En el marco de las actividades del Semus, presentan el Atlas de Ciudades para la Movilidad Activa en España, un ejercicio de mapeo de la oferta de movilidad en cuatro ciudades de la península ibérica y que pudiera ser replicado en el AMG
¿Qué debe tener una ciudad para que sea caminable o ciclable?
Esta pregunta fue la guía en el desarrollo del Atlas de Ciudades para la Movilidad Activa en España, el cual fue presentado en el marco de las actividades del Seminario Permanente de Estudios de la Movilidad Urbana Sustentable (Semus) del ITESO, en el Colegio de Arquitectos, donde estuvo una de las responsables del proyecto, Carme Millares-Guasch, académica experta en movilidad de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Este atlas, el cual se presentó en España en junio de 2023, se desarrolló en el transcurso de un año y en forma conjunta con la UAB, la Universidad Politécnica de Valencia, la Universidad de Granada y la Universidad de las Islas Baleares, contando con otros apoyos públicos, y consistió en cartografiar las características urbanas, para que se pueda dar la movilidad activa en cuatro ciudades: Barcelona, Granada, Valencia y Palma de Mallorca.
“No se cuantificaron los desplazamientos en las ciudades, sino las características de las ciudades que nos permiten ir en bicicleta o caminando. En términos de oferta y demanda, lo que cartografiamos fue la oferta. Es un instrumento que tiene que ser útil no solo a la academia, sino a los gestores de la ciudad, y eso incluye a todos, a los públicos, a los privados, a los activistas, a los jóvenes y no tan jóvenes, para que entendamos que la ciudad requiere conocimiento cuantitativo, intenso y extenso y también información cartográfica, porque la ciudad es un lugar y tenemos que ubicar ese conocimiento concreto”, explicó la también exdiputada por la provincia de Tarragona.
El trabajo, el cual puede consultarse de manera abierta en la página www.movactiva.es, está organizado en cinco indicadores clave que se constituyen como características urbanas para la movilidad activa, los que a su vez se basaron en 59 variables y 17 indicadores parciales. Estos indicadores son: ciudad de los 15 minutos, vitalidad urbana, ciclabilidad, densidades urbanas para la caminabilidad y el verde urbano.
“Son indicadores que teníamos que ubicar en un lugar concreto, nos propusimos que, en cada cuadrícula de cada una de esas cuatro ciudades, pudiéramos decir si eso es una ciudad vital, si es cierto que se puede caminar o ir en bici”, agregó Millares-Guasch.
El primer indicador, la ciudad de los 15 minutos, muestra y mide en un mapa el tema de la proximidad, es decir, la medición de una ciudad no en unidades de distancia, sino temporales, incluyendo las cercanías con centros de cuidados, de educación de aprovisionamiento, de ocio y cultura, y el transporte público y activo.
El segundo, sobre vitalidad urbana, hace referencia a la capacidad del entorno para albergar actividades en el espacio público. Basados en las teorías de Jane Jacobs, agruparon la medición en variables como la concentración –poblacional, comercial y de equipamientos públicos–, la diversidad funcional –relación entre servicios residenciales y no residenciales–, la oportunidad de contacto, la diversidad de edificaciones, la accesibilidad –paradas de buses, alumbrado, estaciones, zonas peatonales, aceras– y los elementos de frontera –parques grandes, autopistas o avenidas, solares–.
La ciclabilidad responde a la pregunta, ¿podemos o no ir en bici? Aquí, los tres indicadores centrales fueron la capacidad ciclable, es decir, la tipología de las vías para bicis; la infraestructura existente –ciclovías, zonas 30, estacionamientos para bicis– y la pendiente o inclinación existente en la superficie urbana.
El cuarto indicador, orientado a las densidades urbanas para la caminabilidad, tiene que ver con la relación entre cuatro tipos de densidades: residencial, comercial, de intersecciones y de uso de suelo, teniendo en cuenta que las ciudades extensas, de muy baja densidad y con mucha concentración en espacios muy limitados, no son ciudades que permiten caminar.
Finalmente, el verde urbano, que para la movilidad activa es un elemento fundamental, se aboca a identificar los espacios verdes de la ciudad –parques, zonas ajardinadas y arbolado del espacio público y privado–. Este es un tema que se está revalorizando a partir del cambio climático, a modo de integrarlo no como ornamento, sino como un elemento necesario en los desplazamientos activos.
¿Es replicable esta cartografía en el AMG?
Uno de los temas finales en la discusión es la viabilidad de que este modelo cartográfico pudiera ser aplicable al Área Metropolitana de Guadalajara. A decir de Yeriel Salcedo, académico del Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide) e integrante del Semus, la ciudad cuenta con los actores y el escenario social suficiente para replicar este ejercicio en beneficio de la gestión urbana.
“Hay los actores, las universidades, más allá del ITESO, está la UdeG, el TEC, todos ya tocan el tema, hay académicos que hacen incidencia, también está el Observatorio (Ciudadano de Movilidad y de Transporte Público del Estado de Jalisco). Creo que las condiciones sociales están para que lo podamos replicar, aterrizándolo en el contexto, tropicalizándolo al área metropolitana”, consideró.
De darse el proyecto –por el cual ya ha habido algunos primeros acercamientos– tendría que estudiar y sumar otras variables aplicables al contexto local, tales como seguridad, iluminación en las calles, presencia de banquetas transitables, externalidades ligadas al clima (por ejemplo, calles que se inundan), estigmas territoriales (sitios considerados peligrosos) y hasta la especulación inmobiliaria.
“Lo que tenemos que hacer es un proceso de diálogo, es mucho trabajo y un solo actor no puede hacerlo. De hecho, es mejor hacerlo en colectivo, porque tendría una mayor validación, (sumando a universidades, colectivos y gobierno). Platicando con Carme, hay esa disposición para una vinculación formal entre esas universidades en España con las que podamos hacerlo aquí. Darles su lugar como creadores de la metodología y que nos acompañen en la creación de un atlas para el Área Metropolitana de Guadalajara”, mencionó.
FOTOS: Oficina de Comunicación Institucional y Cortesía