En el marco de los festejos por el Día del Maestro, 60 docentes fueron promovidos como profesores titulares, mientras que dos más fueron nombrados profesores numerarios. En el mensaje a las y los maestros, el Rector del ITESO destacó los retos que enfrenta la educación superior en la postpandemia

Restablecer los lazos personales, reconfigurar el ambiente escolar y consolidar nuevos modelos pedagógicos son algunos de los retos que, el pasado viernes, señaló el rector Alexander Zatyrka, SJ, a las y los profesores que participaron en la celebración del Día del Maestro y durante la cual 60 docentes recibieron sus promociones como profesores titulares y dos más sus nombramientos como profesores numerarios.

Esta ceremonia, que tuvo lugar en el auditorio Pedro Arrupe, SJ, es toda una tradición en la universidad, como lo es también iniciar el festejo con una misa. En esta ocasión, el encargado de presidir la eucaristía fue José Martín del Campo, SJ, mientras que el encargado de dirigir un mensaje a las y los profesores en la homilía fue Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO, quien explicó que etimológicamente la palabra mandamiento significa «confiarle algo a alguien» y que, en el caso del cuerpo docente de la universidad, «han recibido del Señor el encargo de hacer presente el dinamismo del amor de Dios y hacerlo presente con las herramientas que tienen en su haber. Ustedes han recibido el mandamiento de transmitir el conocimiento y enseñar que lo mejor que se puede hacer es usar lo que nos ha sido dado para construir una sociedad basada en el bien común».

Zatyrka señaló que todo docente ha recibido tres dones fundamentales: la ciencia, entendida como el hambre por conocer y entender; la enseñanza, con la que se transmite lo adquirido por la ciencia, y la sabiduría, para aplicar los conocimientos a situaciones concretas de la cotidianidad.

Después de la misa se celebró el acto protocolario de las promociones y los nombramientos.

En el que fue su segundo mensaje de la tarde, Zatyrka Pacheco reconoció el trabajo de las y los maestros que han desarrollado su labor en condiciones «especialmente desafiantes en los últimos años». El Rector señaló que después de la tempestad viene la calma, y que esa calma tiene desafíos, como diseñar una nueva hoja de ruta para los caminos que han de recorrerse.

En el caso de la educación, dijo Alexander Zatyrka, hay tres desafíos importantes: restablecer los lazos personales, reconfigurar el ambiente escolar y la consolidación de los nuevos modelos pedagógicos. «Restablecer los lazos personales no es fácil. Debemos tender más y mejores puentes entre la comunidad universitaria y trabajar en la alumnorum cura personalis, es decir, el acompañamiento cercano del estudiantado, buscando la retroalimentación directa para enriquecer el proceso educativo. 

«En cuanto al ambiente escolar, es necesario seguir avanzando en la construcción de un espacio libre de abusos y sin discriminación, generando un entorno más armónico que favorezca la convivencia. Finalmente, ha quedado demostrado que la educación a distancia es viable y enriquecedora, por lo que ahora toca encontrar modelos que combinen lo presencial con lo virtual, aplicar lo aprendido en la contingencia para darle un nuevo impulso a la universidad», concluyó el Rector.

Tras el mensaje tuvo lugar la entrega del diploma que hace oficial la promoción de las y los nuevos profesores titulares. En el ITESO, los integrantes del cuerpo docente son promovidos al grado de titular cuando tienen cuatro años trabajando en la universidad, cuentan con estudios de posgrado y han contribuido al desarrollo del objeto de estudio de su departamento, así como en el cumplimiento de las labores sustantivas del mismo. 

Por otro lado, el nombramiento como profesor numerario es resultado de un proceso comunitario que reconoce la trayectoria del docente en turno. Es un agradecimiento público a una vida dedicada a hacer del ITESO una mejor universidad. Las y los profesores distinguidos son expertos en su área de conocimiento y privilegian el aprendizaje significativo, son referentes en la comunidad universitaria y animan a otros a trabajar por una sociedad más justa y democrática. Este año recibieron el nombramiento Martha Leticia Carretero, coordinadora de la Maestría en Desarrollo Humano, y Alek D’Urquiza, profesor del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales.

FOTOS: Luis Ponciano