Desde el PAP de Ciencia de Datos Aplicada a Información de Negocios y Desarrollo Social, un grupo de alumnos estudiaron las cifras en los países que transparentan la información de vacunación activa y defunciones según el estatus de vacunación, para analizar la importancia del refuerzo y promocionar su importancia; entérate aquí de sus hallazgos 

Por Carlos Riggen Castillo, Pedro Javier Herrera , Luis Eduardo Vázquez y Ricardo Figueroa Acosta

En diciembre de 2019,en la ciudad de Wuhan, China, se detectó el primer caso de un nuevo coronavirus. Con muchas teorías detrás, pero sin un claro origen identificable el nuevo virus, denominado covid-19, comenzó a esparcirse rápidamente, primero en dicha ciudad y luego por el resto de China.  

En pocas semanas, la enfermedad abandonó el gigante asiático y llegó a Europa a dos de los países más visitados del mundo: España e Italia. En pocas semanas Italia se convirtió en el primer país de occidente en imponer medidas de control, decretando un confinamiento nacional y suspendiendo todo tipo de actividad para una población de más de 60 millones de personas. El resto de la Unión Europea siguió sus pasos y comenzó a decretar toques de queda y cuarentenas masivas, suspendiendo por completo las actividades económicas de todos estos países, algo inédito. 

Los casos, hospitalizaciones y las muertes reportadas aceleraban con una velocidad preocupante. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba al covid-19 como pandemia. Menos de un mes después, más de la mitad de la población mundial se encontraba bajo algún tipo de cuarentena mientras los hospitales se seguían llenando y las muertes acumulando. 

El covid-19 paralizó al mundo. Dos años después, se han reportado más de 420 millones de casos y 5.86 millones de muertes según la Universidad John Hopkins. La realidad es, probablemente, mucho peor. Existe un subregistro en muchos países de las causalidades reales provocadas por la pandemia, como en el caso de México, donde si bien al día de hoy sólo se han detectado 5.61 millones de casos y 321,000 muertes según las cifras oficiales de Secretaría de Salud, tan sólo en septiembre de 2021 existía un exceso de mortalidad de 653,053 personas, antes incluso de que terminara la ola Delta y empezara la de Omicrón1. 

La pandemia ha destruido millones de familias por todo el mundo. Durante el primer año no había mucha oportunidad ni margen de acción para reducir los casos o las muertes más allá de confinamientos, sin embargo a inicios de 2021 llegaron las vacunas desarrolladas por laboratorios de todo el mundo (Pfizer, AstraZeneca, Moderna, SinoVac, Sinopharm, Sputnik V, Cansino, etcétera) que ofrecieron la primera esperanza de terminar con la pandemia.  

Los datos respaldaron inmediatamente la efectividad de las vacunas: las defunciones se redujeron sustancialmente en proporción a los casos. Las muertes que se han producido este último año de la pandemia han sido, mayoritariamente, de personas no vacunadas. Sin embargo, mientras más avanzaba el año y nuevas variantes comenzaron a surgir, especialmente desde Delta, la inicial eficacia de las vacunas se comenzó a reducir y las muertes en personas vacunadas, si bien seguían siendo bajas en proporción a las de personas no vacunadas, comenzaron a escalar poco a poco.  

Bajo esta premisa, las farmacéuticas y los gobiernos del mundo comenzaron a estudiar la posibilidad de aplicar una dosis de refuerzo que fortaleciera la protección que ya otorgaban las vacunas para intentar reducir lo más posible la mortalidad. Países como Chile, Turquía, Estados Unidos e Israel comenzaron a aplicar dosis de refuerzo a personas inmunodeprimidas o en mayor situación de vulnerabilidad desde mediados del año pasado. En otoño de 2021, la mayoría de los gobiernos del mundo desarrollado comenzaron con la aplicación masiva de dosis de refuerzo a personas que se habían vacunado al principio de la pandemia, dependiendo de la vacuna específica que se habían colocado. 

Sin embargo, la recepción del público en general de la tercera dosis no ha sido tan positiva. A pesar de estar recomendada por las organizaciones de salud más importantes de cada país, existe un rezago importante en la aplicación de los booster. En Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, líder en casos y muertes a nivel mundial (79.4 millones de casos y 966 mil muertes), el porcentaje de la población con su dosis de booster es inferior al 30% de la población total. 

Existe una reticencia generalizada dentro de la población vacunable para aplicarse la dosis de refuerzo, mayor a la de las primeras dosis, y si bien los esfuerzos para vacunar a la totalidad de la población elegible no han sido suficientes para vacunar al 100% de la población, el rezago es considerablemente más marcado con la aplicación del refuerzo. En este sentido, desde el PAP de Ciencia de Datos Aplicada a Información de Negocios y Desarrollo Social, coordinado por el académico Pablo Benavides Herrera comenzamos a estudiar las cifras en los países que transparentan la información de vacunación activa y defunciones según el estatus de vacunación, para analizar la importancia del refuerzo y poder promocionar su importancia. Consideramos importante en consecuencia, compartir esta información para promover activamente la vacunación considerando que según los más recientes reportes del Gobierno Federal, abril será el último mes de la campaña de vacunación.  

Se seleccionó a Suiza, Chile y Estados Unidos para realizar el análisis gracias a que cuentan una política efectiva de transparencia, donde es posible conocer respecto de las defunciones quiénes se encontraban vacunados, quiénes no estaban vacunados y quiénes no contaban con el refuerzo, así como qué fármacos y en qué porcentaje fueron aplicados a la población. 

Ellos son quienes realizaron la investigación y el presente texto.

Estados Unidos de América

En Estados Unidos, el 65.2% de la población total se encuentra completamente vacunada. Se utilizaron primordialmente vacunas con tecnología de mRNA. El 59.02% lo hizo con el fármaco de Pfizer, el 37.65% con Moderna y el 3.33% restante con el de Johnson & Johnson.  

En este país, el radio de muertes semanales en personas no vacunadas es de 12.06 personas por cada 100,000 habitantes. En el caso de personas completamente vacunadas sin refuerzo es de 1.83 personas por cada 100,000 habitantes, mientras que en el caso de personas con refuerzo es de 0.45 personas por cada 100,000 habitantes.  

Con estos datos, es posible notar que es 6.59 veces más probable fallecer si no te  encuentras vacunado en proporción a las personas que se encuentran vacunadas completamente. Pero también es 4.06 veces más probable fallecer en caso de no contar con el refuerzo vs las personas que sí cuentan con este. Respecto de las personas no vacunadas vs las personas con refuerzo la cifra es todavía mayor: las personas no vacunadas fallecen 26.8 veces más en proporción comparado con las personas que cuentan con el refuerzo. 

Suiza

En el caso de Suiza, del 68.7% de la población se encuentra completamente vacunada, el 62.54% lo hizo con el fármaco de Moderna, el 37.08% lo hizo con el de Pfizer y sólo 0.38% lo hizo con el de Johnson & Johnson.  

Aquí, el radio semanal de muertes de personas no vacunadas es de 6.8 personas por cada 100,000 habitantes. El de personas completamente vacunadas pero sin refuerzo es de 0.66 personas por cada 100,000 habitantes y el de personas completamente vacunadas con refuerzo es de 0.21 por cada 100,000 personas. 

En Suiza, las personas no vacunadas mueren 32.38 veces más en proporción que las personas que cuentan con refuerzo y 10.3 veces más que las personas completamente vacunadas. Adicionalmente, las personas completamente vacunadas fallecen 3.14 veces más que las personas que cuentan con el refuerzo. 

Chile

En Chile el 90% de la población se encuentra vacunada de las cuáles el 73.92% lo hizo con la vacuna china SinoVac, el 22.83% con Pfizer, el 1.59% con Astra Zeneca y el 1.66% con CanSino. 

Las cifras de Chile son un poco distintas a las de Suiza y Estados Unidos, probablemente por la diferencia de las vacunas aplicadas y el porcentaje de la población completamente vacunada. En el país sudamericano, el radio semanal de muertes en personas no vacunadas es de 3.87 por cada 100,000 habitantes. De personas completamente vacunadas, son 3.28 personas por cada 100,000 habitantes y de las personas con refuerzo el radio es de 0.95 por cada 100,000 personas.  

Actualmente, en Chile las personas no vacunadas fallecen 1.18 veces más que las personas completamente vacunadas y 4.07 veces más que las personas que cuentan con el refuerzo. Las personas completamente vacunadas fallecen 3.45 veces más que las personas con refuerzo en proporción.  

Es importante notar que en el caso de Chile existió una tendencia a la baja en la efectividad de las vacunas, ya que las cifras del 8 de agosto del año pasado eran muy distintas. En ese momento, sólo 1.2 personas por cada 100,000 personas completamente vacunadas fallecían en comparación con las 8.29 no vacunadas. Si bien no es posible concluir con exactitud esto, es posible que la degradación en la efectividad del fármaco de Sinovac que fue el que se usó preponderantemente en este país es mucho mayor a la de las vacunas de mRNA usadas en Estados Unidos y Suiza.  

Conclusiones

El análisis realizado en el PAP de Ciencia de Datos Aplicado a Información de Negocios y Desarrollo Social de la información disponible de los gobiernos de Chile, Estados Unidos y Suiza permite resaltar la importancia de la aplicación de la dosis de refuerzo en la población general. La proporción de personas que cuentan con esta dosis “extra” que fallecen, en comparación con la de los no vacunados y completamente vacunados es sustancialmente inferior. 

Si bien la aplicación del refuerzo es importante en personas que se aplicaron inicialmente una vacuna Pfizer o Moderna ya que se reduce de forma considerable la probabilidad de fallecer, es todavía más importante hacerlo en las personas que se aplicaron fármacos como SinoVac ya que, como se puede observar del análisis anterior, las personas completamente vacunadas en Chile fallecen mucho más en proporción a las de los otros dos países.  

La campaña de aplicación del refuerzo para el grupo poblacional de 18 a 29 años comenzó en la semana del 14 de marzo en Jalisco. A pesar de que las personas ya se encuentren completamente vacunadas, es fundamental acudir a la aplicación del refuerzo ya que se reduce la degradación de la protección de la vacunación inicial, así como se reduce la posibilidad de fallecer. 

El covid-19 ha dejado incontables muertes, separado millones de familias y cambiado el mundo como lo entendemos. La vacunación activa, con refuerzo, es la mejor oportunidad que tiene la humanidad para dejar atrás la pandemia y transicionar a una nueva normalidad. Las vacunas son seguras, efectivas y la aplicación de la dosis de refuerzo permite asegurar la protección necesaria para reducir sustancialmente las muertes, los casos y entrar a una fase endémica del virus.