Estudiantes colaboran con empresas y organizaciones para impulsar y visibilizar el valor del talento humano dentro de la crisis por el Covid-19.
POR LEONOR AHUJA, PROFESORA DEL DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA, ADMINISTRACIÓN Y MERCADOLOGÍA, Y COORDINADORA DE PAP.
Ante la emergencia sanitaria por el virus SARS Cov 2 las organizaciones y sus colaboradores están enfrentando nuevos requerimientos, ya sea para trabajar a distancia o bajo nuevos controles sanitarios. En muchos casos se ha visto afectada la economía familiar y la calidad de vida de las personas, que ahora deben pasar más tiempo en casa y asumir tareas escolares con sus hijos; todo esto puede estar afectando las condiciones psicosociales asociadas al trabajo y la productividad laboral. Desde el ITESO mantenemos Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) que ofrecen opciones para mitigar esos efectos adversos.
Nuestros proyectos se enfocan en mejorar las condiciones de trabajo, impulsar el desarrollo y compromiso de las personas, mejorar el desempeño y satisfacción laboral. Con el Proyecto de Aplicación Profesional “Desarrollo de habilidades de gestión de recursos humanos y responsabilidad social empresarial” estudiantes trabajan directamente en las organizaciones, con sus colaboradores, buscando mejorar la cultura laboral; “dentro de una organización una persona puede sembrar el cambio e irlo trabajando para que pueda dar fruto. Este PAP me ha demostrado que siendo universitarios tenemos una voz fuerte en el mundo laboral y que se notan los cambios que proponemos”, comparte Montse Warren estudiante de Ingeniería Industrial.
Este PAP, que ya tiene más de nueve años, tiene las premisas de:
- Responsabilidad compartida escenario-equipo de estudiantes.
- Trabajo colaborativo y multidisciplinar.
- Autogestión individual y de equipo.
- Gestión basada en proyectos.
- Enfoque en el escenario, sus colaboradores y la comunidad.
- Orientación a resultados para la mejora e innovación de las prácticas.
Su modelo de acompañamiento se centra en facilitar y guiar; mediamos el aprendizaje planteando preguntas y haciendo talleres que les permitan a las y los estudiantes analizar, reflexionar y encontrar sus propias respuestas.
Dos elementos han sido clave: la autogestión y el trabajo multidisciplinar; esto se constata con lo que recupera Joaquín Pérez, estudiante de Ingeniería Industrial. “La empresa nos ve como si fuéramos un equipo de asesores, confían en nosotros, en lo que estamos haciendo; es una manera de sentir que ya somos profesionales; te cambia la mentalidad saber que podemos mejorar cosas en la empresa al aplicar todo el conocimiento que hemos adquirido. Nos ayuda estar trabajando con personas de distintas carreras; entre todos podemos desarrollar un gran proyecto, porque cada uno, dependiendo de su carrera, tiene enfoques distintos que se van complementando pues aprendemos de nuestros compañeros.”
El trabajo en cada periodo escolar abarca de cuatro a cinco escenarios. Algunos son empresas como Takasami, Lodela, EPI, Sidel y Revko; otros han sido fundaciones o asociaciones civiles como Mayama, Helen Keller y Centro Comunitario Cemex. Además, se realizan talleres con los estudiantes que integran los equipos de los distintos escenarios. Todo permite una fertilización cruzada entre pares y entre las y los maestros PAP, recibiendo así una retroalimentación desde las diversas miradas.
Otra de las lecciones a resaltar es la relevancia de considerar tanto las necesidades explícitas como las implícitas de los diversos actores implicados en el proyecto PAP, los alumnos se dan cuenta del valor de la retroalimentación de las partes interesadas y todo lo que se gana cuando el trabajo se hace colaborativamente.
A través de simulaciones, metáforas y cuentos, desde pizarras electrónicas, comparten sus inquietudes, retos y preguntas. Este verano estamos rompiendo paradigmas sobre la colaboración, ya que debemos hacerla en escenarios virtuales.
En el PAP de RH y RSE no sólo se aporta al fortalecimiento de las organizaciones a través de reforzar sus capacidades para potenciar las contribuciones de sus colaboradores, apoyando programas de responsabilidad social empresarial, desarrollo organizacional y humano. Lo más relevante ha sido que las y los estudiantes, independientemente de su carrera, han encontrado el valor que tienen las personas en las organizaciones.