Durante dos días, la campaña No+ Violencia, convocada por el ITESO y otras universidades jesuitas, colocó las inertes siluetas de ciudadanos jaliscienses de quienes se desconoce su paradero.

Olga era estudiante y tenía 22 años cuando desapareció; Roberto fue asesinado en 2011, en Zapopan; Toribio, de 18 años, también estudiaba cuando desapareció; de Rafael, 17 años, no se sabe nada desde 2009… Todos tuvieron su silueta a tamaño real en distintos puntos de la universidad, como la Plaza de los 50 Años o la entrada a la biblioteca.

La lista de desaparecidos en Jalisco sigue y sigue hasta sobrepasar los 2 mil ciudadanos, tal como lo recoge una lista elaborada por la PGR que llegó a manos de periodistas e investigadores, entre ellos Carlos Castañeda, del ITESO. Es tal la dimensión del caso a nivel nacional y estatal, que un conjunto de universidades jesuitas del país –entre ellas esta Casa de estudios– organizó la campaña No+, que tiene entre sus objetivos sensibilizar a la población respecto a qué sucede con estas víctimas y qué están haciendo las autoridades correspondientes.

“Algo pasa en la sociedad. Esas figuras representan a algunas personas cuyo paradero es desconocido. Quizá la persona no esté presente, pero sí está presente el recuerdo y la angustia de sus familiares”, comentó Érika Barajas, estudiante de Psicología que participó en la actividad.

El Programa Institucional Derechos Humanos y Paz del ITESO, organizador de “El Siluetazo”, buscó con esta iniciativa lanzar una alerta llena de indignación que, señala, debería tener la sociedad mexicana frente al número de desaparecidos debido a la violencia que se vive en México.

Jalisco, tercer lugar nacional en desapariciones (con 2 mil 175), fue el primer lugar en número de estudiantes desaparecidos durante 2012 (770). Una de las hipótesis de quienes han revisado los datos de la PGR, es que detrás de las ausencias de jóvenes mujeres estudiantes está la trata de personas, ya que las organizaciones criminales no solamente se dedican al tráfico de drogas. Texto Alejandro Tiscareño Foto Luis Ponciano