Durante la conferencia “Diseñar pensando en la manufactura”, Juan Pablo Mora invitó a quienes se dedican al diseño industrial a considerar todos los aspectos del proceso de creación de componentes para que su labor sea óptima
Juan Pablo Mora lo tiene claro y lo dice sin rodeos: “La mejor forma de aprender a diseñar es estando en producción y dando mantenimiento”. Para el académico, cuando el trabajo de los diseñadores —de un mueble, un aparato, cualquier cosa ensamblable— no toman en cuenta los procesos de producción y de mantenimiento, lo más seguro es que el producto se encarezca o se pierda en el mercado. Éstas fueron algunas ideas que puso sobre la mesa durante la charla “Diseñar pensando en la manufactura”, organizada por las maestrías de Ingeniería y Gestión de la Calidad e Ingeniería de Productos y Procesos.
Para su exposición, Juan Pablo Mora comenzó explicando los conceptos de la que se conoce como ingeniería consciente, entendida como “un acercamiento al diseño integrado de productos y los procesos relacionados, como son la manufactura y el soporte”. La ingeniería consciente contempla el diseño pensando en la función, su fabricación, el montaje, la calidad, el entorno, el mantenimiento y la calidad de los productos.
Añadió que cuando una persona diseña no sólo debe considerar el para qué, sino también cómo se va a fabricar el diseño, los materiales y su calidad, el mantenimiento que va a requerir el producto, cómo se va a transportar, el lugar donde se va a instalar, etcétera.
Una manera de mejorar y optimizar los trabajos, dijo Juan Pablo Mora, es trabajando en equipos multidisciplnarios en los que se cuente con el apoyo de la dirección, así como la participación de los equipos de ventas, producción, mantenimiento, diseño y compras. Fue enfático al afirmar que “no se vale diseñar sin conocer todos los procesos que van a estar implicados en la fabricación de los diseños”.
El académico invitó a quienes seguían la conferencia a tomarse en serio la etapa de los prototipos —“hay que hacer prototipos sí o sí”, subrayó—, ya que ahí se pueden resolver muchos problemas y así “evitar dolores de cabeza”. Cuando no se tienen presentes estas cosas, ejemplificó, puede pasar algo como lo que sucedió con los lentes de Google, presentados en 2012 y que jamás terminaron de arraigarse entre los consumidores. “Hay diseños que parecen ser muy buenos, pero a la larga terminan perdidos en el mercado”, dijo el expositor.
Para cerrar su exposición, Juan Pablo Mora destacó las ventajas de pensar en los procesos de producción desde la mesa de diseño: “Se reducen los costos y el tiempo; se agilizan los procesos, aumenta la producción, mejora la calidad y hay mayores ventas”.