Tres egresadas regresaron al ITESO para conversar con la comunidad universitaria acerca de algunos de sus retos y logros, y brindaron consejos para enfrentar el mundo laboral

La mayoría de quienes han pasado por la universidad coinciden: es la mejor etapa de la vida. Pero ¿qué pasa después? Más allá de la formación técnica y teórica, ¿qué herramientas te llevas para armarla en el mundo real? ¿Qué más puedes hacer durante la carrera para prepararte para lo que viene? 

Invitadas por la Oficina de Egresados, tres itesianas regresaron a su alma mater para responder a éstas y otras preguntas en la dinámica “Ecos con egresadas: mujeres profesionistas en el mundo actual”, realizada el jueves 8 de febrero en el auditorio M. 

Tesón para triunfar

El ITESO puso a prueba la tenacidad de Rosa de la Paz Urtuzuástegui Carrillo, egresada de la Licenciatura en Derecho, incluso antes de quedar inscrita: fue rechazada. Sin embargo, se convirtió momentáneamente en la abogada que deseaba ser, y apeló, tras lo cual pudo ingresar y tener una experiencia universitaria excepcional. 

“Si tienes en mente lograr algo, hay que diseñar la ruta para hacerlo sin importar los obstáculos”, compartió la ahora magistrada en el Poder Judicial del Estado de Puebla. 

Esta actitud es compartida por Montserrat Moncada Navarro, egresada de la Licenciatura en Comercio Internacional y de la Maestría en Mercadotecnia Global, quien afirmó que “las mujeres mexicanas somos muy entronas. Cuando hay algo que nos interesa, ponemos todo el esfuerzo y dedicación hasta conseguirlo”, afirmó.  

Actualmente socia y codirectora de Soltegra Grupo Consultor, Moncada Navarro aconsejó a las y los estudiantes a seguir ese ejemplo e insistir en sus metas, además de aprender a trabajar en equipo y probar diversas actividades durante su paso por la universidad.  

Por su parte, Gabriela Calderón Avella, egresada de la Licenciatura en Mercadotecnia y de la Maestría en Educación y Procesos Cognoscitivos, compartió que ella encontró en la docencia una de sus grandes pasiones. “Me gustó tanto lo que mis profesores habían logrado en mí, que pensé que ésta era una forma de cambiar a mi país”, dijo. 

Catedrática en en ITESO desde hace más de 20 años, Calderón Avella destaca de la comunidad itesiana su gran diversidad de pensamiento y, de la mano, el respeto entre personas que difieren en sus puntos de vista. 

Fuera de la zona de confort

La docente compartió que en su currículum tiene dos emprendimientos fallidos. Lejos de rendirse, tomó esas experiencias como cimientos para reinventarse y permitirse explorar otras alternativas laborales. Ahora convertida en directora comercial en Cervecería Corazón de Malta, ha logrado encontrar un balance entre su vida personal, su papel como profesora y como trabajadora en la industria cervecera. 

Para Montserrat Moncada, la entrevistas de trabajo fueron un dolor de cabeza hasta que aprendió a adoptar el papel de alguien que ella consideraba que merecía el puesto. A quienes están por empezar ese proceso, recomendó acudir a cuantas entrevistas sea posibles para practicar y mejorar la propia percepción y, por tanto, los resultados obtenidos. 

Señaló que el campo de trabajo del comercio exterior es aún muy masculino, pero que la industria abraza cada vez más una perspectiva de género que permite abrir más espacios para las mujeres.  

Herramientas para la vida

Las tres egresadas consideraron importante alimentar las redes durante la universidad, porque de los contactos que ahí se hagan pueden salir mentorías, asesorías, colaboraciones, negocios y recomendaciones. 

Como docente, Gabriela Calderón siempre ha procurado conectar estudiantes con egresados a través de recomendaciones de servicios, empleos o productos. Este mismo espíritu lo ha exportado a la industria cervecera, donde los colectivos de mujeres son un ejemplo de vinculación colaborativa exitosa. 

Por su parte, Urtuzuástegui Carrillo insistió en conectarse con personas que sumen a los proyectos, y no que resten. “Busca gente positiva, tenaz, inteligente, valiente. Ésa es la gente que nos hace crecer y nos ayuda en el éxito, la otra nos estorba. No se distraigan con gente tóxica, aburrida, que no les aporta”, dijo. 

Claudia Ibarra Baidón, codirectora de la Escuela de Negocios ITESO (ENI) y moderadora del encuentro, añadió que la universidad es tiempo también de convertirse en esas personas que estén abiertas a colaborar con las personas. 

 

FOTO: Zyan André