Tras graduarse de Arquitectura, Melissa Lamas Navarro siguió con la carrera de Desarrollo Inmobiliario Sustentable, la cual cuida los aspectos alrededor de una construcción

Melissa Lamas Navarro llevaba unos cuantos semestres cursando Arquitectura en el ITESO. Le interesaba mucho su carrera, e incluso desde quinto semestre comenzó a trabajar en despachos de arquitectura y gestión de proyectos en la parte administrativa. 

Y entonces, dice, llegó Gabriela Gallegos, profesora del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU), a revolucionar su vida en séptimo semestre, con las materias de Administración de obra e Ingeniería de costos. 

“Ahí comencé a adentrarme un poco más en la parte más administrativa de la construcción. Ahí dije, ‘a ver, ¿dónde está la parte numérica y de control detrás de todo el diseño, y esta parte mucho más mencionada de la arquitectura?’”, cuenta Melissa. 

“A partir de esas materias y esas dudas comencé a interesarme más tal cual por la parte de los números. Y con la ayuda de Gaby y sus consejos, me di cuenta que eso podría ser más lo mío”. 

Fue ahí cuando la profesora le platicó sobre una nueva carrera del DHDU, llamada Desarrollo Inmobiliario Sustentable. Esta licenciatura se enfocaría justo en los aspectos que más le estaban llamando la atención a Melissa: la administración y finanzas como estrategias para desarrollar proyectos inmobiliarios con una visión de sustentabilidad y de regeneración urbana, por medio del desarrollo de modelos financieros y de negocios. 

“Vi el programa de estudios y me gustó que estuviera tan enfocado en esta parte numérica y administrativa, que no había visto en Arquitectura tan a fondo; ver qué pasa más allá de hacer una casa habitación, y clavarte en el desarrollo desde la parte de la gestión”. 

La decisión de graduarse de Arquitectura y continuar estudiando la carrera de Desarrollo Inmobiliario Sustentable fue un tanto abrupta. Regresó de Holanda de su intercambio internacional fallido por la pandemia de covid, y tuvo que tomar clases a las tres o cuatro de la mañana para coincidir con el huso horario de los Países Bajos.

“La pandemia, yo creo que como a todos, me obligó a darme el tiempo de reflexionar, ‘bueno, ¿qué voy a hacer? ¿Qué realmente me interesa? Ya estoy en un despacho arquitectónico, ¿me gusta? ¿Me veo haciendo esto más adelante?’ Y al investigar de la carrera y hablar con Gaby, digamos que la pandemia me ayudó a tomar la decisión”. 

Empezar la carrera en la pandemia fue para Melissa fue sorprendentemente fácil. “Las materias no eran cien por ciento requeridas en campo, lo que facilitó la transición. Gracias a que ya tomé esas materias como Diseño arquitectónico, y que se me revalidaron varias, no se me ha dificultado”. 

 

“Lo que tengo claro es que la construcción es una de las fuentes más contaminantes, y dentro del desarrollo es imposible no incluirlo en tus prioridades; si no, ¿qué estás haciendo con tanta construcción enorme, irresponsable y que hace tanto daño al planeta”. 

Más allá del diseño y la funcionalidad del resultado, esta carrera cuida los aspectos alrededor de una construcción: si en un proyecto de desarrollo inmobiliario un arquitecto diseña y un ingeniero civil se enfoca en la infraestructura, un desarrollador inmobiliario se dedica a supervisar la normativa, financiamiento, mercadeo y ventas, entre otros factores. 

“Es una adaptación innovadora. Mientras trabajaba en la gestoría de proyectos me di cuenta de que faltaba un elemento en el equipo de construcción, alguien con un estudio previo de economía, de construcción y otros ámbitos que ninguna carrera tenía por sí sola… conocí un ingeniero civil que tuvo que aprender de finanzas, y a un ingeniero financiero que había tenido que aprender de construcción, y ahí me preguntaba, ‘bueno, ¿y cómo se relaciona todo esto?’” 

 “Y en esta carrera (Desarrollo inmobiliario Sustentable) ahora entiendo por qué llevo estas materias, como Microeconomía, Contabilidad, además de todas las materias de Arquitectura. El desarrollador inmobiliario lo que va a hacer es evaluar la viabilidad e inversión del proyecto, y términos más económicos, con conocimiento de antemano de conceptos de arquitectura, materiales de construcción, y así”. 

¿Y dónde entra la sustentabilidad? Además de la que se refiere a la inversión, Melissa reconoce que un inmobiliario egresado de esta carrera “va a buscar estas decisiones de invertir o no, desarrollar aquí o no, con una ética y respeto por los recursos naturales, donde mis decisiones serán basadas en buscar este objetivo de dañar lo menos posible al medio ambiente”. 

“Lo que tengo claro es que la construcción es una de las fuentes más contaminantes, y dentro del desarrollo es imposible no incluirlo en tus prioridades; si no, ¿qué estás haciendo con tanta construcción enorme, irresponsable y que hace tanto daño al planeta”. 

Sus Proyectos de Aplicación Profesional, aunque los cursó en Arquitectura, le dieron también norte para este enfoque, ya que fueron sobre urbanismo y transporte experimental, así como de edificación con materiales sustentables alternativos para proyectos arquitectónicos. 

Sin embargo, en Desarrollo Inmobiliario Sustentable encontró su vocación más fuerte. “Esto de las tablas de Excel me gusta”, admite con risa. Disfruta de materias como Análisis de costos y toma de decisiones, de Microeconomía, las materias de Mercadotecnia, que le dan bases generales. Y aunque no tenía muchas expectativas –“Ya llevé ocho materias de diseño en Arquitectura, me daba flojera” –, terminó siendo una sorpresa la materia de Diseño urbano y del paisaje. 

Aunque ya está titulada en arquitectura y tendrá que pasar unos cuantos años más para graduarse de esta segunda carrera, le entusiasma el futuro: tomar PAP enfocado en desarrollo inmobiliario, seguir aprendiendo y clavarse en la normativa y los aspectos legales, algo que aconseja mucho tanto a arquitectos como financieros y desarrolladores inmobiliarios como ella. 

“Me gustaría, cuando me gradúe, tener el balance entre llevar proyectos arquitectónicos y meramente de construcción, con el de hacer presupuestos aparte para otros proyectos en los que no esté involucrada, y hacer consultoría por proyecto, para análisis financieros y avalúos. Quiero ir y venir, soy una persona que no le gusta quedarse en una sola cosa”. 

Quienes estudian esta carrera, innovadora y única en América Latina, apuestan por el dominio de la administración y las finanzas como estrategia para desarrollar proyectos inmobiliarios con una visión de sustentabilidad y de regeneración urbana. 

Ve aquí el plan de estudios: https://carreras.iteso.mx/desarrollo-inmobiliario-sustentable 

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