El 23 de mayo se conmemora el Día internacional del Fútbol Femenino y, pese a los avances en su visibilización, aún quedan brechas por cerrar 

Ve a Google y busca: futbolista de España con más partidos internacionales en su selección, ganó triplete en la Liga de España, también obtuvo el premio The Best dos años consecutivos y, hasta el momento, ha ganado dos veces el Balón de Oro. El resultado que obtendrás es el siguiente: Alexia Putellas.  

¿A qué viene esto? A que el 23 de mayo se conmemora el Día Internacional del Fútbol Femenino. Y tal vez te preguntes: esa efeméride, ¿cómo para qué? La respuesta es una palabra: visibilizar. 

El futbol femenil es una modalidad deportiva que no forma parte de la agenda diaria de los medios de comunicación.  

Los clubes de futbol profesional han dado algunos pasos en la visibilización del balompié femenil. Por ejemplo, para la final de la Champions Femenil el Barcelona en 2022, el equipo catalán jugó en el Camp Nou (ellas regularmente juegan en otro estadio) y se puso en marcha una campaña con la mira de conseguir el récord [1] de más asistentes a un partido de mujeres. Entonces fueron noticia con 91 mil 553 aficionados. 

Hay avances, sí, pero falta que la visibilización sea una constante. Todavía hay prácticas que parecen restarle valor a sus triunfos: el mismo equipo femenil de Barcelona ganó la Súpercopa en enero de este año y las jugadoras tuvieron que entregarse a sí mismas sus medallas de campeonas ante la ausencia de los directivos de la Real Federación Española de Futbol en la ceremonia de premiación (sobra aclarar que a la final masculina sí asistieron). 

El desarrollo del futbol femenil ha tenido un paso distinto al varonil por los obstáculos que han sorteado (y siguen sorteando) sus jugadoras desde sus inicios. El primer equipo de mujeres surgió medio siglo después que el de los hombres, en 1894 y en 1921 fue vetado en Inglaterra (donde nació) porque “estudios médicos” lo consideraban “inadecuado” para ellas. Sin ir muy atrás (o muy lejos), en Brasil hace 44 años que levantó la veda desde su prohibición en 1941.  

Tarjeta roja a esa brecha

Como en otros ámbitos, en el futbol también existe la brecha de género en cuestiones laborales.  

La Fédération Internationale des Associations de Footballeurs Professionnels (FIFPRO), organización que representa a nivel mundial a 65 mil futbolistas profesionales, hizo el primer estudio global de las condiciones laborales en el ámbito del futbol profesional en 2017. 

Entre los principales hallazgos están que el 47% de las jugadoras no tienen contrato de empleo, 30% combina su carrera futbolística con otro empleo y el 90% de ellas consideran retirarse de forma temprana del futbol, entre las razones para renunciar está el iniciar una familia, así como cuestiones financieras y de carrera.  

Y en cuanto a salarios, el 49.5% no perciben un sueldo y las que sí lo tienen sus ingresos promedian unos 600 dólares al mes, son pocas las que ganan más de 4 mil dólares mensuales.  Si forman parte de su selección nacional, el 35% de las jugadoras tampoco reciben un salario y de las que sí tienen un sueldo, el 38% dice que se les paga con atraso. 

La primera nación que anunció que pagaría lo mismo a sus selecciones de futbol femenina y masculina fue Noruega (2017), a la que le siguieron otros países como Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, Irlanda, Australia, entre otros.  

El reporte la FIFPRO concluye que se debe allanar el camino para lograr empleos dignos y seguros para las mujeres futbolistas. “Es justo ahora cuando esta carrera profesional para mujeres comienza a volverse viable. El hecho de que esta oportunidad ha llegado tarde es inaceptable. Muestra cómo el futbol se quedó atrás de otros sectores de la sociedad en cuanto a equidad de género”. 

Paola López, ex jugadora de Pumas y Pachuca, narró a W Radio que ella ganaba 2 mil 800 pesos al mes, menos comidas si llegaba a comer en el club, eso en el 2017.  

La futbolista fue entrevistada por Gabriela Warkentin a propósito de la iniciativa que se presentó ante el Senado para avanzar hacia la equidad salarial.  De acuerdo con Paola López, la ruta propuesta pide que se determine un salario base digno que permita a las jugadoras ejercer esta profesión de la mejor manera. 

Es una profesión que las mujeres que se dedican al futbol deben complementarla con otros trabajos. En el caso de Paola, cuenta, tuvo el privilegio de comenzar a jugar mientras estudiaba los últimos semestres de su carrera en Economía y Ciencia Política con una beca del ITAM. 

Esta situación va más allá de las futbolistas, está en otros ámbitos deportivos y la iniciativa presentada ante el Senado de la República busca condiciones laborales más justas para todas las deportistas. 

Otra brecha por subsanar está en el monto de los premios de los torneos. En 2022, en la Eurocopa Femenil los premios sumaron 16 millones de euros frente a los 371 millones de euros que entregó en la edición masculina. 

Habrá quien, todavía, opine que el futbol femenil no es tan espectacular y que por eso no genera las mismas ganancias a los clubes, esto con todo y que ellas también regatean, anotan de chilena, se levantan tras sufrir un choque para anotar un gol. Aquí una probada de las jugadas que se vieron durante temporada 2021-2022 en la Champions League femenil:  https://youtu.be/blcZeHa1_N4  

[1] El Mundial de 1971 que se celebró en México entre la selección nacional y la Dinamarca reunió a unos 110 mil aficionados, pero no está en los registros de la FIFA porque el primer mundial femenil con reconocimiento oficial fue el de China 1991, 70 años después de que las mujeres comenzaran a jugar fútbol.

Puedes leer el Women’s Football: Global Report, 2017 completo en https://fifpro.org/en/supporting-players/competitions-innovation-and-growth/global-employment-market-for-women-s-football/women-s-global-employment-report  

ILUSTRACIÓN: Khina Moreno