La doctora Susana López Charretón compartió en la charla del Café Scientifique del ITESO sus aprendizajes y consejos a partir de su inmersión como viróloga en el mar de la pandemia causada por el SARS CoV2. 

 

En marzo de 2020, cuando el mundo cambió, se desencadenó una marejada de aprendizajes para la comunidad científica, médica y para la población en general. Sobre esto versó la más reciente sesión de Café Scientifique, con la viróloga Susana López Charretón encabezando la charla titulada “Consejos prácticos a partir de lo que hemos aprendido los virólogos este año de pandemia”. 

Más de un centenar de asistentes se unieron al foro virtual en el que la académica de la UNAM, integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III, de El Colegio Nacional y doctora Honoris Causa del Sistema Universitario Jesuita, compartió las lecciones más significativas

Aprender rápidamente 

“En 2019 nos encontramos con la noticia de que había una epidemia de una enfermedad respiratoria severa en la ciudad china de Wuhan. Diez días después, ya sabíamos que era un coronavirus el que causaba esta enfermedad. Afortunadamente se pudo hacer toda la secuenciación genética de este virus y se compartió al mundo”, dijo. 

“Esta fue la primera lección: aprendimos rápidamente a diagnosticarlo. Lo que nunca nos imaginábamos fue que tres meses después de haberlo descubierto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declararía como una pandemia. Y a más de un año, seguimos encerrados”.  

Al día de hoy, 132 millones de casos han sido confirmados en todo el mundo, con más de tres millones de decesos y 604 millones de dosis de vacunas aplicadas. En el caso de México los casos diagnosticados ascienden a más de dos millones, con poco más de 200 mil muertes y alrededor de seis millones de vacunas ya aplicadas. 

Con la misma rapidez con la que el primer brote de la covid-19 se convirtió en pandemia se ha podido aprender gracias a la colaboración y comunicación que se ha establecido a nivel mundial desde todas las instancias posibles, aseguró la doctora honoris causa por el SUJ.

Diferenciar a grupos de mayor riesgo 

No pasó mucho tiempo para entender los efectos del virus en la población mundial, los síntomas más usuales y los periodos de la enfermedad. La investigadora afirmó que 80 por ciento de quienes enferman cursan esta enfermedad sin complicación alguna en un periodo de 10 días, en tanto que el 15 por ciento presenta problemas respiratorios y el cinco por ciento restantes necesita cuidados intensivos. 

Se descubrió que son los adultos mayores y las personas con comorbilidades ─diabetes, presión alta, problemas cardiacos, obesidad─ quienes presentan más complicaciones al ser infectados por el virus SARS-CoV-2. Desgraciadamente, “en nuestro país genéticamente tenemos muchas de esas comorbilidades, por lo que el número de personas que están en alto riesgo es grande”, señaló. 

López Charretón añadió que los primeros casos morían de una manera escandalosa, sin que los médicos supieran qué estaba causando la muerte. “Ahora sabemos que hay una respuesta inflamatoria muy exacerbada y que hay una coagulación exagerada, por ejemplo”.  

Los diagnósticos también han evolucionado rápidamente. Explicó que hacia el principio de la contingencia sanitaria las pruebas RT-PCR eran las más utilizadas, ya que su sensibilidad era muy buena. Sin embargo, son caras y lentas, lo cual retrasaba el diagnóstico. “Recientemente están las pruebas de antígeno, que, aunque un poco menos sensibles, son muy rápidas. En una hora tienes el resultado”, apuntó. 

Ante preguntas de los asistentes, la investigadora compartió que, si bien no existen datos oficiales, se han reportado secuelas como fatiga, problemas respiratorios y de sueño, pérdida de olfato y caída de pelo, entre otros. “Todavía no sabemos qué es lo que quedó dañado (tras la enfermedad). Es un virus malvado; no te tiene que dar covid grave para que te queden secuelas. […] Hay datos de que personas con secuelas se han vacunado y se les quitan más rápido”. 

Prevención sigue siendo la mejor carta  

La viróloga explicó que los virus son microorganismos muy esenciales, ya que sólo cargan su material genético. “Una vez que el virus encuentra la célula que va a infectar, toma el control absoluto y se puede replicar de manera muy eficiente; eso conduce a la enfermedad o a la muerte de la célula”. En ese sentido, el SARS-CoV-2 tiene preferencia por las células del corazón, pulmones y sistema digestivo.  

Aunque los síntomas de la enfermedad empiezan hacia el tercer día, ya desde antes una persona puede contagiar a otras. Es por ello que se trata de un virus muy contagioso, apuntó la académica. 

La investigadora fue tajante en su afirmación: “tenemos que usar cubrebocas; es la única manera en que podemos prevenir el contagio. La mejor manera de protegernos todos es usar cubrebocas y no estar en espacios cerrados”

Desarrollo exprés de vacunas  

“Yo nunca hubiera pensado que íbamos a tener una vacuna en un año”, concedió Susana López Charretón. A poco más de un año de iniciada la pandemia, se cuenta con al menos nueve vacunas autorizadas que ya se están aplicando en todo el mundo en millones de personas. 

A pesar del poco tiempo en el que se desarrollaron, probaron y autorizaron estas vacunas ─y de la suspicacia que ello levantó en miles de personas─ la investigadora afirmó que todas las vacunas pasaron por todos los pasos necesarios para ser consideradas seguras. El uso de modelos de vacunas ya existentes y una inversión prácticamente ilimitada para su desarrollo fueron clave para ello. 

“Las vacunas ya pasaron las fases de bioseguridad que se aprueban en instituciones independientes de las desarrolladoras, como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés). Tenemos autorización de emergencia para vacunar a las personas”, comentó. 

A pesar de todos los avances, la investigadora señaló que el número de dosis de vacunas que se requieren a nivel mundial es demasiado. “A nuestro país ha llegado a cuentagotas; hay países a donde no han llegado”, dijo. 

En tanto, agregó que si bien el efecto de las vacunas no se pierde si no hay una segunda dosis, sí es mucho más completo si se aplican ambas. Además, que la inmunidad generada por la vacuna es mejor que la generada por la infección.

La comunicación de la ciencia, una necesidad en tiempos de pandemia

Maya Viesca Lobatón, coordinadora de comunicación de la ciencia del Centro de Promoción Cultural del ITESO, comentó que la pandemia de covid-19 ha dado la posibilidad de presenciar los avances de la ciencia como nunca antes se había podido. 

“Estamos viendo cómo funciona la ciencia. Estamos participando como espectadores y eso reta a las instituciones, a los científicos y nos reta como ciudadanos a tener mucha más mesura en los juicios”, mencionó. 

Susana López Charretón coincidió y agregó que la comunidad científica tiene el reto de contextualizar la información para que sea más sencilla de digerir para las personas. Recomendó buscar fuentes de información confiable: “la misma información la puedes ver de tres modos diferentes dependiendo en dónde veas la nota. Tienes que tener sitios de referencia muy serios, como la misma Organización Mundial de la Salud”, dijo. 

La viróloga afirmó que “seguimos pasando una temporada muy mala. La única manera en que lo vamos a poder arreglar va a ser cuando la gran mayoría de nosotros seamos inmunes. Quien se pueda vacunar, que se vacune”.   

La próxima edición de Café Scientifique se realizará el martes 4 de mayo, con la charla “El presente y futuro de las zonas polares de la tierra. La brevedad del hielo”, a cargo del investigador tapatío Santiago de la Peña.