Israel Salazar, alumno de Ingeniería Civil, asegura que el llamado de su vocación por salvar vidas encontró eco en esta universidad, porque lucha por la justicia.

“Yo escogí la universidad al inicio, o tal vez la universidad  me  escogió  a  mí”,  afirma  Israel  Salazar, alumno de Ingeniería Civil, bombero en Protección Civil y Bomberos de Zapopan, y la prueba de que al ITESO se llega por distintos caminos.

Israel vive sus sueños: Por un lado, con su labor como bombero – después de participar en grupos juveniles como los Scouts, las Brigadas Juveniles de Protección Civil, y como paramédico de la Cruz Roja Mexicana – y por el otro, como estudiante en el ITESO, lugar en el que ha concretado no solo su plan de vida profesional, sino que ha sido punto de encuentro con sus intereses como las personas en situación de migración y los derechos de las que representan minorías frente a la hegemonía, la lucha por la equidad de género, trabajo multidisciplinario, el voluntariado y el servicio.

Su primer contacto con el ITESO se dio cuando cursaba la preparatoria (en la Preparatoria 5 de la Universidad de Guadalajara) y fue gracias a su habilidad con las Matemáticas, que lo llevó a concursar en la Olimpiada de Matemáticas y ganar un par de concursos estatales. Parte de su preparación fue aquí en el campus, en el llamado ‘Salón de la Justicia’ (el edificio J). “Venir al ITESO era muy padre, porque es un lugar muy bonito y donde muchas cosas fluyen”, señala.

Recuerda que, en todas las ocasiones que visitó el campus, había un letrero en la entrada con la foto de un estudiante itesiano con personas wixaritari, y como él siempre había querido ir a la sierra, se puso como meta estudiar aquí. Aún sin saber qué carrera estudiar, una oportunidad que surgió le confirmó su destino. La preparatoria anunció la oferta de Becas de Excelencia del ITESO y él acreditó una beca.

Eligió Ingeniería Civil por su gusto por las matemáticas y porque identificó que en una de las asignaturas podría estudiar las estructuras de las edificaciones. “Yo no sabía mucho de estructuras, pero yo sabía que en Bomberos hay un grupo que se llama búsqueda y rescate en estructuras colapsadas así que, si alguien aquí dice que los ingenieros civiles son buenos para las estructuras colapsadas, entonces digo ‘en algo he de servir mejor’”.

A decir de Israel, una de las áreas más fuertes del plan de Ingeniería Civil del ITESO es precisamente el análisis de estructuras y la universidad cuenta con uno de los laboratorios más especializados en la materia: el Laboratorio de Estructuras Mayores que puedes encontrar en el edificio H.

El sueño de ir a la sierra también se cumplió, pues antes de que iniciaran las clases, ya estaba inscrito en el voluntariado del Centro Universitario Ignaciano, que le permitiría ir a la sierra en diciembre de ese mismo año a trabajar con los wixaritari.

Además de los conocimientos que la carrera le aporta, Israel también se anotó a la UNIRED del ITESO (Red Universitaria para la Prevención y Atención de Desastres), que le ha permitido conocer más sobre la gestión integral de desastres – que tiene que ver con la prevención y la mitigación de riesgos -, aprendizaje que ha llevado al cuartel, ya que busca contribuir a elevar el nivel académico de sus compañeros.

Él ve su labor en la UNIRED como una oportunidad de agradecerle al ITESO por haber sido el lugar donde se le animó a explotar sus capacidades, gustos e intereses, y donde adquirió conocimientos que le ampliaron la visión sobre la protección civil.

“Yo siempre digo que me pude haber equivocado de carrera, pero de universidad sé que no me equivoqué. El ITESO me ha permitido tanto traer protección civil acá, así como llevar a la universidad hacia donde trabajo o hacia donde me desempeño; la universidad me ha permitido regalar mucho de lo que he aprendido en ella”.