En el marco del Día Internacional de la Mujer, el ITESO organizó un conversatorio en el que se abordaron algunos de los retos que enfrenta la sociedad actual para procurar la salud mental de las mujeres

Una de cada cinco mujeres sufre problemas de salud mental a lo largo de su vida. Depresión y ansiedad son los trastornos más recurrentes, y aunque se conocen ampliamente, la mayoría de las personas desconocen los motivos que detonan estas problemáticas. A la par, el miedo a ser juzgadas, los estigmas y la discriminación son factores que evitan que las mujeres busquen apoyo, lo cual en muchas ocasiones las condena a vivir estos padecimientos de forma crónica.

Para visibilizar y concientizar sobre esta realidad, así como para compartir potenciales estrategias de salida, el Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven) del ITESO organizó el conversatorio “Empoderar a las mujeres: bienestar y salud mental”, realizado el martes 11 de marzo en al auditorio D1.

Karla María Pérez Hernández, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) Zapopan Norte, señaló que en repetidas ocasiones los roles sociales dificultan que las mujeres busquen apoyo para su salud mental. Como ejemplo, mencionó que la mayoría de las mujeres atendidas en el CIJ por situaciones vinculadas a la salud mental llegaron buscando atención para algún familiar y en el proceso entendieron que ellas también necesitaban acompañamiento profesional.

Para la psicoterapeuta, no tener malestares de tipo emocional, psicológico o cognitivo o no tener un diagnóstico clínico es tan solo una parte de la salud mental. El aspecto físico y social, referente a todo lo relacionado a vínculos y relaciones sociales, son igual de importantes. “La salud mental se refiere básicamente a promocionar todo bienestar que esté vinculado con las condiciones que permitan a la persona sentirse bien emocional, física y socialmente”, mencionó.

Mujeres normalizan sentirse mal

En ese contexto, el empoderamiento puede ser una estrategia de autocuidado y la perspectiva de género una herramienta que permite buscar la igualdad, compartió Esmeralda García Aceves, coordinadora de Prevención de Conductas Adictivas y Autocuidado Universitario del C-Juven.
La perspectiva de género, lejos de considerar a las mujeres como vulnerables por su condición de mujeres, permite resaltar las vulnerabilidades que generan los roles sociales, señaló Pérez Hernández. “Es considerar que desde que nacemos y nos desarrollamos en sociedad, hay ciertas condiciones —como violencia, abuso y exclusión— que predisponen a que haya o no salud mental. Las mujeres han tenido que normalizar el sentirse mal”, agregó.

Patricia Villarreal Torre, directora de C-Juven, señaló que el empoderamiento es un compromiso con uno mismo para entablar relaciones sociales sanas.

Sin embargo, acotó que no debe ser usado para reproducir las mismas estructuras y opresiones que han operado en contra de las mujeres. “Empoderarnos no tiene que ver con tener el poder de hacer menos al otro, de lastimar. Tiene que ver con hacerme cargo de mi para darme mi lugar, que puede significar, por ejemplo, poner límites. Tiene que ver con un trabajo personal; si no empiezo conmigo, no vamos a poder cambiar el mundo”, dijo.

Alma Álvarez Villalobos, directora de MÁSProyectos, señaló que, en aras de procurar una buena salud mental, es valioso hacerse de redes de apoyo, evitar caer en el síndrome de la impostora, trabajar en construir una autonomía económica y una autoestima fuerte en la que la mujer se reconozca no como un objeto de otros, sino como sujeto de derechos.

La también filósofa lamentó que la pandemia haya sido un retroceso importante para el feminismo, ya que profundizó las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres. “El solo hecho de nacer mujer supone un grave peligro en cualquier lugar del mundo debido a la violencia machista”, mencionó.
Al respecto, consideró necesario continuar con acciones colectivas que acaben con el machismo, el patriarcado y el sexismo, conociendo a mujeres inspiradoras y reconociendo su trabajo en pro de la igualdad de derechos.

FOTO: Zyan André