El sobrepeso que padecen las personas en lo individual es, en realidad, una enfermedad multifactorial subsidiada por la sociedad de consumo.
Lo que ya sabemos: el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una pandemia en México. Lo que representa: que enfermedades como la diabetes e hipertensión estén entre las principales causas de muerte en el país. Las causas: falta de alimentación saludable y de actividad física. Una nota importante: esta última frase encierra una serie de factores que van más allá de la fuerza de voluntad de las personas para cuidar su salud.

Laura Arellano, coordinadora de la licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos lo pone de la siguiente manera: “cuando se vive en una posición de privilegio en la que tienes el refrigerador lleno y puedes decidir si te comes unas frutas o si mejor te comes un gansito porque tienes todo; tienes el tiempo de picar la fruta, de ir a comprarla; cuando tienes y la información y la educación para entender o puedes ir con el nutriólogo, cuando tienes todo eso podríamos pensar que sí tenga una carga individual más alta que las personas del grueso del país que trabajan dos o tres turnos, que en el trabajo les dan media hora para comer y lo único que venden cerca de sus trabajos son alimentos altos en energía, grasas, azúcar, o que lo único que tienen para comer es lo que les alcance con 50 pesos, que no tienen tiempo de ir al mercado en todo el día, ni andar cargando bolsas en el camión y llegar a su casa a preparar, guardar, lavar el tupper, en general, todo lo que implica preparar alimentos”.

“Cuando todo esto está en tu contra pues por supuesto que estar obeso no es una decisión meramente porque no tienes fuerza de voluntad”.

A esto hay que sumarle las afectaciones psicológicas y emocionales de ser discriminado por ser obeso, incluso, asegura Laura Arellano, esta situación te resta oportunidades escolares y laborales. “Sentirte rechazado por algo que te dicen que está en tus manos, genera impotencia y frustración, por eso, muchas personas ponen en riesgo su salud tomando productos milagrosos, falsos, para tratar de encajar”.

Del total de los mexicanos que trabajan, 52 millones de personas, 43 millones ganan entre 0 y 5 salarios mínimos, es decir, 88 pesos diarios. Muchos de ellos, seguramente, viven día, por lo que ir a comprar la comida de la semana no es una opción.

Laura Arellano señala que, además, las mujeres son quienes más consecuencias presentan en su estado de nutrición al tener inseguridad alimentaria. Sí, también es una cuestión de género. “Las mujeres tenemos mayores tasas de obesidad porque tenemos menos acceso a alimentos saludables”.

“(Ellas) están en inseguridad alimentaria moderada, tienen para comer, pero limitado. Estas mujeres se preocupan por que coman sus hijos, su pareja y al final ellas terminan comiendo lo más barato que siempre son carbohidratos simples que satisfacen la sensación de hambre, sus dietas son poco variadas, en especial de alimentos saludables, por ejemplo, si consumen frutas, el consumo es bajo y se limita a uno o dos tipos (por ejemplo, plátano y manzana), al igual que las verduras (por ejemplo. Jitomate y cebolla)”.

Esta parte del entorno que afecta a la obesidad, agrega, es mayor en las mujeres, además de que el estigma y la presión social son mayor en ellas.

Laura Arellano Gómez, es coordinadora de la carrera en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO e investigadora de varios proyectos de la universidad relacionados con el cuidado de la salud.
FOTO LUIS PONCIANO

“Hay un nuevo modelo de sindemia global que, si bien no es para abordar obesidad, no nada más nos dice que tenemos que cuidar la oferta de alimentos para que tengamos un entorno saludable, sino que también tenemos que cuidar el entorno ambiental, mientras mayor efecto tenemos en el ambiente en el cambio climático menos variedad de alimentos saludables vamos a tener.”

EL ENTORNO INFLUYE TANTO COMO EL DETERIORO AMBIENTAL Y LA BRECHA ECONÓMICA Y SOCIAL
No solo hay que cuidar la oferta de alimentos para que tengamos un entorno saludable, sino que también tenemos que cuidar el entorno ambiental; mientras mayor efecto tenemos en el ambiente en el cambio climático, menos variedad de alimentos saludables vamos a tener.

Cuidar el entorno ambiental

“Hay un nuevo modelo de sindemia global que, si bien no es para abordar únicamente obesidad, no se limita a cuidar la oferta de alimentos para que tengamos un entorno saludable, sino que también tenemos que cuidar el entorno ambiental, mientras mayor efecto tenemos en el ambiente en el cambio climático menos variedad de alimentos saludables vamos a tener, además de que se encarecen, haciendo menos accesibles estos alimentos a las poblaciones más vulnerables”, detalla Laura Arellano.

Por el clima, las plagas, explica, se pierde variedad y también producción, disminuye la oferta de frutas y verduras, lo que ocasiona que cada vez sean más caros y menos persona puedan acceder a alimentos saludables, “entonces se empieza a hacer esta brecha de salud todavía más grande porque ciertamente las dietas saludables empiezan a ser más caras y las no saludables más baratas, las que tiene la industria alimentaria”.

Ya se comienza a pensar no sólo en el entorno alimentario, también en que se tengan opciones saludables para todas las personas.

La característica de dicho modelo sindémico, señala la profesora, es que es multinivel ya que no sólo se enfoca en el individuo también en el entorno “en todos los componentes del sistema agroalimentario que son desde la producción, el entorno, las decisiones de los sujetos, el tipo de dieta”.

“Las mujeres tenemos mayores tasas de obesidad porque tenemos menos acceso a alimentos saludables”, afirma Laura Arellano, coordinadora de Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO
Foto: Photo by AllGo – An App For Plus Size People on Unsplash
CAUSAS SUBYACENTES

Según el Informe de la Comisión Lancet La sindemia, por ser multifactorial, requiere de acciones políticas, sociales, económicas y por supuesto de salud. El cambio es sistémico y el futuro depende de nuestra capacidad
para crear un sistema alimentario que
soporte personas saludables y un planeta
sano.

Más allá del enfoque clínico

Entender el problema de la obesidad de manera integral es parte del programa de la licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos. Aunque la carrera ofrece la parte clínica no pierde de vista el contexto. “Desde la concepción de este plan de estudios ha sido comprender la nutrición y la alimentación no como un acto individual, sino como un acto colectivo y que además está influenciado por diferentes factores”.

Entre los proyectos en los que se involucran los estudiantes están los Proyectos de Aplicación Profesional en los que trabajan en educación, cocinan y prueban sabores distintos dependiendo de la población en la que se encuentren. Y recientemente la carrera comenzó a colaborar con un proyecto en Inglaterra llamado Better Health México “en el que estamos revisando todo el contexto y la parte de género, de cómo ayudar a estas personas de escasos recursos a mejorar su alimentación sin agregarles más presión a la que ya tienen”.

Laura Arellano comenta que muchos estudiantes entran pensando sólo en la parte clínica, pensando en cómo calcular calorías y darle un menú, “sí van a saber hacerlo, pero nuestro objetivo además es que lo hagan pensando en cómo vive y en dónde vive esa persona a la que están o esa población a la que están queriendo ayudar, partiendo de que nosotros no somos los que vamos y decimos ‘somos los expertos en nutrición y a usted lo que le falta es comer más pescado y aguacate, deje de comer pastelitos y elija pan integral’, sino rescatar qué es lo que hacen las personas, para ver de ahí cómo podemos adaptarnos a ellos, no ellos a lo que nosotros vamos a decirles, por ahí va el enfoque de la carrera”.

Clínica Nutricia ITESO, nutricia@iteso.mx es un espacio de atención, formación e investigación de la carrera de Nutrición y Ciencias de los Alimentos. Escríbeles si necesitas ayuda o tienes alguna duda.

Obesidad: El exceso de peso corporal afecta a más de 2 mil millones de personas en todo el mundo y es causa de aproximadamente 4 millones de muertes al año. Los costos económicos estimados de la obesidad en la actualidad son de aproximadamente el 2.8% del producto interno bruto (PIB) mundial.
Informe de la Comisión Lancet
Dra. Laura Arellano Gómez
Es coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos. Además, colabora en diversos proyectos de investigación relacionados al manejo y prevención de la obesidad y enfermedades crónicas.

Formación Profesional

  • Licenciada en Nutrición.
  • Maestra en Ciencias de la Salud con área de Concentración en Nutrición.
  • Doctora en Ciencias de la Salud Pública.

Áreas de Conocimiento

  1. Efecto en la salud del consumo de bebidas azucaradas.
  2. Etiquetado de alimentos.
  3. Factores ambientales asociados a la obesidad desde la salud pública.

Datos de contacto:
larellano@iteso.mx
nutricion@iteso.mx
Tel. 3669-3434 ext. 4044
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