Puebla y su Catedral, su riqueza gastronómica, su arquitectura barroca, su talavera o sus célebres fuertes, fue el destino al que se dirigieron estudiantes y profesores del ITESO para conocer cómo funciona culturalmente.
Por Axel Fabricio y Laura Cardona

El grupo admiró la talavera, la imponente arquitectura de un centro histórico catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, sitios arqueológicos únicos como Cholula –una pirámide debajo de una iglesia católica –, degustó su amplia variedad gastronómica y analizó las oportunidades y necesidades de las industrias culturales de una de las ciudades más importantes en la historia de México: Puebla.

Museo de la Evolución, en Puebla

Museo de la Evolución, en Puebla

Del 15 al 19 de marzo, alumnos y profesores de la Licenciatura en Gestión Cultural del ITESO realizaron un viaje de estudios a la capital poblana, con el objetivo de conocer la metodología de trabajo de diversas instituciones, sitios con valor patrimonial y proyectos independientes, además de dialogar con varios de los protagonistas de la escena cultural poblana. El viaje permitió a los universitarios reflexionar sobre cuál es la labor de un gestor cultural a la hora de conceptualizar y ejecutar proyectos que busquen tener un impacto real en la sociedad.

¿Qué lugares pisó la expedición? El Museo Amparo, que a decir de su director Ramiro Martínez cuenta con una de las mejores colecciones de  arte prehispánico del mundo; el Museo Internacional del Barroco, el cual cuenta con más de 16 mil metros cuadrados construidos –y que ha sido objeto de muchas críticas debido a su costo y a los criterios bajo los cuales fue propuesto– o el Museo de la Evolución, recientemente inaugurado.

A decir de Ernesto Cortés, director de Museos del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, el objetivo común de estos espacios museísticos dedicados a diversas áreas del conocimiento es reforzar a la ciudad como un referente cultural nacional e incluso internacional.

Dirección: Cholula

En la zona arqueológica de Cholula, el grupo tuvo la oportunidad de charlar con el antropólogo Martín Cruz, jefe de esta zona responsabilidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien describió cómo se gestiona, sus retos presentes y futuros. Posteriormente, los universitarios se trasladaron al taller de Talavera de la Reyna, uno de los más importantes de la entidad.

El viaje permitió a los universitarios reflexionar sobre la labor de un gestor cultural a la hora de ejecutar proyectos que tengan un impacto real en la sociedad

La siguiente estación fue el Complejo Cultural Universitario (CCU), el cual forma parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ahí, su coordinadora de Educación Continua, Mariana Ávila, habló sobre los objetivos del espacio y subrayó la importancia del gestor cultural cuando se trabaja en el desarrollo de una comunidad a través de proyectos culturales.

Un recorrido por el centro de la “Ciudad de los Ángeles”, guiado por el arqueólogo Arnulfo Allende, hizo que el grupo conociera los trabajos que ha emprendido el INAH para mantener la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, concedida en 1987. Uno de los principales logros fue la intervención en la Casa del Torno. El gobierno de la ciudad la había tirado y después de muchas peticiones se decidió que había sido un error, por lo que actualmente se está reconstruyendo.

La última cita fue con la gente del proyecto independiente de fomento a la lectura “La invasión de los niños comelibros”, quienes hablaron de los retos que enfrentan día con día y de sus formas de financiamiento y gestión.

Los viajes que realiza la carrera de Gestión Cultural del ITESO son una importante herramienta para el análisis y la reflexión en torno a cómo se procede en latitudes lejanas a la local, la cual nutre la visión de los universitarios para enriquecer el quehacer del gestor contemporáneo. Foto Gestión Cultural