El ITESO apuesta por un Diseño que proponga soluciones integrales a problemas ambientales, sociales y económicos, alejándose de un papel en el que únicamente se ejecutan las ideas de otros

«Al cliente, lo que pida», reza la frase que los clientes usan como espada desenvainada para reclamar poderío por sobre quienes les ofrecen un servicio. A estos usuarios poco les importa que los profesionales sean quienes tengan la capacidad para ofrecer soluciones a sus necesidades: lo importante es que sean ellos quienes tengan la última palabra. 

Pero ¿acaso no habrá otra manera de procurar la máxima satisfacción del cliente, sin menospreciar la valía que los profesionales pueden aportar a ella? Al fin y al cabo, uno no va al médico pidiendo que le quiten un riñón cuando se sufre un dolor abdominal. Al médico toca encontrar el problema de fondo a través de estudios, historia de vida, genética y cuántos recursos más pueda tener. Irrisorio sería que el profesional de la salud optara por intervenir al paciente sin ninguna otra razón que seguir la máxima “Al cliente lo que pida”. 

En el diseño es lo mismo. Un diseño obediente pierde la oportunidad de crear soluciones a la medida de los problemas, de proponer sistemas innovadores, eficientes y sustentables, de aportar desde la concepción de los proyectos y no únicamente como eslabón hacia el final de los mismos. 

“El diseño tiene que cuestionar el statu quo, tiene que cuestionar cómo la gente percibe el mundo de los objetos y las interacciones humanas para poder proponer soluciones diferentes. Queremos que nos comiencen a reconocer como la profesión para la resolución de problemas”, afirma Luis Flores Flores, coordinador de la Licenciatura en Diseño. 

Éste es el nuevo paradigma del diseño que desde el ITESO se busca promover. La apuesta de este plan de estudios abraza fuertemente el Modelo Educativo del ITESO (MEI), que propone la formación de profesionales para ser agentes de cambio con una profunda conciencia social, a través de una educación situada. 

Desmaterializar el diseño, la tendencia 

Si bien hay necesidades que precisan la creación de nuevos objetos, muchos problemas pueden ser resueltos desde un sistema o servicio. “Buscamos desmaterializar el diseño, resolver por encima de generar objetos. Nos toca buscar soluciones en las tecnologías emergentes. A menos material, mejor diseño”, señala Luis Flores. 

Temas de sustentabilidad, economía y diseño circular son pilares en la licenciatura en Diseño del ITESO. “El 80 por ciento de la contaminación del planeta se podría reducir en el escritorio del diseñador, tomando la decisión correcta de si un producto es necesario o no, qué tipo de materiales se deben utilizar, y la responsabilidad de quien lo fabrica”, menciona el académico. 

Si una solución intangible no es viable, entonces se busca que los objetos puedan cumplir con las condiciones de ser duradero, reparable, reusable y reciclable. 

De esta visión nació DEXIGNIO, un modelo de exposición cuyo objetivo es cambiar la percepción del diseño al interior de la Universidad. La cuarta edición del evento tuvo lugar el jueves 9 de mayo de 2024 y contó con la participación de más de 250 estudiantes de tercero a séptimo semestre de la Licenciatura en Diseño, quienes trabajaron en proyectos que presentaron ante más de mil 200 personas, entre aspirantes a la carrera, autoridades universitarias, empresarios, familiares y demás integrantes de la comunidad itesiana. 

Creatividad, innovación, compromiso social y mucho diseño fueron los protagonistas de la actividad, que incluyó proyectos que respondían a problemas sociales, ambientales o económicos, como la seguridad de las mujeres en las calles, la localización de niños en contexto de guerras, la crisis de higiene femenina en las cárceles o los incendios en los bosques. 

Un segundo objetivo de la muestra es, por supuesto, permear en esta visión del diseño hacia afuera del ITESO. Al respecto, Flores Flores afirma que es esencial que más universidades se sumen a comunicar un tipo diferente de diseño, “a la idea de que el diseño no tiene por qué ser obediente”. 

Además, a partir de esta exposición se han logrado vinculaciones con otras instancias universitarias, como el Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI), el Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (CEGINT) y el Huerto Agroecológico ITESO, mismas que han detonado oportunidades de trabajo colaborativo en distintas plataformas. También se han consolidado alianzas con comunidades de artesanos, organizaciones de la sociedad civil y otras asociaciones civiles, con quienes se han trabajado colaborativamente para diseñar soluciones a diversos problemas. 

El papel del diseñador 

Para Flores Flores, el diseñador estratégico tiene la capacidad de trabajar con actores de otras disciplinas, lo cual facilita la integración de distintas visiones y conocimientos para proponer soluciones desde la complejidad.  

“Por ejemplo, si la solución propuesta por el diseñador es un wearable y una app, pero ellos no saben código ni conectar circuitos, saben dialogar y trabajar colaborativamente con ingenieros para desarrollar los prototipos, ponerlos en las manos del usuario y validarlos”, añade. 

Agregó que la apuesta es formar profesionales con pensamiento crítico y con metodologías de problematización desde donde puedan construir soluciones a través de las herramientas y conocimientos del diseño, que además puedan adelantarse a las necesidades de la sociedad en los próximos años, más que limitarse a ser diseñadores exclusivamente reactivos. 

FOTOS: Zyan André