A partir de Primavera 2023, el ITESO oferta el nuevo plan de estudios para la Licenciatura en Nutrición

En el imaginario social, se recurre a quienes se dedican la nutriología en caso de querer bajar o subir de peso. Algunas personas reconocen el valor del acompañamiento de un nutriólogo para adoptar un estilo de vida más saludable. Pero, aunque muchas veces escapa a primera vista, los nutriólogos y nutriólogas son profesionales de la salud que, por su campo de estudio, tienen importante injerencia en el bienestar de la población y del medio ambiente. 

El nuevo plan de estudios de la Licenciatura en Nutrición del ITESO explora esta disciplina desde su multidimensionalidad: desde su implicación meramente biológica, pero también desde un enfoque social y con un especial interés en lo ecológico. 

Lalis Elisa Osuna Sánchez, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición, señala que, como parte de su formación, los estudiantes aprenderán a ejercer con una visión ética, con herramientas de acompañamiento psicoemocional, a partir de elementos de ciencia básica y desde un enfoque de salud integral, medioambiental y social. 

“Este plan de estudios tiene el sello del ITESO: nos centramos en ver la necesidad de la persona, y que sus acciones y decisiones no repercutan de manera negativa en el entorno”, dice. 

La académica apunta que el énfasis que el nuevo plan hace en temas de ecología es un diferenciador de la oferta del ITESO. “Tenemos que conocer el suelo donde se siembran los alimentos y entender la importancia de que cuente con las condiciones necesarias para dotarnos de alimentos de calidad, que nos nutran de manera adecuada”, apunta. 

Además del énfasis en la ecología, el nuevo plan toca también el tema de la sostenibilidad desde distintas asignaturas. Para Éric Alvarado Castro, académico del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES), “no podemos hablar de individuos sanos sin comunidades sanas, ni de comunidades sanas sin un medio ambiente sano y funcional”.  

Esta visión empata con la sensibilidad ecológica y el compromiso de acción global en la materia presente en todas las obras de la Compañía de Jesús, incluidas las universidades confiadas a ella, como el ITESO. 

Contar con los conocimientos y herramientas necesarios para poder desarrollar una visión mucho más compleja del entorno es una de las virtudes que el plan de estudios aporta al profesional —en formación— de la nutrición del ITESO, continua Alvarado Castro. Además, “abre el abanico de oportunidades, entornos y proyectos en los que los egresados se pueden desenvolver profesionalmente”. 

“Este plan de estudios tiene el sello del ITESO: nos centramos en ver la necesidad de la persona, y que sus acciones y decisiones no repercutan de manera negativa en el entorno”.
Lalis Elisa Osuna Sánchez 

Mucho más que solo calorías

Laura Patricia Arellano Gómez, académica e investigadora del DPES, añade que se trata de una carrera de servicio desde donde se pueden diseñar soluciones con los problemas relacionados con la alimentación, vividos desde la salud, la agroecología e incluso la economía, entre otros campos.  

“Hay otras formas de hacer nutrición, de abordar las problemáticas desde la afectación medioambiental, considerando además el entorno social”, señala. “No es centrarnos en el peso y las calorías, sino en un ser humano que siente, convive y genera otro tipo de dinámicas con la comida que van mucho más allá del conteo de kilos y porciones de frutas y verduras”, afirma. 

Ana Cecilia Zúñiga Barba, coordinadora de la Clínica Nutricia, coincide al señalar la interconexión de elementos que abonan a una visión más compleja. En ese sentido, comentó que la reinvención del plan de estudios, que coincide con el décimo aniversario de la carrera, propone entender el entorno como un todo y desde ahí trabajar las distintas líneas. 

La ciencia básica es también un pilar importante en la formación de los y las nutriólogas del ITESO.  Ingrid Rivera Íñiguez, académica del DPES, reconoce en esta área importantes herramientas para combatir enfermedades causadas por una alimentación deficiente. “Sabemos que hay interacción muy fuerte entre los genes, el medio ambiente, la cultura, etcétera. Si restauramos estas relaciones, se puede lograr la modificación de la respuesta fisiológica”, comentó. 

Los docentes coinciden en que el nuevo enfoque puede ser clave para formar profesionales interesados y capacitados para promover estilos de vida saludables y modificar entornos alimentarios y el funcionamiento de este sistema alimentario, a partir de estrategias como prácticas situadas, que acercan al estudiante con realidades y problemáticas de las que puede aprender e intervenir. 

Para más información, escribe al correo nutricion@iteso.mx o marca al número (33) 3669 3434 ext. 4188. 

FOTO: Luis Ponciano