Sería la tercera a nivel nacional y evitaría vertidos ilegales que afectan seriamente el medio ambiente; el borrador se mostrará a gobiernos, académicos y sector privado, para que puedan retroalimentarlo.
Alumnos y profesores del ITESO iniciaron a principios de año la elaboración de lo que en un futuro no muy lejano podría convertirse en un documento pionero en la entidad: la Norma Estatal Ambiental (NAE) para la Gestión de los Residuos de la Construcción en el Estado de Jalisco.
Coordinados por el profesor Hugo de Alba dentro de un Proyecto de Aplicación Profesional (PAP), los estudiantes de Ingeniería Ambiental Cecilia Perales, Jesús Salas y Christian Velázquez terminaron un borrador que el jueves 3 de julio empezó a circular por primera vez entre los principales involucrados, gracias a una consulta pública que se llevó a cabo en el campus ITESO con el respaldo y asesoría de autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y la presencia de autoridades de algunos municipios jaliscienses.
Uno de los principales objetivos de la norma es “no solo tener los criterios para elegir los sitios [para tirar escombros], sino saber cómo aprovechar todo el ciclo, desde la generación hasta cuando se disponen los residuos de la construcción”, afirmó Guillermo Gómez, director general de Protección Ambiental de la Semadet.
“La idea de estas mesas es que podamos retroalimentar el borrador todo lo que podamos; está abierto este documento, es un primer esfuerzo y felicito a los chicos del ITESO por el trabajo que se hizo”, dijo el funcionario.
En las 19 páginas del borrador de un documento que sería el tercero de su tipo a nivel nacional (solamente tienen una NAE la Ciudad de México y el Estado de México) se observa un detallado compendio de definiciones, categorización de los residuos y los sitios en los que podrían tirarse legalmente –el PAP presentó tres, todos en Tlaquepaque–, especificaciones técnicas para su separación, almacenamiento, recolección, aprovechamiento y su disposición final o temporal.
Tanto Gómez como Perales reiteraron a los presentes que para cumplir a cabalidad sus múltiples objetivos, el documento requiere la retroalimentación de los especialistas del gobierno, las universidades y el sector privado de la construcción, al cual se le consultará formalmente en un par de semanas.
Y aunque por lo pronto no hay una fecha de entrega para esta Norma Estatal Ambiental sí urge que sea aprobada por las autoridades competentes. “Queremos que sea una norma muy bien hecha. Nos interesa mucho su aportación… Ahora están sufriendo estas carencias legales los municipios y las empresas también”, expresó el funcionario estatal, acompañado por su compañero Rigoberto Román, director de Evaluación del Impacto Ambiental de la citada secretaría.
Línea Tres, escombros al por mayor que detonaron la NAE
Fue después de enterarse del inicio de las obras de la Línea Tres del Tren Ligero en la Zona Metropolitana de Guadalajara (inician a mediados de 2014) y de que estas producirían casi dos millones de metros cúbicos de residuos de distintas clases, que alumnos y profesores del ITESO se pusieron a trabajar a principios de este año.
La línea, de 20 kilómetros de longitud y que atravesará Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá, tendrá poco más de un kilómetro subterráneo, a la altura de la Catedral Metropolitana, obras que “escupirán” a la superficie casi dos millones de metros cúbicos de escombros de todo tipo.
La norma será una herramienta fundamental para combatir la clandestinidad y la ilegalidad en los actuales procesos de tiraje de residuos en espacios a cielo abierto y sin controles oficiales como barrancas, cañadas, bancos de materiales abandonados o rellenos sanitarios, prácticas que acarrean graves problemas ambientales a la flora, la fauna y afectan la salud de los ciudadanos.
Se calcula que actualmente cada uno de los 7 millones 784 mil jaliscienses producen casi un kilo de residuos sólidos urbanos al día (Semadet), mientras que Jalisco genera diariamente casi cuatro mil toneladas de residuos procedentes de la industria de la construcción. Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas