Comparten los avances y retos de Ciclociudades, un proyecto que ha transformado la movilidad urbana a través de la bicicleta

Desde su llegada al país en 2006, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) ha empujado los pedales para poner a la bicicleta en el centro de las políticas públicas de movilidad en México. Lo que comenzó como una lucha por visibilizar el uso de la bici como medio de transporte, hoy se traduce en normas, datos, infraestructura y funcionarios públicos especializados.

Así lo compartió César Hernández Muñoz, director de movilidad del ITDP México, durante la charla Ciclociudades, 14 años de impulso a la bicicleta en México, realizada en la Casa ITESO Clavigero el miércoles 21 de mayo, en la que hizo un recorrido por los aprendizajes, impactos y transformaciones que este proyecto ha generado en los gobiernos locales y en el modo en que se piensa y se planea la ciudad.

“Oficialmente el tema ciclista ya está en la agenda, pero hace 14 años la situación era muy distinta. Había que pelear por convencer a la gente que las bicis merecían circular en las calles”, recordó el especialista.

A lo largo de su intervención, Hernández destacó cómo el activismo ciclista, en sus inicios enfocado en la protesta y la visibilización, ha evolucionado para ocupar hoy espacios técnicos y de toma de decisiones dentro de los gobiernos locales.

“Algo muy interesante es que ahora tenemos gobiernos especializados. Cada vez es más normal tener gente técnica en esos temas de movilidad en los distintos gobiernos locales (…) Ahora, los activistas pasaron a ser personas en gobierno encargados de toma de decisiones”, resaltó.

Recordó que, en el marco de la iniciativa Ciclociudades, un primer producto fue el Manual Ciclociudades, un compendio en seis tomos de herramientas para guiar políticas públicas enfocadas en el ciclismo urbano. Estas publicaciones abarcan temas como infraestructura, educación y promoción del uso de la bicicleta, sentando las bases para planificar con visión técnica y sostenible.

A este esfuerzo se sumó el Ranking Ciclociudades, publicado en siete ediciones entre 2013 y 2021, como un mecanismo para reconocer avances en políticas ciclistas a nivel local.

«(El Ranking) reconoció los avances que las ciudades han tenido en política, promoción, inversión, infraestructura e incluso en regulación y monitoreo de tránsito, ayudándonos a identificar algunos criterios clave que deben cumplir los proyectos e iniciativas ciclistas”, señaló Hernández Muñoz. En ese sentido, destacó el caso del Área Metropolitana de Guadalajara, única zona del país evaluada como una unidad metropolitana, y que desde entonces ha implementado importantes medidas de movilidad activa.

De ranking a monitor: hacia una evaluación más justa y útil

El Ranking Ciclociudades evolucionó para convertirse en el Monitor Ciclociudades, que tendrá su primera edición oficial en 2025. Tras un piloto en seis ciudades de América Latina, este instrumento busca ofrecer una plataforma en línea y dinámica, que funcione como espacio de comparación, aprendizaje y generación de datos abiertos para uso público. A diferencia del ranking, el monitor no calificará a las ciudades, sino que analizará sus políticas públicas y prácticas ciclistas en tres grandes ejes: infraestructura; educación y promoción; y monitoreo y gobernanza.

“Esperemos que también traiga mucho a la conversación sobre qué tan mal se están haciendo las cosas. Todavía nos falta mucho por hacer”, afirmó Hernández. El monitor, dijo, será aplicado cada dos años y se propone como un espacio para fomentar el diálogo regional sobre movilidad urbana sustentable.

Añadió que este instrumento cobra aún más relevancia si se considera que, desde 2020, el derecho a la movilidad está reconocido en el artículo 4° constitucional, y que en 2021 se promulgó la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, actualmente el único instrumento de alcance federal y observancia obligatoria en esta materia.

La bici como herramienta de transformación

Evaluar la movilidad en bicicleta, indicó el directivo, es indispensable porque permite entender las ciudades desde una perspectiva de accesibilidad, equidad y eficiencia. Aunque las bicicletas ya son reconocidas oficialmente como vehículos y existen normas mexicanas que establecen criterios de diseño vial, aún hay desafíos importantes en la integración del ciclismo urbano como protagonistas de las políticas de desarrollo urbano.

«Todo mundo está de acuerdo que las y los peatones deben tener prioridad (pero) en desarrollo urbano seguimos siendo un desastre. Queda mucho por hacer”, reconoció.

FOTO: Zyan André