Alumnas del ITESO trabajaron con estudiantes del Instituto Superior Intercultural Ayuuk para filmar un cortometraje que busca visibilizar cómo la violencia de género está presente en todas partes

No importa si vives en zona urbana o rural; si tienes 10, 20 o 30 años; si estás en Argentina, Francia o México. La violencia de género es, tristemente, un factor que une a mujeres de todo el mundo.  

Un estudio de ONU Mujeres informa que casi una de cada dos mujeres experimentó alguna forma de violencia desde el inicio de la pandemia por covid-19, en tanto que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que seis de cada 10 mujeres de 15 años o más han sufrido al menos un incidente de violencia de cualquier tipo a lo largo de su vida. 

Así que el contexto no es lo más importante. La realidad es que A todas nos pasa. Bajo ese título, estudiantes del ITESO y del Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA) crearon un cortometraje que busca visibilizar esta realidad.  

En diciembre de 2021, la obra ganó el “Premio Documental Estudios Churubusco” en la segunda edición del concurso ProyectaDAS, otorgado por la organización feminista DAS Cancún. 

La intención de los creadores detrás del cortometraje fue “visibilizar la hermandad que existe entre mujeres, aunque no nos conozcamos. Entre nosotras nos entendemos: nos une el amor que surge como proceso sanatorio tras la violencia”, comentó Carolina Dávalos Ramírez, alumna del ITESO, quien actualmente cursa un semestre de intercambio en la Universidad Nebrija, en Madrid, España; compartió también que la obra está participando en otros 10 festivales de cine, entre ellos el Festival Internacional de Cine de Tequila (FICTEQ) y el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). 

“Quedamos en la selección oficial del Festival Cinema Imaginarios, de la Universidad Autónoma de Querétaro, y esperamos respuesta de otros festivales. Esperamos compartir el cortometraje en redes sociales para otoño de 2022”, dijo. 

El cortometraje se trabajó durante el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) de audiovisual colaborativo del Programa indígena intercultural (PII), cursado por Carolina Dávalos y Ahtziri Shiebi Aguilar Lujano, alumna y egresada respectivamente de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales, en Verano 2021.  

En el equipo también participaron Paola Vásquez, Araceli Antonio, Aidé Luis García y Alejandro Martínez, estudiantes de Comunicación para el Desarrollo Social del ISIA. 

Un llamado sororo

Las estudiantes coinciden en que la experiencia en el PAP les dio la oportunidad de convertir un producto audiovisual en una herramienta de encuentro intercultural, no sólo entre los integrantes del equipo, sino también con mujeres de otras latitudes y generaciones. 

A todas nos pasa fue realizado en Jaltepec de Candayoc, Oaxaca, y en sus poco más de cinco minutos de duración incluye voces de mujeres hablando en español y en lenguas originarias, como ayuuk, ombeayiüts, zapoteco y tzeltal. También se escuchan fragmentos en alemán, japonés, italiano, búlgaro y francés, para enfatizar la incidencia mundial de la violencia de género. 

Al respecto, Ahtziri Shiebi Aguilar Lujano comentó que “(las mujeres) tenemos muchas cosas en común; lamentablemente una de esas cosas es la violencia. Nombrarla es importante, por lo que comenzamos a compartir nuestras experiencias para darnos apoyo. Parte del proyecto fue hacer colectivo el dolor y apoyar a otras mujeres”. 

Por otra parte, la ahora egresada señaló que, con este cortometraje, el equipo busca promover la distribución de cine indígena y comunitario en el país. “Hacer cine de esta manera es parte de resistir”, dijo. 

Paola Angela Vásquez Canseco, alumna de Comunicación para el Desarrollo Social del ISIA, señaló que “es tiempo, siempre ha sido tiempo de darnos la oportunidad como mujeres de decir ‘basta’, saber que no tiene nada de malo decir ‘Esto para mí es violencia’, y exigir respeto”. 

Afirmó que, a través de esta experiencia intercultural, entendió que la violencia de género está presente y normalizada en todos los contextos. “Así haya muchas formas de denunciar violencias, siempre se terminan callando, ya sea por miedo o por costumbre. Es tiempo de que esto dé un giro y que nos una el amor, y no la violencia”, agregó. 

El proceso

Las alumnas del ITESO hicieron una estadía de dos semanas en la comunidad oaxaqueña. “Llegamos con ciertas expectativas de que íbamos a una comunidad indígena, y también las personas del ISIA tenían expectativas acerca de nosotros, por venir de la ciudad”, recordó Carolina Dávalos. “Sin embargo, logramos eliminar esas barreras imaginarias que teníamos ante el otro, que al final no es el otro, somos nosotros”. 

Tras reconocer las diferencias, los estudiantes encontraron similitudes. “Tanto ellas como nosotras teníamos experiencias de violencia de género. Nuestro plan entonces fue armar un producto audiovisual que fuera relevante tanto para su comunidad como para nosotros”, señaló la estudiante. 

Aguilar Lujano señaló que el proceso fue sumamente horizontal, y que la colaboración jugó un papel clave. “Ellos tenían ciertos conocimientos y nosotras otros. Nos fuimos rolando los papeles y acompañándonos en el camino. Compartir experiencias y saberes hizo que nuestro equipo de trabajo fuera muy sólido”, dijo. 

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