Los avistamientos de distintas especies que Anillo Primavera ha captado con su proyecto de monitoreo de fauna, aportan evidencia para trabajar por la conservación del bosque y defender sus corredores biológicos que este año sufrieron incendios.

Primero fueron las imágenes de diferentes especies de venados, coyotes y jabalíes las que captaron las cámaras que Anillo Primavera instaló en el bosque, con la intención de hacer un monitoreo de fauna. La sorpresa se dio cuando aparecieron unos jabalíes; esa misma noche se tomó la foto de un puma y, aproximadamente diez días después, se presentó otro ejemplar. Esta es la cuarta vez que se tiene un registro de esta especie en el bosque.

Son dos jóvenes pumas, hembra y macho, cuya presencia en La Primavera indica que es un ecosistema completo, a pesar de que este año hubo incendios en los corredores biológicos del bosque que son usados por la fauna para ir de La Primavera a otras áreas naturales cercanas, como cerro del Tepopote, cerro Viejo y Ahuisculco. Esto lo explican Sandra Valdés, presidenta de Anillo Primavera, y Pedro Alcocer, coordinador del Proyecto de Aplicación Profesional del ITESO que lleva el mismo nombre de la asociación.

El proyecto de monitoreo de fauna inició con Hugo de Alba, profesor de Ingeniería Ambiental, quien ofreció las cámaras, en tanto que, Sara Canales y Fabián Salazar, estudiantes de dicha licenciatura, se involucraron en la investigación y aplicación de distintas metodologías de fototrampeo.

La primera toma de fotos fue en marzo, que es la época de reproducción de venados, detalla Pedro Alcocer. En los primeros meses, además de venados, captaron un cachorro de coyote y guajolotes silvestres (norteños), estos no eran una especie que estuviera dentro del catálogo de fauna del bosque porque, aunque se decía que existían en la zona, no se tenía un registro.

Estos avistamientos, dice Sandra Valdés, “son muy buenas noticias porque quiere decir que a pesar de los grandes desastres que tuvimos este año, la fauna se sigue moviendo y La Primavera sigue siendo la casa de estas especies”.

“La misma noche que salieron los jabalíes, salió el puma, como cuatro horas después; lo que nos dice eso es que el puma va siguiendo a esta fauna; creemos que descubrimos un camino o uno de los caminos por donde pasa el puma naturalmente por La Primavera”, señala Pedro Alcocer y Sandra Valdés agrega que la primera en aparecer fue la hembra y en un periodo de 10 días apareció el macho.

“Parece que son juveniles, lo más probable es que sean hermanos; esto cambia la dinámica que estábamos haciendo porque a lo largo de la historia del bosque solo se ha podido registrar al puma cuatro veces”, comenta Sandra Valdés.

El primero fue en la década de los 70 cuando un cazador mató a un puma, el segundo en 2009 con una cámara de fototrampa, y en 2012, después del incendio que dañó más de 8 mil hectáreas del bosque, se captó a una hembra con dos crías, explican los profesores del ITESO. Los avistamientos han sido en temporadas cercanas a la temporada de incendios.

Pedro Alcocer señala que, según registros, un puma macho necesita 60 mil hectáreas de dominio territorial y el bosque tiene 30 mil, sin embargo, Sandra Valdés apunta que “si sumamos lo que hay de hectáreas de corredores biológicos o la zona de Anillo Primavera, entonces ya podemos acercarnos a las 60 mil hectáreas que necesita el puma; por eso es tan importante la conservación de los corredores biológicos del bosque porque ahorita no están dentro del polígono de protección”, por lo que están a disposición de cambios territoriales.

La profesora enfatiza que la protección del cerro del Tepopote y del corredor biológico de Ahuisculco ayudarían a la conservar de especies como el puma.

“Si logramos que se conserven esos corredores biológicos estaríamos dando a la fauna un respiro” dice Sandra Valdés.

De hecho, la asociación Anillo Primavera ya comenzó el proceso para que Zapopan declare Área Natural Protegida (ANP) al Tepopote, esto tras el incendio que consumió más de mil 200 hectáreas.

La intención es que la declaratoria del cerro del Tepopote como ANP sea una primera acción para ampliar la protección a la zona de amortiguamiento del bosque. Por esa razón, añade, ya se han preparado el Estudio Técnico Justificativo y el Programa de Aprovechamiento, documentos necesarios para solicitar la declaratoria como ANP ante el municipio.

El profesor del ITESO detalla que el cerro del Tepopote cuenta con elementos para ser considerado un parque ecológico, debido a que “tiene valor geológico; hay vestigios arqueológicos de la tradición Teuchitlán, cuenta con dos guachimontones bien definidos y posiblemente un tercero; cuenta con una gran biodiversidad de flora y fauna; su paisaje tiene un alto valor estético, y es una puerta de entrada natural a los valles de Tesistán y Atemajac”.

“Ahorita que, por ejemplo, se están actualizando los planes parciales y de ordenamiento territorial, pues es un momento clave para tomar la decisión sobre cómo queremos conservar el bosque a largo plazo; si el puma continúa existiendo en La Primavera podemos seguir diciendo que es un bosque y que es un ecosistema completo, conforme vayan desapareciendo este tipo de especies nos vamos a ir acercando más a un parque que a un bosque”.

Los datos que están recabando con el proyecto de monitoreo de fauna son evidencia actualizada que justifica la existencia de los corredores biológicos y que no se vea amenazada por proyectos como el macro libramiento que puso a discusión los pasos de fauna sobre este, ya que en un primer momento la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aseguraba que no había evidencia de que fueran necesarios.

En el monitoreo también se detectó a ciclistas y corredores en zonas donde no está permitido este tipo de actividades, por lo que el trabajo, dijo Sandra Valdés, “también sirve para justificar qué tipo de actividades sí se pueden realizar en qué zonas del bosque y qué tipo de actividades es mejor no realizarlas para no molestar a las especies”.