera digna y elegante en la Carta del jefe Seattle al presidente de USA: 

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida (…) es un extraño que llega en la noche a arrancar de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y una vez conquistada la abandona (…) Roba a la tierra aquello que pertenece a sus hijos y no le importa nada. Trata a su madre, la tierra y a su hermano, el cielo, como cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos o collares que intercambian por otros objetos. Su hambre insaciable devorará todo lo que hay en la tierra y detrás suyo dejarán tan sólo un desierto. Las escarpadas montañas, los húmedos prados, el calor de la piel del potro y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia. (…) ¿Qué sería del hombre sin los animales? pues lo que ocurra a los animales pronto habrá de ocurrirle también al hombre. Todas las cosas están relacionadas entre sí.  

Conoce la respuesta en el siguiente video. 

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra.  

El Gran jefe, en sus sabias y fuertes palabras, sabe la importancia de cada ser de la naturaleza y cómo las relaciones entre ellos tienen más impacto de lo que se intuye a simple vista. 

Las extendidas vías comerciales que también propician numerosos viajes terminan siendo posibles transmisoras de infección. FOTO CC  «P8230093″ by dnas2 is licensed under CC BY-NC-SA 2.0

Entonces la pregunta no puede ser solamente ¿cuál es la medicina para esta enfermedad? sino, ¿cuál es la solución a este desequilibrio ecológico?, y ¿cómo integramos la visión de los ancestros con los retos y economías del día de hoy?, ¿cómo podemos mejorar esa relación con la naturaleza bajo el capitalismo y la globalización?  

Las letras del jefe Seattle, pueden dejar de ser una profecía si hacemos algo más que simplemente contemplar las consecuencias de nuestros actos. Figuras como Jane Goodall han compartido su postura respecto a la pandemia, que repiten las voces del jefe. Debemos dejar de hacer parches de soluciones para crear una respuesta que tenga impacto. El buscar y comprender la raíz del problema y solucionarlo como un sistema complejo. Cuenta el científico Tony Sinclair que « la degradación no es una condena: es reversible”, pero también agrega que «si quieres arreglar algo, necesitas saber qué está dañado».  

Los problemas de las zoonosis no son solamente problemas de salud; obedecen a múltiples factores, dentro de los que destacan la pobreza junto con la mala y escasa educación, las condiciones de insalubridad por disposición inadecuada de basura, ausencia de agua potable y alcantarillado, contacto con aguas estancadas y de regadío, fauna nociva, viviendas sin servicios básicos, convivencia estrecha con animales domésticos enfermos, sistemas de producción de animales intensivos y contacto directo con  fauna silvestre (Garza, J. 2010). 

El problema es complejo y su solución requiere un abordaje transdisciplinar que incorpore a las comunidades y tome en cuenta sus aportaciones, experiencias y expectativas para lograr una integración de esfuerzos, indispensable para la comprensión y solución de los problemas.  

El objetivo debe ser proteger la naturaleza y garantizar el uso sostenible de los recursos naturales. En palabras de Goodall: «Tenemos que alejarnos de este consumismo, materialismo que antepone el desarrollo económico a la protección del medio ambiente, que está dañando a las futuras generaciones de humanos y animales».  

Académicos del departamento de salud de la universidad de Harvard (Myersa, S. et. al 2013) proponen un enfoque más sistemático e integral para comprender los impactos en la salud causados por la alteración del ecosistema para mejorar la toma de decisiones en la planificación del uso de la tierra, la conservación del medio ambiente, del uso sostenible de los recursos naturales, de la relación con la naturaleza y de cómo contactamos con ella.  

Pero el sentido sagrado de la naturaleza exige que los seres humanos, nuestra especie humana, esté atento a la integridad del sistema ecológico del que formamos parte, por la sencilla razón de que somos parte de la naturaleza. Que esta pandemia nos lleve a esa parte de la memoria, donde suenan ecos de un hombre sabio que ya nos ha dado la respuesta a una pregunta que no sabíamos que necesitábamos hacer: “Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deberán conservarlas sagradas.” 

 

Fátima Carolina Rodríguez Hernández es alumna de la materia de Sustentabilidad que imparte la profesora Marinés de la Peña Domene 

Referencias:

Carta del Gran Jefe Seattle, de la tribu de los Swamish, a Franklin Pierce Presidente de los Estados Unidos de América.  Disponible en:  http://herzog.economia.unam.mx/profesores/blopez/valoracion-swamish.pdf  

Cayuqueo, S. (2007) Conocimiento Indígena en la globalización. VIALIBRE.  nbArgentina. Disponible en:  https://vialibre.org.ar/mabi/5-conocimiento-indigena-globalizacion.htm  

CNN. (2020)Dr. Jane Goodall’s Message Of Hope Amid The Coronavirus Pandemic – CNN Video. [online] Disponible en: https://edition.cnn.com/videos/us/2020/03/19/coronavirus-jane-goodall-acfc-full-episode-vpx.cnn  

Garza, J. (2010) La situación actual de las zoonosis más frecuentes en México. Gaceta Médica de México. 2010;146 430 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México, D.F https://www.anmm.org.mx/GMM/2010/n6/71_vol_146_n6.pdf  

La Vanguardia. (2016) El Cambio Climático Está Provocando Un Brote De Ántrax En Siberia. [online] Disponible en:      https://www.lavanguardia.com/natural/20160802/403636252000/antrax-carbunco-siberia.html  

López, J. (2020). Pedro Jordano: «Detrás de esta pandemia está la acción humana sobre la naturaleza»  El Cultural. Disponible en: https://elcultural.com/pedro-jordano-detras-de-esta-pandemia-esta-la-accion-humana-sobre-la-naturaleza?fbclid=IwAR3M83L0ytDmyitUHq2Bx-dgQfj5xQxBPB-A8I3YzDX74igeTL3shWioc7g  

OMS | Zoonosis y medio ambiente. (2020). OMS sitio web Disponible en: https://www.who.int/foodsafety/areas_work/zoonose/es/  

Ventura, D. (2020). La banda de científicos que descubrió las reglas que rigen la vida en el planeta y puso de cabeza nuestra visión del mundo. 3 Abril del 2020, de BBC Sitio web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51012368?fbclid=IwAR1PqymVG1-a1ChqBr-4mQMJRebNglNWs8a0ETeKe2wE-_P7ZHeGKhd4Xq4  

Vidal, J. (2020). ¿Cuál es el vínculo entre COVID-19 y las emergencias ecológica y climática? – Sostenibilidad. Disponible en: https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/cual-es-el-vinculo-entre-covid-19-y-las-emergencias-ecologicas-y-climaticas/  

Vidal, J. (2020) Destruction of habitat and loss of biodiversity are creating the perfect conditions for diseases like COVID-19 to emerge. ENSIA. Disponible en: https://ensia.com/features/covid-19-coronavirus-biodiversity-planetary-health-zoonoses/?fbclid=IwAR0h12BIdnfzKfpP8PHeb_i1Jt0D76pi1ONkQI9NSMyKQJ12i2t4jyFoc14   

Myersa, S. et. al (2013) Human health impacts of ecosystem alteration. Department of Environmental Health, Harvard School of Public Health, and Harvard Center for the Environment, Harvard University, Cambridge, MA.  

Fotos:

«Parada»byToni Blay is licensed underCC BY-NC-ND 2.0 

«polar bear«byЗелёный_hornet is licensed underCC BY-NC-ND 2.0 

«P8230093»bydnas2 is licensed underCC BY-NC-SA 2.0