La crisis de salud mental también es un problema del coronavirus. ¿Esto te angustia? Respira, aquí algunas herramientas para confrontarla.FOTO Y ANIMACIÓN: ROBERTO ORNELAS

Van más de 400,000 muertes por Covid-19 en el mundo. Jalisco es el segundo estado con mayor alza de casos desde que comenzó la etapa de readaptación (llamada etapa 0). Desde el 18 de marzo, se pierden 17,676 empleos por día en el país. Esto son más de 700,000 personas que no saben cómo seguirán teniendo techo bajo sus cabezas y comida en su mesa. «No existe una pandemia, sino dos», dijo Robert Shiller, nobel de Economía, al respecto de la crisis mundial que, en México, dicen los expertos, supondrá peor que la de 1994.

Si leer todo esto te provoca una sensación de incertidumbre, miedo; y si tu respiración se acorta, tu corazón palpita fuerte y sientes temblor en el cuerpo o fatiga, tómate un momento y respira. Respira hondo y sábete que no estás solo. Eres parte de los tres de cada diez mexicanos con síntomas de ansiedad o depresión por Covid-19. Esto según estudios del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad, de la Ibero de la Ciudad de México.

“Esto seguirá resonando en nuestra mentes, pensamientos y emociones durante muchos, muchos años. Se han perdido relaciones. Se han pedido trabajos. Se han perdido seres queridos. Se han perdido días”, dice Bernardo Celso García Romero, Doctor en Psicología Clínica y de la Salud.

El también coordinador de la carrera de Psicología en el ITESO menciona que, además, muchas personas están experimentando estos problemas de salud mental por primera vez, por la pandemia.

“No estamos acostumbrados a detectar síntomas. Y la ansiedad y depresión son estadios ya muy severos de la situación.” Como especialista en salud mental explica que en esta situación tan vulnerable “podemos sufrir distintos tipos de crisis al mismo tiempo: de salud, económica, social, de incertidumbre, de pareja, familiar… todas en un momento. Y es difícil discernir y distinguir qué recursos y a cuál atender, porque de repente se desborda todo”.

Y nos advierte que tenemos que sumar algo más: un solo lugar donde estar, pues no tenemos otro espacio distinto, ni personas con quienes afrontarlo, porque estamos confinados a nuestra casa y con quien la compartamos. No hay dónde hacer deporte, cómo convivir con los amigos fuera de reuniones virtuales, o de menos distraerse en el espacio de trabajo.

“En un solo lugar tienes que aprender a saber cómo afrontar estas situaciones, y esto a muchas personas se les está yendo de las manos, sobre todo a personas que no habían presentado un límite en sus situaciones de vida”.

En muchos casos, las consultas presenciales con terapeutas no son posibles. La escuela clásica demanda contacto en el acompañamiento para tener más información de un paciente.

“Los profesionales de la salud mental también nos estamos enfrentando a que tenemos que dar soluciones frente a una pantalla o por teléfono, y son otros recursos y técnicas los que tenemos que identificar para ser más sensibles e identificar problemas. No podemos dejar de acompañar, lo debemos hacer por cualquier medio”.

Bernardo Celso García Romero, Doctor en Psicología Clínica y de la Salud y coordinador de la carrera de Psicología en el ITESO.

Y, como especialista, también es complejo acompañar a personas que están viviendo las mismas problemáticas que él; como prácticamente, todo el mundo.

En el área académica, los especialistas en salud mental también encuentran desafíos., “Estamos enfrentando problemas con estudiantes de comunidades sin internet o sin recursos tecnológicos, que tuvieron que regresar a sus casas y tienen problemas para pasar el curso; o estudiantes que no pueden pasar los cursos porque están preocupados de que sus padres no pueden pagar la renta de su hogar”.

¿Este panorama te sigue causando ansiedad? Respira. Aquí vienen las respuestas.

“Antes de acabar en terapia porque generaste un trastorno de personalidad, una depresión o donde es más complicado dar un pasito para atrás y ser conscientes de esto”, nos dice Bernardo: “somos personas vulnerables y es real lo que nos está pasando, muy real. Seamos compasivos y empáticos con nosotros mismos y con el otro”.

En estos momentos, no podemos resolver muchas cosas de forma ideal ni como nosotros quisiéramos, dice, entonces “sé compasivo con tu pareja, con tus hijos, con el vecino que le subió mucho a la música, con tu padre que quizá estalló y fue más duro de lo común”.

Quizá no llegue a ser un trastorno si a tiempo se habla, se comparte y se trata. Y nos explica que, tanto en la salud mental como en los problemas diarios, hay que saber con qué empezar. Priorizar y resolver una cosa a la vez.

“Lo que nos tiene que quedar de todo esto es: si supieras que esto iba a pasar y tuvieras la oportunidad de hacerlo diferente, qué harías. ¿Serías más creativo? ¿Vigilarías tu salud mental con más atención? ¿Planearías mejor tus recursos para no quemarte por estrés?

“Es un gran momento para darnos cuenta que no podemos solos. Cuando ‘regresemos’ a esta nueva forma de normalidad, todos debemos tener la compasión, la empatía y la creatividad para apoyarnos. Todos somos corresponsables en esta nueva normalidad. Estamos juntos en esto”.

El Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO tiene un programa de atención del Covid-19, con un grupo de psicólogos del departamento y la maestría en Psicoterapia. Puedes recibir atención llamando al teléfono 33 3669 3545.




Fotos y animación. Roberto Ornelas