La realidad virtual y el mundo 3D han sido el campo de acción de Manuel Gutiérrez, Ingeniero Electrónico del ITESO.
Desde antes de egresar de Ingeniería en Electrónica por el ITESO en 1992, Manuel Gutiérrez ya soñaba con realizar contenidos en 3D y experiencias de inmersión y realidad virtual.
Cuando era pequeño, sus abuelos le obsequiaron un juguete que proyectaba imágenes fijas en tercera dimensión —llamado 3D View Master—, y Manuel se pasaba el tiempo observando imágenes de delfines, preguntándose por qué nadie inventaba un sistema que pudiera emular este efecto en sus programas de televisión favoritos.

Manuel

Manuel Gutiérrez obtuvo en 2013 el Premio Lumiere por sus aportaciones al mundo audiovisual y 3D

Su idea se ha concretado, diseñada y manufacturada por su propia empresa, ImmersiON-VRelia, la cual produce dispositivos de realidad virtual, conocidos como head mounted displays.
Go, el nombre de su casco de realidad virtual portátil, ya está a la venta para el público masivo, dotado con tecnología que puede utilizarse empleando cualquier smartphone.
Aunque emigró a Estados Unidos en 2003 y allá fundó su compañía, piensa trasladar este año su planta productiva a Guadalajara, contratar personal mexicano y aumentar su producción.
Picando piedra
En México tenía un trabajo estable y seguro, pero la idea de una televisión capaz de reproducir imágenes en 3D continuó en la cabeza de Manuel. Cuando se lo compartió a su esposa, en 1999, ella lo animó a diseñarlo él mismo, así que se encerró en una cabaña de Tapalpa durante dos meses con el objetivo de crear su primer prototipo de cámaras, transmisión y grabación de 3D, además de un head mounted display (el casco).
En 2001 abrió la empresa TDVision y comenzó a tocar puertas en busca de inversionistas. Ninguna se abría.
“El mismo director de Conacyt en ese entonces, cuando vio el prototipo me dijo: ‘Es una maravilla, es el futuro… pero vete de México si quieres que pegue’. Y es que muchos empresarios e inversionistas mexicanos no están acostumbrados a invertir en nuevas tecnologías que representan un riesgo potencial”, cuenta el empresario.
Empacó maletas y se mudó a Irvine, California, para buscar socios e inversionistas; lo que encontró fueron empresas de tecnología militar dispuestas a invertir en sus ideas. Eso sí, mantenía vivo el sueño de llevar esta tecnología a los hogares, no solo a la industria militar.
Este se concretó cuando una de sus 35 patentes se utilizó en la codificación de video en formato Blu-ray 3D. La International 3D & Advanced Imaging Society reconoció este esfuerzo en 2013 y le otorgó el Premio Lumiere a la empresa TDVision, por su aportación al nuevo formato de la Blu-Ray Disc Association.
Y con todo y presea en mano, esto tampoco le fue suficiente a Manuel. Creó la empresa ImmersiON-VRelia (www.immersionvrelia.com) en asociación con otra compañía española, la cual se dedica a la realidad aumentada para uso personal, con diseño de head mounted displays de precio accesible (menos de 90 dólares): el casco Go.
“Tu teléfono se convierte en un portal de realidad virtual. Hoy la tecnología permite que lo que antes solo podían usar los militares, ahora lo tengas en tu celular”.
Más allá del entretenimiento, lo que le mueve es la aplicación de la realidad virtual en la educación. ¿Cómo? Utilizando sus productos para “viajar” por el sistema solar, el interior de un átomo o la anatomía del cuerpo humano, todo en un ambiente tridimensional.
“Imagínate que pudiéramos llevar experiencias de realidad virtual a todos los niveles educativos de México y el mundo; tendríamos una nueva generación de estudiantes que aprenderían más rápido y generarían nuevas ideas e inventos”.
No a la fuga de cerebros
Aunque lleva más de 10 años trabajando fuera de México, Manuel no se olvida de México ni del ITESO. Recuerda las charlas con Arturo Gómez y Martín Sinsel, a quienes menciona como sus mejores maestros, además de Pedro Ramírez (hoy Director de Relaciones Externas), quien fuera su padrino de generación.
“Sus lecciones eran extraordinarias. Los recuerdo con mucho cariño y aprecio, porque más allá de la clase, platicábamos largo y tendido acerca de los avances en tecnología, de los retos del mundo real”.

Fotos Cortesía de Manuel Gutiérrez