El viernes 13 y el sábado 14 de diciembre se celebraron las ceremonias de terminación de estudios de Otoño 2019: 485 mujeres y 399 hombres ya son egresados del ITESO.
Por Erika Torres, Montserrat Muñoz, Karina Osorno y Édgar Velasco
Poco antes de las 11:00 horas del viernes 13 de diciembre se veían, afuera del campus, los vendedores de flores y globos que escoltaban los pasos apresurados de egresadas, egresados y familiares que los acompañaban a uno de los momentos más esperados desde que ingresaron al ITESO: la ceremonia de terminación de estudios, en este caso, de las ingenierías.
Antes de que iniciara el acto protocolario, durante la homilía de la misa oficiada por José Martín del Campo, SJ, se recordó la invitación a construir un mundo mejor con la preparación y formación «itesiana» que danzan al ritmo de la realidad de la vida: «cuando hay dolor, empatizan con los que sufren; cuando hay tristeza, saben ser compañeros y compañeras de los que están tristes; cuando hay una desgracia, saben danzar al ritmo de la solidaridad, pero también saben cantar y bailar al son de tantos motivos de estar alegres al son de los sueños de un mundo diferente.»
José Martín del Campo, SJ, exhortó a los ahora egresados a ser creadores de su propia historia y a que como profesionales inventen un futuro nuevo para todos: «hay que imaginarlo, o mejor dicho, hay que inventarlo».
«Hoy nos congratulamos porque con gran esfuerzo y dedicación ustedes lograron terminar una carrera para salir al mundo profesional, no solo con una excelente preparación profesional sino, ante todo, con una formación integral en el espíritu de esta universidad, que busca preparar mujeres y hombres conscientes, competentes, compasivos y comprometidos. Personas íntegras dispuestas a poner su ser y su quehacer al servicio de la sociedad», dijo Luis Arriaga Valenzuela, SJ, rector del ITESO, durante el acto protocolario, a las y los egresados de las ingenierías Electrónica, en Empresas de Servicio, Seguridad Informática y Redes, Sistemas Computacionales, Nanotecnología, Financiera, Ambiental, de Alimentos, Biotecnología, Industrial, Mecánica y Química.
Jana Navar Mendívil, egresada de la Licenciatura en Ingeniería Ambiental, se dirigió a sus compañeras y compañeros recalcando las enseñanzas obtenidas del ITESO durante su periodo de formación: el esfuerzo permanente hacia el análisis, la reflexión, la argumentación, la crítica y el uso de la ética, así como la misión de lograr la construcción de una sociedad más justa, democrática y humana.
Para ello, «tenemos que unir nuestros diferentes saberes para apoyarnos y complementarnos y brindar soluciones más puntuales a los problemas que existen actualmente».
Alejandro Saldaña Jáuregui, egresado de Ingeniería en Biotecnología, se dirigió a sus compañeras y compañeros mencionando el privilegio que significa culminar estudios universitarios en un país en el que solo 23 por ciento de los jóvenes tiene la oportunidad de tener una formación profesional.
También hizo hincapié en la situación tan complicada para las mujeres mexicanas y el silencio cómplice de muchos hombres: «permanecemos indiferentes, cómodos, entumidos, sarcásticos y ariscos ante cualquier fuerza o movimiento que perturbe nuestro privilegio, porque desde el privilegio y la impunidad se perpetúa la agresión y la violencia».
Pidió ser disruptivos y transformar el entorno para quienes más aman y a quienes más lo necesitan, y ser responsables con sus acciones y su profesión.
Tras la entrega de los diplomas de terminación de estudios, el Rector tomó la palabra para dirigirse a las y los egresados, expresando su esperanza de que «sigan haciendo suyo el hábito de argumentar desde la razón crítica y la tolerancia. En un mundo donde aumenta la manipulación de la información a partir de complicados algoritmos, en un México donde subsiste la violencia y la desigualdad, es fundamental que ejerzan su capacidad de juicio racional».
También expresó lo vital del apoyo familiar en este proceso: «en el ITESO no creemos en los mitos de los hombres y de las mujeres que ‘se hacen a sí mismos’, según la fórmula norteamericana. Ustedes son quienes son, porque alguien les amó y les prodigó atenciones. Ustedes lograron esta meta tan importante gracias a su gran esfuerzo y a su dedicación, pero gracias también al apoyo que generosamente recibieron de sus familias. Cada uno de ustedes tendrá a quién agradecer: a sus papás, sus mamás, sus hermanas y hermanos. Tal vez a sus abuelos, abuelas, tíos, tías, padrinos, madrinas, amigos, cónyuges. Hoy les invito a decir gracias a esas personas y a que se unan conmigo en el aplauso que pido para sus familias».
«No olviden al final de cada jornada agradecer tanto bien recibido y preguntar: ¿Qué hice hoy? ¿Para qué? ¿Para quién? Detenerse de vez en cuando para preguntar: ¿A dónde voy? ¿A qué? es una buena manera de contar con una brújula que les permita mantener el rumbo», finalizó.
Además de las y los coordinadores de cada carrera, en la mesa de honor estuvieron Víctor Hugo Saldívar, director del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática, Bernardo Cotero, director del Departamento de Matemáticas y Física; Jorge de Obeso Noriega, director del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales; Catalina Morfín López, directora general académica; Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO, AC, y Luis Arriaga Valenzuela, SJ.
Diseñar, construir, embellecer
La tarde del viernes 13 de diciembre tocó el turno a la ceremonia de las carreras de Arquitectura, Diseño e Ingeniería Civil. Poco a poco el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, fue llenándose de padres, madres, hermanos, amigas, abuelos y todos los acompañantes de las y los estudiantes que, enfundados en sus togas, estaban listos para convertirse en egresados.
Siguiendo con la tradición, la ceremonia comenzó con una misa que fue presidida por Arturo Reynoso, SJ, y concelebrada por los también jesuitas José Martín del Campo y Luis Octavio Lozano. Durante la homilía Reynoso tomó como punto de partida la coyuntura del tiempo de Adviento —el tiempo que la Iglesia dispone para preparar la fiesta de la Natividad de Jesús— para dirigir un mensaje a los nuevos egresados.
«Adviento significa lo que viene, lo que se espera», dijo el sacerdote, y añadió que las y los jóvenes frente a él «están llamados a ser promesa, a ser motivo de esperanza para otros, para su familia, sus amigos, para una sociedad que pasa por momentos muy difíciles».
Considerando lo que estudiaron, les dijo que estaban llamados a «diseñar, construir y embellecer la esperanza desde sus profesiones». Los invitó a vincularse históricamente con sus carreras, fundadas en 1993 (Diseño), 1963 (Arquitectura) y 1958 (Ingeniería Civil), señalando que ellos eran ahora esperanza renovada para los fundadores de estos programas académicos. Finalmente los invitó a dejar florecer el cariño, la generosidad, la humildad, la vida y la esperanza, y remató: «ustedes sean lo que viene. Ustedes sean esperanza».
Luego de la misa siguió el acto protocolario, que fue presidido por Justo Ignacio Ponce de León, coordinador de Arquitectura; Hugo García, coordinador de Diseño; Gil Humberto Ochoa, coordinador de Ingeniería Civil; Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO, AC, y Luis Arriaga, SJ, Rector del ITESO, así como Adrián Zuno, Fernando García y Rafael Martín del Campo, padrinos de las carreras de Arquitectura, Diseño e Ingeniería Civil, respectivamente.
En la parte de los discursos, Kathy del Rocío Rodríguez hizo énfasis en el agradecimiento a Rafael Martín del Campo, quien, dijo la egresada, «fue un profesor que nos ha marcado profundamente».
Destacó que las y los padres de familia estaban orgullosos porque «hoy termina una etapa de pagar colegiaturas y manutención», provocando las risas del auditorio, para luego añadir que todos los vestidos con togas se sentían «con el corazón y el alma libres, frescos, renovados y ligeros». Comentó que en esta ocasión se estaban graduando dos generaciones con planes de estudio diferentes, pero dijo que ambas compartían «la pasión por la carrera. Nos encanta ser ingenieros civiles y vamos a llevar con orgullo el sello de ser ‘itesianos'».
Por su parte, Miguel Zúñiga, egresado de Arquitectura, enfocó su discurso en la relevancia de estudiar en una escuela como el ITESO, una de las más importantes del país en su disciplina, pero no sólo por su nivel de estudios, sino porque «nos enseña a pensar fuera de la norma, del deber ser o del orden establecido; a ser capaces de pensar con rigor e integridad, en ser los mejores para el mundo».
Señaló que una de las virtudes del ITESO, como universidad confiada a la Compañía de Jesús, es que ahí se educa «para la formación humana, una tarea complejísima en un mundo que reclama eficiencia y productividad por encima de valores éticos, responsabilidad moral e integridad».
Añadió que la responsabilidad de los ahora egresados consiste en trascender el discurso de universidad humanitaria, cuestionarlo, construirlo y llevarlo a la práctica porque, de no hacerlo, «corremos el riesgo de perdernos en el discurso».
Luego de la entrega de diplomas a los egresados de Arquitectura, el rector Luis Arriaga dirigió su mensaje a las y los egresados. Comenzó diciendo que en el periodo Otoño 2019 concluirían sus estudios 399 hombres y 485 mujeres, y agregó que «si cada uno de ustedes lleva en su corazón el deseo de poner al servicio de los demás todo lo que aprendieron aquí, habremos contribuido como universidad a la construcción de un mundo mejor y nuestra misión habrá sido cumplida. Confiamos en que así será».
Arriaga destacó que el mundo, México y Jalisco atraviesan una época de grandes desafíos y profundos cambios, y dijo a las y los muchachos que «a menudo enfrentarán la disyuntiva de permanecer fieles a ustedes mismos, a sus valores y principios, o sucumbir a un mundo en el que priva la vanagloria y el pragmatismo. Pero ustedes, no tengo duda, cuentan con los recursos académicos, éticos y espirituales para hacerse cargo de esta realidad».
Para concluir, el Rector les dijo que el ITESO siempre será su casa y los invitó a unirse a la asociación de egresados de sus respectivas carreras.
Una mañana de celebración
La mañana del sábado 14 de diciembre marcó el final de los años universitarios para los ahora egresados de las licenciaturas en Ciencias de la Comunicación, Comunicación y Artes Audiovisuales, Gestión Cultural, Periodismo y Comunicación Pública, Publicidad y Comunicación Estratégica, Filosofía y Ciencias Sociales, Nutrición y Ciencias de los Alimentos, Psicología, Ciencias Políticas y Gestión Pública, Derecho y Relaciones Internacionales.
Durante la misa David Velasco, SJ, invitó a los jóvenes a saberse parte de un círculo de solidaridad dentro de la universidad, donde gracias a las colegiaturas, dos terceras partes del alumnado puede acceder a la educación que brinda el ITESO, con apoyo de becas y créditos educativos.
«Estas prácticas son signos de la presencia de Dios ante nosotros», señaló el también académico.
Los jesuitas Rubén Corona, Javier Escobedo Conde, José Martín del Campo, Javier Martínez Rivera, Luis Octavio y el rector Luis Arriaga Valenzuela concelebraron la eucaristía.
Este último celebró a los egresados y señaló que, además de haber contado con una excelente preparación profesional, se llevan «una formación integral en el espíritu de esta universidad, que busca preparar mujeres y hombres conscientes, competentes, compasivos y comprometidos».
A nombre de los nuevos profesionales habló Daniela García de Quevedo Raymundo, egresada de la Licenciatura en Comunicación y Artes Audiovisuales, quien entendió su paso por la universidad como «un viaje para conocernos a nosotros mismos, uno en el que aprendimos nuestros límites y superamos nuestras propias expectativas.
«ITESO, te voy a extrañar», dijo la ahora egresada.
«Extrañaré tus árboles, tus pasillos y tu gente. Extrañaré tu ambiente y tu espacio. Regresaré, porque es un lugar que siento como casa», mencionó.
Paola Von Hauske Gutiérrez, egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, reconoció que durante la formación que recibió en el ITESO adquirió y reforzó «valores que a partir de hoy serán herramientas que nos acompañarán en el andar de nuestra profesión.
«Estamos listos para aplicar principios que hoy nos hacen mejores personas. Acertamos al elegir al ITESO como nuestra casa de estudios, cuya filosofía va encaminada a la construcción de una sociedad más justa y humana», subrayó.
Von Hauske Gutiérrez agradeció a los familiares de todos los graduados y también el acompañamiento por parte de las y los docentes.
Un llamado a la reconciliación
Conforme avanzó el programa las ceremonias de terminación de estudios incrementó el número de asistentes. En la correspondiente a las carreras de la Escuela de Negocios ITESO: Administración de Empresas y Emprendimiento, Administración Financiera, Comercio Internacional, Comercio y Negocios Globales, Contaduría y Gobierno Corporativo, Mercadotecnia y Relaciones Industriales se dieron cita alrededor de mil 400 personas que se unieron desde la celebración eucarística dentro y fuera del auditorio.
Los jesuitas a cargo de la misa fueron José Martín del Campo, Luis Arriaga Valenzuela, Javier Escobedo Conde y Luis Octavio Lozano.
El llamado, en voz del padre Escobedo fue claro: reconciliación. «Dios que es un dios de amor sin medida, de perdón incondicional, a esta hora de la tarde ya nos perdonó nuestros pecados, los de ayer y los próximos; así es Dios, un incorregible perdonador. Y si nosotros tenemos esa experiencia de sabernos perdonados de cabeza a pies, vamos a hacer lo mismo, a perdonar y reconciliarnos con todos».
Insistió en que el anhelo de una universidad jesuita como el ITESO es «que vayan hombres y mujeres a vivir con las y los demás sabiamente», por lo que desglosó las cinco «c» de la educación jesuita: «que sean hombres y mujeres completamente conscientes de la realidad y de los distintos escenarios en los que se va construyendo la paz. Total y enteramente comprometidos con esa realidad, hacerla parte de nosotros. La tercera ‘c’ implica que debemos ir con una mirada enteramente compasiva a la realidad, ya que nuestra mirada se ha vuelto dura, enjuicia, etiqueta y condena, pero nuestra mirada tiene que ser desde quien nos habita y quien nos habita es Dios. La cuarta ‘c’ es importantísima, porque aquí se destaca la legitimidad de la formación, debemos ser muy competentes, con expertise en nuestra disciplina, con talentos, facultades, virtudes y fortalezas. La quinta ‘c’ es la de sumar esfuerzos, a ser colaborativos, y significa que vamos más y mejor si hacemos sumatoria, si junto con otras y otros le damos la vuelta a la narrativa en la que estamos», dijo.
María Fernanda Vizcaíno Sahagún, egresada de Administración de Empresas y Emprendimiento, exhortó a las y los egresados a crear un futuro prometedor «amando en un mundo egoísta e indiferente, actuando con justicia frente a la injusticia y la exclusión, promoviendo la paz en oposición de la violencia, siendo honestos frente a la corrupción, siendo solidarios en oposición al individualismo y la competencia, promoviendo la inclusión en contra de la discriminación».
En Facebook ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara se pueden ver galerías de fotos de las ceremonias.