En el foro organizado por estudiantes de Relaciones Internacionales y de Gestión Pública y Políticas Globales, el rector José Morales Orozco, SJ, dejó en claro que la universidad está por la vida, está contra el aborto y está a favor de la libertad de conciencia; esa sólo Dios la puede juzgar.

Las universidades son para construir pensamiento, dijo Guadalupe Ramos coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los derechos humanos de las mujeres Cladem-Jalisco, en su primera intervención en el foro “El derecho a decidir” en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, del ITESO el miércoles 26 de septiembre.

Y felicitó a las autoridades de la universidad y, en especial, a las y los estudiantes que “no permitieron que las amenazas nos arrinconaran y nos permitieran dialogar sobre un derecho humano fundamental: el derecho a decidir de las mujeres”.

Abrir el micrófono para abordar el tema de las implicaciones de la despenalización del aborto en la Universidad jesuita de Guadalajara fue una ruta con encuentros y desencuentros en la comunidad del ITESO.

El anuncio de la realización de este foro abierto al público en general detonó presiones, mensajes de odio y violencia a las y los organizadores vía redes sociales y correo electrónico. Hasta allí se mantenía la actividad. Fue cuando se recibió información de que algunos grupos de personas se organizaban para venir al campus para reventar el diálogo, que las autoridades conversaron con las organizadoras y en un primer momento se tomó la decisión de suspender la actividad para realizarla en otro momento en que hubiera condiciones para el diálogo.

Al anunciar la suspensión del foro el martes 25, el ITESO manifestó en sus medios institucionales su rechazo a las expresiones de personas que se oponían de forma agresiva a esta actividad universitaria legítima. Por su parte, los estudiantes convocaron a una manifestación para el miércoles en la mañana en la explanada del Auditorio Pedro Arrupe, SJ, para mostrar su inconformidad.

En el diálogo que entablaron durante la manifestación integrantes de la comunidad universitaria que asistieron y autoridades de la universidad, se revisó la forma de garantizar las condiciones de seguridad para que se pudiera realizar el foro que fuera para la comunidad universitaria y estudiantes de otras universidades y organizaciones civiles, y se acordó que se realizaría el mismo miércoles, a la hora prevista, pero en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, del campus.

Antes de iniciar el foro, ante un auditorio de más de mil doscientas personas, el Rector del ITESO, José Morales Orozco, SJ, reiteró que esta casa de estudios es un espacio abierto al diálogo con todas las personas y formas de pensar. Tras reconocer que se tomó una decisión equivocada, señaló que el ITESO está por la vida, “está contra el aborto, pero antes que eso está a favor de la libertad de conciencia. Se puede discutir, se puede dialogar”, recalcó.

“Para nosotros en el ITESO es más importante el respeto a la conciencia y a la decisión que las personas toman en conciencia que argüir o defender una postura moral que muchas veces se dice que viene de nuestra fe, no necesariamente viene de la fe cristiana”, dijo.

“Las personas tienen todo el derecho y la obligación de decidir en conciencia y nadie puede juzgarlas, sólo Dios; ¿por qué meter a Dios?, porque somos una universidad de inspiración cristiana y ni siquiera la iglesia puede juzgar las decisiones de las personas.

Morales Orozco señaló que los desencuentros son normales dentro de una institución que dialoga y calificó la realización del foro como un acto de reencuentro.

“Como dice el refrán ‘es de sabios cambiar de opinión’ a lo mejor nos equivocamos y rectificamos, por eso estamos aquí y eso me da mucho gusto”.

“El ITESO seguirá siendo una institución que antes que nada busca la verdad, la justicia y el diálogo para enriquecernos mutuamente. La verdad no la tenemos todos cada uno de nosotros individualmente, la verdad la buscamos entre todos y la construimos entre todos y no hay valor más grande para el ITESO y para nuestra fe como cristianos y sobre todo como jesuitas que el respeto a la conciencia”.

Pañuelos verdes

El verde fue predominante en el Auditorio Arrupe; estudiantado, profesorado y personal de la universidad asistieron al foro “Derecho a decidir” con una prenda de ese color, muchas usaron una pañoleta verde que es la insignia de la lucha por la despenalización del aborto en Argentina.

En el escenario, junto a Guadalupe Ramos estaban Karen Luna, abogada feminista e investigadora jurídica en el Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire); y María de la Luz Estrada, coordinadora del área de violencia de género de la asociación Católicas por el derecho a decidir.

Daniela Sandoval, estudiante de Relaciones Internacionales en la presentación del foro que organizaron las sociedades de alumnas y alumnos de las carreras de Relaciones Internacionales y de Gestión Pública y Políticas Globales, señaló que el “que el aborto sea legal o ilegal no quita que esta práctica se realice en el país y en condiciones precarias lo que tiene en consecuencia una crisis de salud en las mujeres”.

Y Guadalupe Ramos propuso darle un giro a la manera en que históricamente se ha abordado, “se nos llevaba a un falso debate, al falso debate de la vida, estamos hablando de un derecho humano fundamental, estamos hablando del ejercicio de ciudadanía de las mujeres”.

“Las que tenemos que plantear el tema somos las mujeres, la sociedad respeta y el estado pone las condiciones. Esos son los elementos que se requieren para el ejercicio de la ciudadanía de más mujeres”, señaló.

Al hablar del proyecto de ley que se propuso en Argentina para despenalizar el aborto, María de la Luz Estrada rescató, que, aunque no se aprobó, lo que sucedió es que se abrió un debate en América Latina y se visibilizó la problemática.

En ello coincidió Karen Luna quien afirmó que lo que se logró fue la despenalización social del aborto.

Señaló que el no poder acceder a un aborto impacta en el derecho a la no discriminación, “también tiene un impacto en nuestro derecho a la salud, en nuestro derecho a la vida, ya hemos dicho que el aborto inseguro es la cuarta causa de muerte materna”.

Agregó que cuando se habla de aborto también se habla del acceso a una educación sexual y anticonceptivos de calidad; “es un tema de salud pública” dijo e instó a separar las cuestiones personales y religiosas de lo jurídico.

“En realidad, vivimos en un país en el que la educación sexual está satanizada, en donde no todas las mujeres tienen acceso a anticonceptivos de calidad y luego las causales que ya tenemos para acceder a un aborto, por ejemplo, violación en todo el país difícilmente se respeta”.

En este sentido, María de la Luz Estrada resaltó que la criminalización del aborto no ha servido para reducir dicha práctica y señaló que se trata de un último recurso por lo que se debe promover la educación sexual.

“Yo sigo sorprendida cuando vamos a ver los casos de mujeres indígenas encarceladas por más de 30 años de prisión por un aborto espontáneo y la autoridad dice que fue un asesinato, ahí sí va todo el peso moral de la ley” señaló.

Guadalupe Ramos apuntó que el aborto es la última opción que una mujer toma, una opción desafortunada porque antes no pudieron prevenirlo.

“Por eso es que estos principios fundamentales de educación sexual para prevenir, anticonceptivos para no abortar y el aborto legal para no morir, deben de ser la premisa y exigencia que deben estar en las agendas de las y los diputados”.

Agregó que también es un tema de clases que provoca interseccionalidad, “es decir, a las mujeres nos atraviesan muchas intersecciones respecto a la raza, clase, sexo, género, etc., entonces cuando hablamos del aborto y las mujeres parece que hablamos de un solo tipo de mujer y de un solo tipo de persona, pues no es así porque las mujeres ricas van en este país a abortar en las clínicas con todas las atenciones y todos los cuidados, las mujeres pobres están en la cárcel o muertas, la exigencia en Jalisco es que se respete el derecho a decidir de todas las mujeres”.