Los días 2 y 3 de octubre el ITESO será sede del Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector, espacio en el que se analiza y reflexiona el papel que tiene la sociedad civil organizada en el devenir del país y en los cambios que éste requiere

La  mañana  del  19  de  septiembre  de  1985,  en  la  capital  del  país  la  tierra  se  sacudió   y   muchos   edificios   se   vinieron  abajo.  Inmediatamente  después,  de  los  mismos  escombros  comenzó  a  surgir  un  nuevo  actor,  que  ya  existía  pero  que  en  ese  momento  comenzó  a  tomar  fuerza:  la  sociedad  civil.  Ante  la  lentitud  de  las  autoridades  para  atender  la  contingencia,  las  personas de a pie comenzaron a organizarse para sacar a otras personas de entre los escombros. A lo largo de poco más de casi 35 años esta organización de la sociedad civil se ha ido diversificando y su empuje ha generado cambios, tarea que ha venido analizándose cada año en el Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector, cuya decimonovena edición  tendrá  lugar  en  el  ITESO  los días 2 y 3 de octubre y que es organizado por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).

Es fácil seguir el rastro que ha dejado la acción de la sociedad civil en los años recientes en México: su huella puede verse en el surgimiento del Instituto Federal Electoral, hoy INE; en la creación del Instituto Nacional de Acceso a la Información; en la instauración del Sistema Nacional Anticorrupción y sus versiones estatales; en la lucha por la defensa del medio ambiente; en la búsqueda de la generación de espacios más incluyentes para personas con discapacidad. Romina Farías, coordinadora de Investigación del Cemefi, explica que la acción de la sociedad civil ha evolucionado de un perfil asistencia lista, en el que alguien con dinero decidía sumarse a determinadas causas, para pasar a un papel que tiene más incidencia en las políticas públicas. “Las organizaciones de la sociedad civil han propiciado cambios en el gobierno, han generado procesos nuevos, cambios. Hay procesos más transparentes. Por otro lado, las organizaciones han avanzado en su habilidad para dialogar, para empujar políticas públicas”.

Las organizaciones de la sociedad civil integran el que es conocido como “tercer sector”; los otros dos son el gobierno y la iniciativa privada. Sin embargo, Farías Pelayo es directa cuando dice que “la sociedad civil somos todos”. O en todo caso, matiza, todos los que no están en alguno de los tres órdenes de gobierno. “A veces pensamos que sociedad civil son sólo las organizaciones que trabajan sin fines de lucro, pero en realidad todos somos sociedad civil, incluso las empresas. Ahora bien, nosotros estamos enfocados en ese huequito que son las organizaciones que no persiguen el lucro, que reciben donativos, que cumplen con sus obligaciones, que presentan informes”, desmenuza.

A pesar de los cambios benéficos que ha traído la acción de las organizaciones de la sociedad civil para el crecimiento del país, lo cierto es que siempre ha habido una relación tirante entre éstas y el gobierno. Prueba de ello es la postura de Andrés Manuel López Obrador, quien ha expresado su desconfianza hacia este sector e incluso ha dicho que “todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo, hasta los grandes consorcios promueven a la sociedad civil”. Al respecto, Romina Farías señala que “no sabemos qué entiende el presidente por sociedad civil” y añade que en realidad la relación siempre ha sido difícil, no sólo con este gobierno, porque “al final, la sociedad civil visibiliza acciones de gobierno que antes ocurrían entre mucha opacidad. Cuando la sociedad comienza a empujar por la transparencia, por la ley Tres de Tres, pues a nadie le gusta. La relación siempre ha sido así y se ha aprendido a trabajar en conjunto y a lograr cambios como los ya mencionados”.

Sobre el congreso, la investigadora del Cemefi señala que éste nació como respuesta a la búsqueda de información que permitiera analizar todo el trabajo que se realiza desde el tercer sector. “Cemefi comenzó a realizar algunas investigaciones y con el tiempo se vio la necesidad de generar un congreso de investigación que reuniera a los profesores que desde las universidades estuvieran recabando información”, detalla, y explica que la actividad se realiza cada año y tiene una sede itinerante. Este año decidieron eligir Guadalajara —se realiza un año en Ciudad de México y dos en otra ciudad— ya que permite descentralizar los trabajos y generar vínculos con otras zonas del país. Por otra parte, añade que eligieron al ITESO como sede debido a que “conocemos el trabajo que realiza en términos de difusión de la participación de la sociedad”.

Para concluir, Romina Farías adelanta que, como cada año, el congreso será el marco para entregar el XV Premio a la Investigación sobre Sociedad Civil, que reconoce a las mejores tesis de licenciatura, maestría y doctorado dedicadas al tema. El premio incluye un estímulo económico para los tres primeros lugares de cada grado académico y la publicación de las tesis ganadoras de maestría y doctorado.

El XIX Congreso de Investigación sobre el Tercer Sector, organizado por el ITESO y el Cemefi, tendrá lugar los días 2 y 3 de octubre. En cemefi.org/congresoinvestigacion es posible conocer el programa completo.