Dirigir, actuar, difundir, enseñar. Entregarse al teatro. Es lo que Circee Rangel, recientemente reconocida por el Sistema Nacional de Creadores ha hecho durante los últimos 30 años.

Arriba del escenario, Circee Rangel es protagonista de su propia historia. También de la de alguien más. La niña que escribía y dirigía, la joven que desde la adolescencia supo que no podría hacer nada más, hoy, desde el escenario, la dirección, el periodismo y la docencia, se sumerge en relatos para contemplar el presente. Para bajar las palabras al cuerpo. Para prolongar lo efímero. Para hacer teatro. 

La trayectoria teatral de Circee comenzó a la edad de 15 años, aunque montaba obras desde que era muy pequeña, le gustaba escribir y dirigir. Nunca tuvo una crisis vocacional porque siempre supo que su vida estaría dedicada a las artes escénicas.  

Treinta años después, en los que toda su formación y desarrollo crítico han girado en torno a esta disciplina, Circee no se concibe haciendo otra cosa. A pesar de los retos que ha implicado mantener su vocación en un país donde las artes son un accesorio dentro de los presupuestos federales y estatales. Ella menciona: el esfuerzo y el tiempo invertido han dado frutos.  

Hace unas semanas, Circee fue reconocida en el área de dramaturgia por el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), organismo cuyo objetivo es fomentar la creación artística mediante el otorgamiento de distinciones y estímulos económicos para que los artistas puedan dedicarse a la producción de sus obras en un periodo de tres años. Con la deliberación de 74 jurados, se eligió a 200 creadores cuyos proyectos sobresalieron por su originalidad, calidad, trayectoria y viabilidad 

Lo que el teatro da a las personas 

Enamorada del teatro, cree que quienes se dedican a éste, tienen la necesidad de ser protagonistas no solo de su historia, sino también de la de los demás. Ser dueña de su cuerpo y de su mente mientras está en el escenario, además de causar una serie de sensaciones en su público, que expectantes se entregan también a otras vidas, a otras historias; esta simbiosis es para Circee una de las razones por las que dirigió su carrera al arte escénico. 

En los últimos 14 años ha sido profesora de las asignaturas de Arte y cultura en ITESO, impartiendo Teatro, y para ella ha resultado una experiencia gozosa poder ver que sus estudiantes que se encuentran en una etapa en la que todavía se está conformando su forma de ser y estar en el mundo se hagan conscientes de sí mismos, de su capacidad de aceptar el error como proceso rico de aprendizaje y reírse de él, y se enfrenten a todo un público. Se piensa que no van a poder memorizar un texto o pararse frente a tanta gente y, cuando se dan cuenta de que sí pueden y que es gracias a sí mismos, pero también gracias a sus compañeros, es cuando hay un hallazgo en sus corazones y en el de los demás”.  

Esta colectividad ha sido muy importante para la profesora, el teatro, menciona, nunca puede hacerlo una sola persona. Circee busca rescatar el momento presente, el acontecimiento que puede ocurrir con o sin el recinto teatral, por medio otros artistas con quienes se ha relacionado por eso fundaron el colectivo Arritmia y La Valentina Teatro.  

Un espejo para ver lo que debemos cambiar como sociedad 

Circee también ha abordado cuestiones sociales y ha trabajado con grupos vulnerables, particularmente de niñas y niños, con los que ha tratado temas de abuso sexual, género, personas desaparecidas y violencia.  

La metáfora, una de las herramientas del teatro, la ha utilizado para hablar de los aspectos más duros, crueles o difíciles de manera directa, para sensibilizar a la gente. Lo que hace el teatro es buscar otros caminos que vayan directo al corazón de las personas para que nos volvamos a humanizar. Que esas cosas que ya no nos duelen, esa barbarie que hemos normalizado porque la estamos viviendo todos los días, nos vuelvan a doler para volver a ver a los seres humanos”.  

Dirigir, actuar, difundir, enseñar. Entregarse al teatro. Esto es lo que Circee ha hecho durante los últimos 30 años 

Arriba del escenario, Circee Rangel es protagonista de su propia historia. Pero, para ella, el teatro puede hacer que cualquiera también pueda serlo. Cada uno puede apropiarse de su porvenir.  

 Vive el teatro

En el ITESO puedes vivir el teatro en la asignatura de área complementaria y en las actividades que trae el Festival Cultural Universitario, que este año ya está muy próximo. Conoce aquí todo el programa.