La Fundación Marisa dotó de becas del 90 por ciento a los 25 profesionales a cargo de la enseñanza de educación física y deporte para la infancia y la adolescencia que formaron parte de la primera generación del curso
Egresó la primera generación del curso «Perspectiva de Género en la Enseñanza del Deporte”, programa realizado por el ITESO en colaboración con la Fundación Marisa. Gracias a esta iniciativa, más de 8 mil 800 niños, niñas y jóvenes se verán beneficiados, ya que este es el alcance de los 25 profesores egresados y egresadas del curso.
Andrea Partida Ochoa, quien estuvo al frente de la coordinación de este programa, reflexionó sobre las muchas violencias que las mujeres viven diariamente en el ámbito deportivo, aún en espacios que se jactan de ser seguros.
Para deconstruir estas realidades, el objetivo de este curso fue disminuir las brechas de género existentes en el ecosistema deportivo a través de la formación de profesionales a cargo de la enseñanza de educación física y deporte, dotándolos de herramientas metodológicas y estratégicas que faciliten la generación de ambientes de aprendizaje deportivo que promuevan espacios seguros para la convivencia igualitaria, la inclusión y la igualdad de género.
“Queremos que incorporen estas herramientas en su quehacer profesional y en su enseñanza diaria, con los objetivos de que utilicen el deporte, la actividad física y el juego como un medio para el desarrollo de valores y habilidades de vida que propicien una sana convivencia”, apuntó.
“Gracias a todas las personas que están aquí. Por sumarse, por cuestionarse y por atreverse a aprender, pero sobre todo a desaprender”, mencionó la académica.
Por su parte, Marisa Lazo Corvera, directora de Pastelerías Marisa y fundadora de la Fundación Marisa, felicitó a todos los participantes y celebró la clausura de la primera generación de una iniciativa con la que se busca “ayudar a construir ambientes igualitarios en la educación física y el deporte. Sabemos que son áreas donde existe una gran inequidad y, sin embargo, no existen tantos esfuerzos para buscar terminarlo”, dijo.
“Siéntanse orgullosos de sus logros y de ser agentes de cambio para ir construyendo un México y un Jalisco más igualitario, donde las niñas y los adolescentes tengan mejores oportunidades y más inspiración para convertirse en grandes deportistas o para al menos no dejar de practicar nunca el deporte”, compartió la empresaria.
Añadió que existen estudios que comprueban que existe una correlación entre la disciplina en el deporte y el éxito en los negocios, refiriéndose a mujeres. “Con su manera de ser profesores incluyentes y equitativos, están contribuyendo a formar una nueva generación de mujeres líderes que podrán estar presentes en posiciones de toma de decisiones (en el futuro)”, apuntó.
Consideró un acierto ir de la mano con el ITESO para iniciar esta empresa, ya que dotó al curso de la calidad académica característica de la universidad. Cabe señalar que las profesoras y los profesores que formaron parte del curso recibieron una beca del 90 por ciento por parte de la Fundación Marisa.
Jessica Brito Vera, directora del Centro de Educación Física y Salud Integral (EFSI), agradeció a los participantes por ser parte de esta iniciativa y confió en que este tipo de contenidos abonen a que cada uno de los profesores y profesoras sepa crear durante su clase, ya sea dentro del salón o en el patio, un lugar seguro para cada uno de sus pupilos, en un contexto mundial de mucha violencia y conflicto.
Listos para transformar realidades
Jesús Emiliano Covarrubias Arellano apuntó que, al haber trabajado con grupos de puras alumnas de secundaria, sabía que debía prepararse en temas de perspectiva de género para poder realizar su trabajo de la mejor manera.
“Después de haber tenido esa experiencia con las chicas, me di cuenta de que es muy importante destruir para poder construir. Eso hicimos aquí”, señaló. “Hemos crecido en un mundo muy masculino, muy machista. Entendí por qué es importante visibilizar. Una frase: que las diferencias no se vuelvan desigualdades. Todos somos diferentes como seres humanos, pero eso no tiene que ser un factor para la desigualdad”, añadió.
Por su parte, Fernando Jiménez Alcalá, profesor de educación física y parte de la primera generación de este curso, agradeció a los catedráticos al frente de cada módulo, quienes supieron guiarlos y acompañarlos en este viaje de nuevos conocimientos y experiencias.
Coincidió con él su colega Georgina Ramírez Martínez, quien señaló que este cursó abonó a la articulación de objetivos requeridos por la autoridad educativa y las metodologías y formas de trabajar con los y las niñas, en ambientes donde se sientan seguros y con las mismas oportunidades, desde un enfoque de respeto y valores.
Hizo lo propio Elena McLane Bradley, quien insistió en la importancia de personificar los valores y transmitirlos intencionadamente. “Con lo que construimos aquí, ya puedo llegar con mis alumnos y darles elementos nuevos. Ellos están ávidos de aprender”, dijo.
En la ceremonia de clausura, realizada en el ágora de la biblioteca de la Universidad, estuvieron presentes Ana Luisa Ochoa Marín, directora interina de Fundación Marisa; Fernanda Orozco, del área de gestión de proyectos; Inés Morales, asistente de dirección; además de Yunuen Chávez Salazar, coordinadora de operaciones de la Oficina de Educación Continua del ITESO, así como todos quienes concluyeron el curso.
FOTOS: Luis Ponciano