¿Cómo lograr una metrópoli con alternativas regenerativas que evite la expansión salvaje urbana, la contaminación de bosques y ríos, con un transporte público eficiente, economías solidarias, nuevas formas de alimentación y un gobierno que manda obedeciendo al pueblo?

POR MARCELA GUTIÉRREZ

¿Cómo lograr una metrópoli con alternativas regenerativas que evite la expansión salvaje urbana, la contaminación de bosques y ríos, con un transporte público efectivo, economías solidarias, nuevas formas de alimentación y un gobierno que manda obedeciendo al pueblo?

GDL

Con la presentación de estas inquietudes se realizó en el ITESO el conversatorio “¿Qué ciudad queremos?”, el cual contó con cuatro invitados a cargo de los colectivos Movilidad ITESO e Hilando Pensamientos, quienes abordaron desde su perspectiva temas como desarrollo urbanístico o agroalimentación.

Los invitados hablaron por ejemplo del Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTmet), con el que se determina el rumbo de la ciudad a partir de los consensos alcanzados por los gobiernos municipales que la integran, con la intención de darle también forma y sentido al Programa de Desarrollo Metropolitano.

Lo que pretenden ambos instrumentos es resolver los problemas que hoy caracterizan al Área Metropolitana de Guadalajara, definida como una ciudad 4D: dispersa, distante, desconectada y desigual. El objetivo es que se convierta en una ciudad C3E: comunidades compactas, cercanas, conectadas y equitativas.

“El cambio viene de abajo, empezando por los ciudadanos y, hacia arriba, el gobierno. Todos somos los responsables del cambio”, afirmó Emely Malacón del Instituto de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco.

Se presentaron también realidades de ciudadanas activas que desde instancias de gobierno luchan por buscar alternativas de transporte como la bicicleta, y por atender necesidades básicas como el abastecimiento de agua en el fraccionamiento Silos en Tlajomulco, que por sus diseños precarios mantienen baja la calidad de vida de los ciudadanos que lo habitan.

“La constructora no terminó el fraccionamiento, nos llega agua una hora al día y no tenemos en donde desahogar nuestros deshechos”, comentó María Rojas, organizadora de la lucha en Silos e integrante de la Coordinación de Planeación Ciudadana del Ayuntamiento de Tlajomulco.

Jaime Morales, profesor del Centro de Formación e Investigación Social del ITESO, hizo una reflexión sobre dos problemáticas que  invaden diariamente a la ciudad: el abastecimiento de agua y las funciones alimenticias.

“¿Cómo mover ese paradigma que nos marca y que lo seguimos viendo: la ciudad como sinónimo de desarrollo; modernidad como sinónimo de urbanidad y lo rural como lo atrasado?”, preguntó Morales.

En consonancia, público y ponentes coincidieron en que el cambio es un proceso que lleva tiempo y se debe de dar a partir de la participación ciudadana. Foto Archivo