Esteban Corona terminó sus estudios de Filosofía en el ITESO, pero su pasión por la radio lo llevó a Radio Universidad de Colima, donde transmitió un “Maratón de sexo y amor” para ganar el certamen global organizado por la Universidad Complutense de Madrid.
La idea se le ocurrió a un par de locutores de Inforadio, la estación de la Universidad Complutense: ¿Y si organizamos un Mundial de Radio?
El proyecto empezó a tomar forma y se concentró únicamente en el universo de la radio universitaria, logrando que siete estaciones de siete países distintos (España, Alemania, Sudáfrica, Finlandia, Italia, Malasia y México) se inscribieran al World Radio Challenge que tuvo lugar del 6 al 9 de mayo y cuyo campeón sería aquel equipo que transmitiera un programa a lo largo de 70 horas sin interrupciones, incluyendo música, invitados, entrevistas o cualquier elemento que se les ocurriera.
Y el campeón sería un equipo mexicano.
Más de 50 invitados entre escritores, psicólogos, sexólogos, un sacerdote católico o dueños de sex shops, cientos de personas echando la mano desde la producción, apoyando en las redes sociales o llevándoles a la cabina algo de fruta o mensajes de aliento, un permanente monitoreo médico y una irrefutable pasión por hacer radio, se conjugaron para que Esteban Corona, egresado de Filosofía y Ciencias Sociales del ITESO, ganara desde Radio Universidad de Colima esta primera edición, con el programa “Maratón de sexo y amor”, que duró 73 horas ininterrumpidas al aire en Universo 94.9 de la FM colimense, la cual el 1 de junio cumplió 12 años de vida.
“Queríamos algo que resultara atractivo para la gente pero que también fuera educativo, que es una de las razones de ser de toda radio universitaria; tratamos de jugar un poco con la picardía del mexicano y decidimos hablar de sexo, pero no nada más desde el punto de vista cachondo, morboso o picarón, sino hablar de sexo y amor, que es algo que a cualquier ser humano le puede interesar por el simple hecho de ser sexuado, sea de la ideología que sea”, señala Corona, quien se integró como voluntario a la estación colimense en 2006 –un año después de egresar del ITESO– y ahora es su jefe de Imagen Sonora y Visual.
Sin ningún premio económico de por medio, este tapatío de 32 años –junto a las locutoras Arcelia Pérez y Karina Ortiz– le ganó por tres horas al equipo subcampeón, precisamente los madrileños, quienes transmitieron desde la Plaza Callao de la capital española. Físicamente, Corona y sus colegas terminaron cansados y sin complicaciones, pero fueron otras personas las que sufrieron las “consecuencias” de aquellos tres días al aire. Los tres criterios tomados en cuenta fueron: audiencia, actividad en redes sociales y duración.
“Después de que se anunció el triunfo mi esposa me sacó de la estación y me llevó a dormir, y lo divertido fue que tres o cuatro días después –pobrecita de ella–, yo hablaba dormido como si estuviera en el maratón presentando invitados y canciones y haciendo entrevistas, ¡pero a voz en pecho, a todo pulmón!”, rememora Corona, quien empezó a sumergirse en la producción radiofónica en las cabinas del Centro de Servicios Audiovisuales del ITESO, mientras paralelamente estudiaba a Kant o a Hegel.
“Yo ni cuenta me daba, la que se despertaba era ella; fue la única consecuencia negativa, porque a nivel físico no hubo mayor complicación”.
httpv://www.youtube.com/watch?v=Rl6t1oLloSs
¿Dónde se encuentran la filosofía y la radio?
Desde pequeño le fascinaba la radio, afirma Corona, pero después de decidir en la preparatoria (el Instituto de Humanidades y Ciencias de Guadalajara) que quería dedicarse a la docencia, pensó que la Licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales del ITESO le brindaría las herramientas necesarias para hacerlo. “Pensé: si voy a estudiar algo voy a estudiarlo porque me guste, más allá de la cuestión económica”.
¿Y cómo logra conjugar su formación filosófica con su pasión por los medios de comunicación?
“No se trata de hacer un programa que se llame La hora de Hegel, claro que no; es más bien utilizar la filosofía como herramienta para ver un poco más allá de lo obvio”, apunta el responsable de programas como Cerca de la orilla (dedicado al rock progresivo) y Fonoteca (trova y canto nuevo).
“En el ITESO se nos insistía mucho que somos constructores de realidad, que podemos transformar eso que no nos gusta en la sociedad. Es la filosofía de la praxis y decir: ‘¡Vamos a hacer algo!’ La filosofía no es 100% teórica y cuando es filosofía que vale la pena es porque es netamente práctica; se trata de construir ese amor por la sabiduría desde distintos matices, y mi quehacer en la radio, aunado a la filosofía, va encaminado a eso: compartir distintas perspectivas, distintos puntos de vista”.
Un ejemplo concreto de lo anterior fue la campaña que elaboró para la Facultad de Filosofía de la Universidad de Colima, porque era la carrera con menos demanda entre los bachilleres, algo muy frecuente en cualquier universidad mexicana. Gracias al trabajo del equipo de Corona, el siguiente semestre tuvo un récord de aspirantes.
“Aquí somos ‘todoterreno’, todos le hacemos a todo: editar, escribir guiones, picar botones, producir eventos especiales. En la estación queremos ofrecer algo diferente a la población, que no sea solamente bla, bla, bla”, explica Corona, quien añade que además funcionan como una radiodifusora escuela-laboratorio, “donde los estudiantes vienen a aprender a hacer radio”, dice Corona, a quien en Twitter lo encuentras como @estebanentuiter.
Al hablar de sus primeras influencias, cita entre sus maestros a gente como Yolanda Zamora, Álvaro González de Mendoza o David “El Negro” Guerrero, a quienes escuchaba desde su adolescencia en Guadalajara o que incluso colaboró, como fue el caso de Zamora, en el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión. Texto Enrique González Foto cortesía Esteban Corona
Muchas felicidades, Esteban.
A Esteban lo conocí desde muy pequeño y formo parte muy especial de su familia y me da mucho orgullo que esté haciendo lo que quiere. Lo felicitamos mi esposa Delia y yo por lo que está logrando y le digo que extrañamos mucho su sabroso café.