Desde varios espacios el ITESO promueve la sensibilización sobre el tema de la discapacidad.
POR JUDITH MORÁN Y ÉRIKA TORRES

Durante un mes los vecinos de Murrahem, quien vive en Estambul, aprendieron lenguaje de señas con la intención de sorprenderlo. Durante un día completo todos se comunicaron con él en su lengua: el panadero le hizo saber que había bagels, alguien más le ofreció una manzana, otra persona más se disculpó por chocar con él, el taxista le dio los buenos días. Se trata de una campaña publicitaria hecha con cámaras escondidas de una empresa de teléfonos celulares que abrió un centro de videollamadas para las personas con discapacidad auditiva.

Esta escena viene al caso ya que Gilberto Gutiérrez, quien imparte en el ITESO el Taller “Lengua de señas mexicana”, señala que nos toca pensar qué hacemos para incluir a las personas con discapacidad en tres niveles: personal, como sociedad y como profesionales de cualquier ámbito.

“Nos toca ir pensando en accesibilidad desapercibida –rampas que utilicen todos sin evidenciar que son para personas con alguna discapacidad motriz–, en que todos los productos sean accesibles para todos, porque ¿qué pasa cuando una persona se lastima las manos y no pueda abrir una puerta?, aunque no tengas la discapacidad, también tú puedes pasar por la misma necesidad que una persona con discapacidad, ya sea por un accidente, por alguna enfermedad o por edad.

El egresado de Mercadotecnia del ITESO es integrante del proyecto Universidad Incluyente del Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven) desde donde se busca generar una cultura de la inclusión frente a la discapacidad dentro y fuera de la universidad Elizabeth Covarrubias, coordinadora de Universidad Incluyente, señala que el proyecto tiene varias dimensiones. Una de ellas es el acompañamiento a los estudiantes que tienen alguna discapacidad (auditiva, motriz, visual) durante el transcurso de su carrera y, a la par, a los profesores que los tendrán en sus clases para que hagan los ajustes pertinentes a la dinámica del curso.

“Pedimos equidad, hay que darle el cómo sí, pero con la misma exigencia que los demás, al final también va a ser un profesionista que va a salir al medio laboral”.

Como un apoyo para estudiantes con discapacidad visual, la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, cuenta con el Centro de Cómputo para Usuarios con Discapacidad con una computadora con el programa Jaws (lector de pantalla) y un escáner que digitaliza texto a audio.

El acompañamiento a personas con discapacidad en el ITESO ha derivado en cambios en la infraestructura que existe en el campus. Rampas, elevadores, barandales, guías podotáctiles y letreros en braille. La última modificación que se realizó fue en los laboratorios del edificio H donde se acondicionaron rampas bajo el concepto de accesibilidad desapercibida.

 

Preparatorianos en las estancias de verano de arquitectura realizan una acuarela con su boca como parte de los ejercicios del taller de sensiblización hacia las distintas discapacidades.

Ignorar, excluye

Elizabeth Covarrubias acota que no todo se centra en estos estudiantes y la parte académica, también se plantearon la pregunta sobre ¿qué pasa con sus compañeros y la comunidad universitaria? “Fue entonces cuando nos dimos a la tarea de ofrecer los talleres de sensibilización con el propósito de ir permeando esta cultura de la inclusión y que los compañeros también sepan cómo interactuar”.

Falta información sobre cómo acercarse o tratar a una persona con discapacidad. Los talleres que imparten integrantes del proyecto Universidad Incluyente, están planteados para que por unos momentos los estudiantes experimenten lo que es tener una discapacidad.

“El objetivo es lograr que la comunidad sea empática, conozca y reconozca que una persona con una discapacidad física tiene fortalezas, cualidades, competencias”.

Además, hace un par de años se abrió el Taller “Lengua de señas mexicana” al que han al que han asistido integrantes de la Secretaría de Salud, del DIF Guadalajara y Zapopan. Incluso, unas estudiantes del taller hicieron un club de conversación en el jardín que está junto al Almacén de equipo audiovisual y de Objetos encontrados -se reúnen los martes, de 15:00 a 16:00 horas-.

Estas iniciativas ya están permeando a otros ámbitos de la vida universitaria, por ejemplo, Gilberto tiene un espacio en los clubes de conversación que oferta el Departamento de Lenguas, al que puedes asistir lunes y martes a las 13:00 horas si deseas extender tu dominio de lenguajes.

“Una alumna mía que se llama Verónica Padilla cantó en Vas! –el espacio de expresión de Promoción Cultural– cantó con su voz y, al mismo tiempo, con señas, es padre que los alumnos visibilicen la cultura de la inclusión” dice Gilberto Gutiérrez.

Lo que sigue, dice Elizabeth Covarrubias, es fortalecer la cultura de la inclusión dentro de la universidad “para que de aquí pueda salir. Hacernos conscientes también de la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros en este tema. Entiendo que es cita, pero en la conversación habrá alguna otra cita que lo exprese de manera más clara porque es diferente a mí lo puedo hacer a un lado e invado los espacios, ignorar excluye. Cuando te sensibilizas te das la oportunidad de vivirte y tratar a esa persona de otra manera”.

¿En qué otros espacios se aborda la inclusión?

El tema de la inclusión trasciende también a las aulas de la universidad todas las profesiones tenemos algo para aportar.

Andrea Fellner, coordinadora de las materias de Diseño Estratégico de la carrera de Diseño, menciona que con el cambio de enfoque de los planes de estudio, ahora se pone más énfasis en el diseño desde las necesidades de los usuarios.

“Es un área muy interesante, trabajan desde el enfoque de, primero, detectar las necesidades que hay en distintas áreas y luego se generar soluciones innovadoras. Porque no es una solución que sale de la mente ‘yo ya sé lo que tú necesitas’. No, primero analiza, investiga a ver en dónde hay áreas problemáticas, y ahora sí, al conocer ese problema, ver desde qué áreas del diseño lo puedes abordar”.

Ya se han desarrollado proyectos para débiles visuales o ciegos, para personas de la tercera edad o que tienen que ver con la movilidad.

“Conforme van avanzando los semestres, las problemáticas se abordan de manera mucho más compleja, y en consecuencia, las soluciones son también mucho más complejas. Puede ser la propuesta que trabaja la vinculación del ser humano en su espacio, por ejemplo, habilitar un espacio de vivienda para personas de la tercera edad o personas con discapacidad y también los objetos, cómo facilitarle a una persona que no es completamente ciega, pero sí ve todavía algo, y cómo ayudarle a poder integrarse de manera más fácil en el mundo de la comunicación. Se abre un abanico de posibilidades grandísimo de generar proyectos que sí muchas veces logran la inclusión”.

La profesora Tania Arias, que imparte la materia Interacción, Diseño y Contexto, menciona que aunque es muy breve la revisión del tema en su clase, es importante que los alumnos reflexionen sobre la inclusión y tomen conciencia de una realidad a la que muchos no están acostumbrados.

“Lo que queremos ver es qué soluciones se pueden aportar desde el diseño, o qué soluciones hay en el mercado, para poder partir de ahí para contribuir”, señala.

Actividades para todos

Juan García Llamas, profesor de Medios y Lenguajes 2 del Departamento de Estudios Socioculturales, trabaja el tema de inclusión en su materia con una actividad en la que los alumnos diseñan y producen un podcast corto en el que cuentan una historia elegida por ellos mismos. Deben generar audios descriptivos para que los niños con discapacidad visual puedan entenderlo. “Entonces, se hace un ejercicio de ponerse la “mirada” de la ceguera y empezar a encontrar otros caminos para describir lo que habitualmente hacemos con referentes visuales”, menciona.

Al terminar la actividad, los estudiantes reportan el descubrimiento de nuevas formas de comunicarse, lo que no solo mejora sus habilidades profesionales, sino su capacidad para lograr la empatía y utilizar sus conocimientos para incluir.

En uno de los semestres, los alumnos llevaron los audios a la Escuela de Niñas y Niños Ciegos de Guadalajara, AC., con lo que pudieron apreciar el impacto de sus proyectos y se vincularon de manera más cercana con niños con discapacidad visual, quienes recibieron los productos con mucho entusiasmo. Los audios fueron donados a la escuela y son utilizados no solo como material educativo, sino como un ejemplo para que los papás descubran una nueva forma de explicarle el mundo a sus hijos.

Otra actividad, que tiene aún en fase de prueba, consiste en poner textos descriptivos en videos, para que las personas con discapacidad auditiva puedan tener una mejor comprensión de lo que está pasando en la historia.

Si quieres conocer más de la cultura de inclusión acércate a Universidad Incluyente del C-Juven en los teléfonos 3669 3572 y 3134 2949.