Paolo Benanti, asesor del Vaticano en temas de inteligencia artificial, bioética y ética de las tecnologías, considera necesarias ciertas fronteras para que la tecnología sea de utilidad para la humanidad
Uno de los grandes debates en torno a la inteligencia artificial es el que aborda los aspectos éticos de su uso. ¿Es viable hablar de un modelo de inteligencia artificial (IA) que sea ético? Para Paolo Benanti, TOR, la respuesta está en el lenguaje.
Invitado por el Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO (DFIH), el franciscano, académico de la Pontificia Universidad Gregoriana y asesor en temas de IA para El Vaticano, impartió la conferencia “Inteligencia artificial y responsabilidad ética en la toma de las decisiones” en el auditorio W del campus.
Durante su ponencia, propuso el término algor-ética, entendido como la adopción de ciertos principios éticos desde la inteligencia artificial. Sin embargo, advirtió que al ser la IA una “máquina de lenguaje”, es en esos mismos términos que la ética se le debe presentar para que sean valores computables.
Compartió que contar con estas fronteras facilita la coexistencia entre los hombres y las máquinas. Insistió en la importancia de hablar de esta interacción, ya que la IA es una tecnología que, a partir de ahora, influirá en todo tipo de dispositivos. “La relación entre el hombre y el mundo mediado por el artefacto tecnológico no es neutral, tiene una cierta perspectiva que el artefacto le da al hombre”, dijo.
Benanti señaló que hablar de ética en la tecnología no es nuevo. Desde el uso de herramientas rudimentarias hasta los avances que trajo consigo la revolución industrial y, en la actualidad, la inteligencia artificial, el fin de la ética no es juzgar a la tecnología, sino preguntarse cómo ésta impacta en el orden y organización social dentro de un proceso innovativo.
“Quizá la tecnología más importante para el ser humano es el lenguaje. Con el lenguaje hago visible la ética. No tenemos instintos para volver visible el hecho de que aquí no se puede fumar. Tenemos necesidad de la ley, de una estructura de palabras que vuelva visible el deber”, añadió.
Con la llegada de la IA, advirtió que se viene un cambio de mentalidad parecido al que hubo con la invención de la imprenta. “Hoy que el lenguaje no es solamente hablado ni impreso, sino que se vuelve también lenguaje computado, ¿qué tipo de transformación tendremos desde nuestro entender la realidad y relacionarnos con la realidad?”, cuestionó.
Al respecto, señaló que “ha llegado el momento de escribir un nuevo capítulo de este libro. Pero este libro siempre escrito por los hombres ahora debe involucrar a las máquinas. Debe haber barreras para que la máquina sólo responda al hombre y para que cuide nuestra sociedad”, finalizó.
FOTO: Zyan André