En el semestre de primavera 2023, integrantes del colectivo Granola 8 granos se reunieron con las artesanas de la cooperativa Corazón de Maíz para reflexionar sobre el trabajo colaborativo entre mujeres emprendedoras. Ambos proyectos sociales son impulsados por Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) del ITESO
Con información de Estéfany Franco
A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel destacado en el impulso de proyectos y emprendimientos que tienen como objetivo no solo generar beneficios económicos, sino también promover el bienestar colectivo y la sostenibilidad. Desde cooperativas agrícolas hasta iniciativas de comercio justo y empresas sociales, las mujeres se han convertido en promotoras del cambio, utilizando su perspectiva única y su compromiso con la justicia social para crear oportunidades, empoderar a comunidades y transformar realidades.
Estos emprendimientos de mujeres son un tema de análisis y fortalecimiento por parte del proyecto universitario Tejiendo Redes, liderado por la Coordinación de Innovación, Desarrollo y Exploración Académica (CIDEA) y en una reunión fue que confluyeron la profesora Alma Reyes del PAP Cultura y Transformación Social y las profesoras Josefina Robles y Gabriela Muñoz del PAP Economía Social y Solidaria, quienes propusieron crear un espacio de encuentro entre las mujeres que participan en los respectivos proyectos productivos sociales que acompañan.
El encuentro tuvo lugar en el Centro de artesanías donde se reúne la Cooperativa Corazón de Maíz en el municipio de San Cristóbal Zapotitlán. Sus artesanas elaboran piezas con hoja de maíz y palma como una oportunidad de empleo que tome en cuenta el valor de su trabajo y son acompañadas por el PAP Economía Social y Solidaria que pertenece a la apuesta amarilla de Economía solidaria y trabajo digno.
Al lugar asistieron dos integrantes del colectivo Granola 8 Granos, un proyecto productivo social que desde hace seis años se ha consolidado gracias a los talleres de formación comunitaria bajo la línea de emprendimiento que atiende el PAP Cultura y Transformación Social. Este PAP inserto en la apuesta naranja, trabaja con la Red de centros comunitarios del Cerro del 4, conformada por “Casa Hermano Javier”, “El Taller” y el “Centro comunitario La Mezquitera”.
“La idea de esta visita a Corazón de Maíz es que las artesanas les apoyen en su proceso de constituirse como cooperativa. En el momento en que Granola 8 Granos se constituya como cooperativa puede sumar a mucha más gente. Ellas han desarrollado un buen producto, la comunidad está respondiendo bien y el siguiente paso con ellas es que repliquen lo aprendido, es decir, que sean ahora instructoras de otros proyectos productivos con base en su propia experiencia”, explica la profesora Alma Reyes.
Los Centros comunitarios comenzaron a operar como red desde el 2015 con proyectos culturales, de tal manera que produjeran una transformación social en niños y adultos de la comunidad. Actualmente imparten junto con estudiantes de ITESO, talleres de artes, ciencia, deporte y salud para niños y jóvenes. Así como talleres de formación comunitaria con personas adultas y jóvenes mayores de 17 años.
El colectivo de Granola 8 Granos surgió a partir de uno de los efectos que trajo la pandemia por Covid-19 ocurrida en México a partir de 2020, en la que mujeres que trabajan como empleadas domésticas perdieron su trabajo y con ello su fuente de ingresos. Ante esto, un grupo de mujeres que residen en la colonia se acercaron a los asesores de PAP con la inquietud de tener un proyecto que les permitiera trabajar de manera colaborativa para mejorar su situación de vida.
El grupo comenzó con un taller de conservas de chiles y un proyecto productivo social de elaboración de granolas. Actualmente, el colectivo se encuentra conformado por 5 mujeres que trabajan en la elaboración y distribución de productos hechos a base de granola; en este encuentro buscaron conocer la forma de trabajo cooperativista que manejan las artesanas de Corazón de maíz.
En su visita a la Cooperativa, las integrantes de ambos grupos compartieron las experiencias y aprendizajes que han adquirido al trabajar de manera colaborativa con otras mujeres, además de los retos, dificultades y cómo le han hecho para salir adelante desde el eje de economía social y solidaria.
La artesana Raquel García comparte lo que significó para ella este encuentro: “Qué bueno que las mujeres nos estamos organizando porque así podemos hacer muchas cosas, desde valorarnos a nosotras mismas y ayudar a los demás. Es muy bonito porque son encuentros que te hacen ver que de diferentes maneras estamos luchando por lo mismo, por el bienestar propio, por apoyar a nuestras familias y por hacer algo útil en la sociedad. Entonces es muy bonito saber que hay personas en diferentes partes que podemos unirnos y hacer redes, y que tenemos un mismos fin, un bien para la sociedad”.
Por su parte, Cecilia Fuentes de Granola 8 Granos habló del aprendizaje que obtuvo al conversar con las artesanas: “Aprende uno de ellas que también batallan por salir adelante como cooperativa. Es importante recordar que somos mujeres trabajadoras y me llena de satisfacción que ayudemos a la comunidad” .
Gabriela Muñoz Padilla también profesora PAP, resalta la manera en que impacta el trabajo cooperativista en las mujeres: “Hemos cuidado sobre todo a la persona, no se trata solamente en pensar en la cooperativa y que genere muchos ingresos. Se trata de darse cuenta de que otra alternativa es posible, que generar vínculos entre personas y actores es una posibilidad de resignificar el trabajo”.
Es mediante los PAP que apostamos como Universidad en la búsqueda de alternativas más justas y equitativas, y en este escenario, el papel de la mujer en la economía social y solidaria se erige como un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más inclusiva.
FOTOS: Estéfany Franco