La entrega del reconocimiento al pensador y filósofo francés sirvió como marco para la inauguración del Seminario Internacional Universidad, Pensar y Actuar para la Humanidad. Homenaje a Edgar Morin, que tiene por objetivo difundir, reflexionar y continuar su obra.
“Nuestro planeta está en crisis. Las viejas barbaries de la historia están delante de nosotros de nuevo”. “¿Cómo resucitar la esperanza? Es necesaria una nueva concepción de la vida, un pensamiento amplio que lleve a entender la realidad en todas sus dimensiones”. “Hay un peligro de la dominación total del Estado sobre las personas”. Estas fueron algunas de las ideas que, desde Montpellier, Francia, dictó a través de una proyección en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, del ITESO el filósofo y pensador francés Edgar Morin durante la ceremonia en la que fue investido como doctor Honoris Causa por parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), actividad que sirvió, además, como acto inaugural del Seminario Internacional “Universidad, Pensar y Actuar para la Humanidad. Homenaje a Edgar Morin”, que busca difundir, reflexionar y continuar la obra del que es considerado como uno de los más grandes pensadores de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI.
Este año el SUJ ha entregado doctorados Honoris Causa a Susana López Charretón, a Luis María Ugalde, SJ, y a Edgar Morin, que fue elegido “por su diagnóstico de la civilización contemporánea y señalar caminos para su revitalización; por favorecer procesos formativos para tomar conciencia y comprometerse en la acción transformadora de nuestra sociedad; por su vinculación entre la universidad, el conocimiento interdisciplinar y los grupos activos de ciudadanos que alientan nuevas posibilidades para vivir juntos; y por ser ejemplo de vida a favor de la justicia, la libertad, la paz y el cuidado del planeta”.
En la entrega de la distinción a Edgar Morin estuvieron presentes representantes de los rectores de la Universidad Tecnológica del Valle de Chalco, de las Ibero León y Torreón, así como Catalina Morfín, directora general Académica del ITESO; Luis Arriaga, SJ, Rector de la Universidad, y Sabah Morin, esposa del filósofo y que en su representación recibió el diploma y la medalla que acompañan el reconocimiento.
La presentación de Edgar Morin estuvo a cargo de Enrique Luengo, profesor del Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social del ITESO, quien comenzó señalando que “la mejor manera de honrar a un pensador es repensando su obra”. Por esta razón, añadió, es que se creó el seminario internacional dedicado al filósofo, así como la Red Edgar Morin Obra Abierta para la Humanidad, proyectos que tienen por objetivo difundir, continuar y ampliar las líneas de pensamiento de Morin.
Sobre la obra del filósofo, Luengo destacó que “Edgar Morin ofrece en su obra ideas para cambiar referentes y repensar los referentes de la vida” y señaló que “las universidades podemos colaborar para repensar y actuar en el mundo, para así ofrecer nuevas respuestas, generar redes de personas interesadas en actuar. El seminario internacional y la red no son ajenos a los objetivos de las universidades jesuitas”.
Al hacer uso de la palabra, Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO, señaló que las personas que son elegidas para recibir un doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad y del SUJ “se destacan, no sólo por haber realizado importantes contribuciones a su respectivo campo de conocimiento, sino también por encarnar en sus obras y sus vidas estas orientaciones que perfilan la identidad del ITESO: búsqueda de la verdad, desafío a las fronteras, promoción de la justicia”.
En ese sentido, añadió, “al reconocer la obra de Edgar Morin no sólo rendimos tributo a una de las más fecundas trayectorias intelectuales, sino que también expresamos nuestro anhelo, como institución, de acoger las ideas y los planteamientos con que el profesor ha renovado nuestro entendimiento sobre el lugar de la educación en las sociedades contemporáneas”.
Luis Arriaga, SJ, destacó el carácter transdisciplinar del pensamiento de Edgar Morin y dijo que éste se vuelve relevante “cuando mediante el trabajo colectivo y la relativización de la propia mirada, se logra un genuino diálogo de saberes. Eso demanda trabajo en equipo y humildad, virtudes que, como sabemos, suelen escasear en las instituciones de educación superior”.
Después, el Rector hizo entrega del diploma y la medalla que acreditan el doctorado Honoris Causa a Sabah Morin, esposa del pensador y su representante en la ceremonia. Al agradecer, señaló que este doctorado “se suma a otros 26 títulos de diferentes universidades del mundo”, mismos que representan a una comunidad científica que subraya las contribuciones de Edgar Morin y sus reflexiones intelectuales.
Señaló que es necesario enfrentar los fanatismos y fundamentalismos que comienzan a ganar terreno en el mundo, y dijo que en este momento la humanidad atraviesa por una crisis de la civilización la economía. Señaló que también hay “una crisis del pensamiento”, de ahí la importancia “y urgencia de referentes del conocimiento desde las universidades para transmitirlo y hacerlo progresar”.
“Tomar partido por el eros”
Para concluir la ceremonia y, al mismo tiempo, inaugurar los trabajos del seminario internacional en su honor, Edgar Morin dictó una videoconferencia desde Montpellier y que fue proyectada en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ. El filósofo agradeció a las autoridades por el reconocimiento y a Enrique Luengo por la presentación, y luego comenzó diciendo que es muy fácil constatar “que nuestro planeta está en crisis. Las viejas barbaries de la historia están delante de nosotros de nuevo y hay una dominación del cálculo y del provecho sobre las demás cosas. ¿Cómo resucitar la esperanza?”, preguntó y añadió que “no basta la dialéctica: hay necesidad de un pensamiento amplio, que tenga una concepción compleja de la realidad, que no es totalmente conocida”.
Edgar Morin puso énfasis en el hecho de que, si bien la humanidad está atravesando múltiples conflictos, también hay cooperaciones que permiten avanzar.
Señaló que hay una relación interproductiva entre el individuo, la especie humana y la sociedad, y que estas tres esferas están en relación permanente generando y dando forma a la complejidad humana.
“No podemos pensar la política y la historia pensando que el hombre es solamente bueno o malo. Hay toda una complejidad”. En ese sentido, añadió que en todos los hombres conviven el eros y el tánatos, el amor y la destrucción, y concluyó diciendo que “en el conflicto del eros contra el tánatos, tomemos partido siempre por el eros”.
Los trabajos del Seminario Internacional” Universidad, pensar y actuar para la humanidad. Homenaje a Edgar Morin” continuaron hasta el 1 de noviembre.